miércoles, 12 de agosto de 2020

Cerrado por vacaciones...


lunes, 10 de agosto de 2020

Malasangre _ Helena Tur



La novela se desarrolla en la segunda mitad del siglo XIX. Henar Expósito es una joven huérfana que hasta el momento ha trabajado como asistente de una señora impedida que la acostumbró a una vida cómoda. Tras la muerte de esta Henar se queda en la calle. En el convento donde fue abandonada al nacer no pueden seguir manteniéndola y ella es consciente de que no tiene vocación para permanecer allí como monja más. 

A la desesperada decide viajar hacia la zona leonesa de El bierzo en donde sabe que un granjero busca a una joven para que ayude en las tareas. Al llegar no encuentra muy buena predisposición en la familia para acogerla pero consigue convencerlos para que le den una oportunidad. Así comienza a trabajar en casa del señor Hurtado, el propietario de una granja de abejas, intentando enseñar a hablar y escribir a su única hija, Lúa, que es sorda. 

Poco antes de la llegada de Henar a la zona han comenzado a producirse una serie de asesinatos a niñas pequeñas a quienes su verdugo desangra. Hay quien dice que es el mismísimo sacamantecas. Mientras La Guardia Civil investiga, Henar intentará también encontrar al culpable por sus propios medios. Pero ¿Puede encontrarse en peligro?

Malasangre en mi opinión reúne varios elementos de diferentes géneros sin llegar a decantarse hacia ninguno en concreto. La historia se desarrolla mientras en España la situación política es delicada: carlistas e isabelinos se disputan el poder del reino. Estos apuntes más otros (como el  que cuenta la historia del Sacahuntos o Sacamantecas que es como llamaron a Manuel Blanco Romasanta, un delincuente que existió en realidad) aportan un toque histórico, una historia de amor algo de romance (este aspecto es el quizás resalte más) y unos cadáveres al género de intriga. 

Al final el resultado de esa mezcla es una novela entretenida y de fácil lectura que en estos momentos en que estamos de vacaciones o a punto de irnos nos sienta tan bien. Una novela sin demasiadas complicaciones y pero que cumple con su objetivo. 

La narración de la autora es funcional y es cierto que no cuesta demasiado entrar en la novela. Sin embargo también hay algunos momentos en los que resulta demasiado cadenciosa o explicativa esa narración. Demasiados detalles históricos que juegan en contra de la tensión argumental que podría haber conseguido enfatizando un poco más la trama que hace referencia a los asesinatos. 

Henar es un personaje prototipo de este tipo de novelas. Una joven que aunque su destino no es el más prometedor consigue salir siempre adelante. Una muchacha inteligente y despierta que llega a un destino no muy halagüeño. Un personaje bien construido y consecuente aunque no excesivamente carismático. En las antípodas se encuentran tres figuras que nos resultarán misteriosas durante toda la novela por diferentes razones. Faustino Aliaga, un hombre adinerado cuya mujer esta enferma, Hurtado, el granjero malhumorad y Juan, un contrabandista que como imaginamos se dedica a negocios ilícitos. Con este trío de ases la autora juega a despistar al lector aunque su argumento me ha resultado predecible en algunos aspectos y no tanto en otros. 

Una de las cosas que tengo que resaltar es la ambientación de la novela, que nos transmite esa sensación de inquietud e intranquilidad que siente la protagonista. En un lugar como El Bierzo, un entorno rural complicado (el frío, el agua, etc...) en el que el bosque permite que se escondan leyendas y mitos, rodeada de gente que no conoce y sin saber en quien confiar cualquiera de nosotros nos sentiríamos en constante alerta. Como le ocurre a la protagonista. 

En definitiva, Malasangre quizás no sea una novela redonda. Tiene aspectos o detalles que no me han convencido por completo pero se lee con facilidad y resulta entretenida. 

miércoles, 5 de agosto de 2020

Ensayo sobre la ceguera - José Saramago

El autor Nobel portugués José Saramago es, desde que le descubrí hace ya bastantes años, uno de mis escritores favoritos. Me parece un autor sobresaliente en muchos aspectos.  Original, peculiar y diferente creo que ha aportado a la literatura muchas cosas que otros autores no lo han hecho. No puedo dejar de mencionar su asombrosa fantasía que vemos de forma recurrente en los argumentos de sus libros pero también ese compromiso social tan inherente a sus libros. Dos aspectos que cumple sobradamente Ensayo sobre la ceguera, la novela de la que hoy os voy a hablar. 

