Título: En la piscina vacía
Autor: Félix Sabroso
Publicación: Suma, septiembre de 2015
Páginas: 192
La culpa se
mueve entre el remordimiento y la expiación, bordeando piscinas vacías.
Un conocido
escritor que está pasando por una época de sequía creativa asiste a una fiesta
en casa de su editora y atropella por accidente al joven con el que ha acudido.
A partir de ese momento comienza un juego en el que la experiencia y la
imaginación del protagonista se solaparán confundiendo sus límites. Una lucha
entre el instinto de supervivencia de un hombre que quiere olvidar y el poder
de la culpabilidad que lo corroe.
El director de cine
Félix Sabroso elabora un thriller
psicológico que esconde una realidad distorsionada, caleidoscópica, que
mantiene al lector expectante hasta el final.
Mis impresiones
En esta ocasión me enfrento a una de esas reseñas que es difícil
de abordar. No ha sido mi mejor semana y he notado que eso también ha pasado
factura a mis lecturas. Y sobre todo porque creo que En la piscina vacía es un libro especial, de esos que hay que abordar
con la mente mucho más lúcida de lo que yo la he tenido. Un libro quizás algo
complejo de entender y que durante su lectura me ha causado sensaciones
contradictorias. La novela parte de una idea interesante, al menos bajo mi
punto de vista, un atropello y lo que causa en el verdugo de la víctima.
En la piscina vacía
comienza prácticamente a bocajarro. Su protagonista se nos presenta de forma
contundente a la vez que nos narra cómo le ocurre un hecho que va a trastocar
toda su existencia. Él es un famoso escritor de best seller que se encuentra en
un momento en que la inspiración le ha abandonado. Sin embargo cuando tras
acudir una noche a una fiesta que organiza su editora en la que ha bebido
algunas copas de más y se encuentra eufórico atropella al joven con el que
mantiene una complicada relación amorosa llena de idas y venidas. Esto dará pie
a que la mente del protagonista confunda realidad y ficción, que intente por
todos los medios sacudirse de ella culpa que le atosiga y atormenta.
En mi opinión es una de esas novelas que admite tantas
lecturas e interpretaciones como lectores que la elijan. Es una especie de
introspección o divagación que el personaje realiza a partir de un hecho
trágico que le sucede. La novela se cataloga como thriller psicológico y si es
verdad que hay un cadáver y un asesino pero no es una obra al uso que sigue los
parámetros de ese género. No hay persecuciones policiales, ni investigación
porque desde el principio sabemos todos lo que ha pasado. El autor nos lleva
por pensamientos y reflexiones (sobre las relaciones humanas, la existencia, el
éxito o el declive personal) brillantes en algunos momentos mientras que en
otros cuesta comprender que es lo que nos quiere transmitir. Esto me ha
generado en muchos momentos la sensación de que no he logrado entender que es
lo que el autor realmente pretende contarnos con esta historia. Aunque yo creo
que lo que pretende es demostrar que el personaje quiere romper con todo lo que
se espera de él, deshacerse de todo lo que la sociedad y la gente que le rodea
le impone.
Con respecto a Víctor, su protagonista, está construido
de forma indudablemente compleja. Tiene una mente que bulle, que divaga, que se
pierde en sus propios pensamientos y que distorsiona la realidad. No es un
personaje diseñado para agradar ni lograr la simpatía del lector. Es difícil
conectar con él porque nos muestra un mundo propio áspero y un egocentrismo exacerbado.
Este aspecto lo encontramos sobre todo en las relaciones que mantiene con los demás
y los ojos con los que mira a su alrededor. Es un escritor que ha cumplido los
cincuenta y mantenía una relación un tanto complicada con un joven. La
personalidad del protagonista evoluciona de forma tan caótica y en ocasiones
sin rumbo que es difícil comprenderle. Un personaje solitario e incluso un poco
abstraído del resto del mundo diría yo.
Narrativamente creo que la novela está muy bien lograda.
Sabroso consigue un lenguaje muy depurado y cuidado en el que se denota que
maneja la lengua a la perfección. Frases contundentes y muy ricas en estilo
pero también algo densas en ciertas ocasiones. A mi este tono narrativo me ha
gustado y me ha parecido original pero creo que el autor debería haber
concretado algo más la novela, definir un argumento más claro en el que el lector
pueda situarse y orientarse en vez de presentarnos una y otra vez los cambios mentales
que se dan en el personaje. Me quedo con la sensación de que es una novela para
leer entre líneas e ir más allá de las palabras que la conducen.
La historia está narrada en primera persona por el
protagonista. Desde el principio estamos dentro de su mente y vemos un humor
muy negro y ácido que nos da una de cal y una de arena. Pero mi sensación era
que la novela no avanzaba y no porque no estuviera narrada con fluidez sino
porque el protagonista tarda en avanzar del punto en que se encuentra. Con
respecto al final este sigue la línea general de la novela sin nada destacable
que comentar.
Conclusión
Creo que En la
piscina vacía no es una lectura que todo el mundo vaya a disfrutar. En mi
opinión requiere un lector predispuesto a dejarse llevar por lo extravagante y
original y se sienta motivado por resolver un enorme puzle mental que el protagonista
propone. Como os he dicho en mi caso particular me queda la sensación de que no
he acabado de comprender ni disfrutar la novela. Eso sí, he encontrado frases e
ideas que me han resultado muy inteligentes
y en el fondo es una propuesta valiente, arriesgada y muy diferente a
todo lo que se publica.