Fue la primera obra que leí de Saramago y la que me enganchó de mala manera al autor porque detrás de ella vendrían casi todas las demás. Fue una historia que me soprendió muchísimo y que yo, en aquel momento, achaqué a la gran capacidad de fantasear del autor. 

La novela se publicó en el año 1995 y leerla en 2020 significa cambiar la percepción y pensar que Saramago era un visionario en vez de un ser con una enorme capacidad de fabular. Un hombre que se dio cuenta de que lo que nos está pasando no era en absoluto un disparate. Aunque él lo verbalizó a su manera. En serio, creo que hay un antes y un después en la forma en que uno puede mirar este libro. He aprovechado la nueva edición que ha sacado Alfguara para releer, saborear  y al mismo tiempo estremecerme - como ya hizo un día hace muchos, muchos años- con esta historia. 

Y es que esta historia comienza pocos segundos antes de que el mundo cambie de una vez y para siempre. El primer caso es un hombre que repentinamente pierde la vista. En ese momento va conduciendo y siembra el caos en una de las calles de la que podría ser cualquier ciudad. Pero poco a poco el pánico comienza a recorrer la cuidad cuando muchos se contagian de su mal. Una ceguera blanca deja desamparados, desorientados y perdidos a gran parte de la población mientas que el mayor miedo de otros es infectarse. Y para sentirse protegidos solo pueden aislar a los enfermos. Abandonarlos a su suerte y que sobreviva el más fuerte. Comienza entonces una lucha por la supervivencia que prima sobre cualquier moral o ética. 

Y este es el argumento de una novela que resulta espeluznante, que te atrapa, que te horroriza y te lleva a resultar asfixiante en muchos momentos. Y el único elemento que utiliza Saramago para ello es la naturaleza del ser humano, lo que este es capaz de hacer o no hacer. Se dice que en los momentos extremos sale lo mejor o lo peor de cada uno de nosotros. No quiero hablar mucho más del contenido de la novela, porque esta si que sí. Esta es una novela de esas que no te pueden -ni deben contar- porque el mundo que recrea el portugués solo se puede recrear a través de sus propias palabras. 

Porque para algunos la supervivencia significa violencia, rechazo, egoísmo, caos, injusticias o crueldad mientras que para otros puede ser mejor la solidaridad, la convivencia, la unión y la lucha en equipo. Un ejemplo de como los fuertes dominan a los débiles, de como una sola persona puede cambiar el rumbo de las cosas. En fin que es algo que recientemente estamos viendo  ahora mismo. Como mientras algunos se dejan el pellejo otros lo estropean todo. Ensayo sobre la ceguera en mi opinión es una enorme crítica a la sociedad moderna. A como el ser humano ha ido perdiendo valores a la vez que ha ido ganando en calidad de vida y ambición. 

En la novela sus personajes no tienen nombre porque cada uno de ellos podría ser representado por cualquiera de las personas que conocemos o incluso por nosotros mismos. Para diferenciarlos utiliza adjetivos que pueden definir algunas de sus facetas. 

Saramago es un narrador excelente pero al que hay que conocer y al que hay que aprender a leer. Su estilo narrativo para aquel lector que se acerque por primera vez a su obra puede resultar chocante o incluso un poco lioso. Pero tras unas cuantas páginas esos puntos y aparte, esas mayúsculas y otras cosas de las que prescinde se vuelven innecesarias. 

Una novela como he dicho sobrecogedora que en ocasiones genera angustia por las intensas y vívidas escenas que Saramago ha creado y que describe de una forma muy cruda. Sus novelas no tienen nada superfluo de forma que cada palabra va en su sitio justo. Una novela que cuando terminé en su momento, en esa primera lectura, me tranquilizó ver el mundo que me rodeaba. Sin embargo esta vez me ha hecho reflexionar y cuestionarme muchísimas más cosas. Supongo que entonces el mundo - y mi mundo - entonces era distinto...


lunes, 3 de agosto de 2020

El largo sueño de Laura Cohen - Mercedes de Vega


De Mercedes de Vega había leído con anterioridad dos novelas fantásticas que son Cuando estábamos vivos y Todas las familias felices. Fueron dos obras que disfruté ampliamente, por el trabajo de la autora y porque se encontraban dentro de un género que es de mis favoritos, las novelas que hablan de relaciones humanas y temas familiares. 

Con El largo sueño de Laura Cohen no abandona del todo esos matices que nos hacen ver la naturaleza humana pero es una novela que se encuadra dentro del género del thriller psicológico que es lo que nos dice la contraportada del libro. No es algo que salga de mí. A lo que posteriormente haré algunas puntualizaciones.

Laura Cohen es un psiquiatra madrileña que hace algunos años se mudó a Montreal cansada de su vida en España. Allí es donde comenzó a desarrollar de nuevo su carrera y en donde se casó e hizo amigos. En definitiva, es el lugar donde construyó una vida nueva en la que era feliz.

Sin embargo, tras perder a su marido, un reputado psiquiatra que le llevaba algunos años, en un accidente de tráfico, la desaparición de un paciente le hace sospechar que puede tener alguna conexión con él. En solo tres sesiones el hombre ha desvelado a Laura la suficiente información como para emprender una investigación que le llevará a descubrir secretos muy turbios en su entorno más cercano.

Este es a grandes rasgos el argumento de una novela de la cual quizás me parece demasiado ambicioso incluirla dentro del thriller psicológico. Creo que el lector que vaya buscando esto se puede decepcionar un poco. Yo optaría más bien por decir que es una novela de suspense (con secretos ocultos, conspiraciones, experimentos siniestros y violencia) con un fondo histórico. Para ser un thriller, en mi opinión, le falta mayor intriga, más velocidad o una mayor tensión argumental. Lo cual no es incompatible con el hecho de que he disfrutado de la novela. Quizás no tanto como de sus anteriores pero tengo que reconocer que no es un mal trabajo.

Con respecto a esa parte histórica que os comentaba nos lleva por acontecimientos sucedidos durante la II Guerra Mundial y que se refieren al Holocausto y en como cambiaron las tornas cuando el régimen nazi perdió la contienda. Así como otro momento histórico que se incluye hace referencia a una serie de experimentos que se llevaron a cabo en la Universidad de Harvard alrededor de los años sesenta. Y para darle mayor credibilidad en la novela se nombran muchos personajes reales que tuvieron cierto protagonismo tanto durante la II Guerra Mundial como en la Guerra Fría. Por ejemplo, conocemos la historia de la pequeña Marie Jelen o del profesor Timothy Leary. La autora hace una recopilación muy buena de la información y la incorpora a la novela de forma muy amena y que consigue despertar el interés del lector. Aunque hay que tener en cuenta que no hay línea que separe la realidad y la ficción, lo cual yo considero que es algo muy bueno. 

Cuando Laura, la protagonista de la obra, comienza a ver visos de todo esto el mundo, tal y como ella lo había construido, comienza a desvanecerse. La sospecha sobre sus seres más cercanos y queridos e incluso sobre su recién fallecido esposo hace que todo aquello en lo que creía se tambalee. La única manera de llegar al final de todo y conocer la verdad es investigando. Laura es un personaje que no está mal construido pero al que no he llegado a comprender del todo en algunas decisiones que ha tomado. O será que me he visto completamente diferente a ella y yo hubiese actuado de forma completamente distinta. El caso es que los personajes en sus anteriores novelas han logrado transmitirme más emociones. Claro está que se trataba de otro género. 

De nuevo se pone en relieve la elegancia narrativa de Mercedes de Vega que es una excelente narradora aunque como he dicho ya creo que un poco más de ritmo a la novela le hubiese venido bien para mantener esa tensión típica del thriller. Me ha parecido que en algunos momentos sobrecarga la información o que se repite de forma que frena el avance. 

Una vez terminada la obra me ha dejado algunos temas en los que reflexionar. Por ejemplo, en la venganza, en la forma en que cada uno necesitamos curar nuestras heridas, en qué pensaríamos de nuestros seres queridos si descubriésemos que tienen un lado oscuro o como se pueden resarcir el sufrimiento, si es que se puede.