miércoles, 5 de agosto de 2020

Ensayo sobre la ceguera - José Saramago

El autor Nobel portugués José Saramago es, desde que le descubrí hace ya bastantes años, uno de mis escritores favoritos. Me parece un autor sobresaliente en muchos aspectos.  Original, peculiar y diferente creo que ha aportado a la literatura muchas cosas que otros autores no lo han hecho. No puedo dejar de mencionar su asombrosa fantasía que vemos de forma recurrente en los argumentos de sus libros pero también ese compromiso social tan inherente a sus libros. Dos aspectos que cumple sobradamente Ensayo sobre la ceguera, la novela de la que hoy os voy a hablar. 

Fue la primera obra que leí de Saramago y la que me enganchó de mala manera al autor porque detrás de ella vendrían casi todas las demás. Fue una historia que me soprendió muchísimo y que yo, en aquel momento, achaqué a la gran capacidad de fantasear del autor. 

La novela se publicó en el año 1995 y leerla en 2020 significa cambiar la percepción y pensar que Saramago era un visionario en vez de un ser con una enorme capacidad de fabular. Un hombre que se dio cuenta de que lo que nos está pasando no era en absoluto un disparate. Aunque él lo verbalizó a su manera. En serio, creo que hay un antes y un después en la forma en que uno puede mirar este libro. He aprovechado la nueva edición que ha sacado Alfguara para releer, saborear  y al mismo tiempo estremecerme - como ya hizo un día hace muchos, muchos años- con esta historia. 

Y es que esta historia comienza pocos segundos antes de que el mundo cambie de una vez y para siempre. El primer caso es un hombre que repentinamente pierde la vista. En ese momento va conduciendo y siembra el caos en una de las calles de la que podría ser cualquier ciudad. Pero poco a poco el pánico comienza a recorrer la cuidad cuando muchos se contagian de su mal. Una ceguera blanca deja desamparados, desorientados y perdidos a gran parte de la población mientas que el mayor miedo de otros es infectarse. Y para sentirse protegidos solo pueden aislar a los enfermos. Abandonarlos a su suerte y que sobreviva el más fuerte. Comienza entonces una lucha por la supervivencia que prima sobre cualquier moral o ética. 

Y este es el argumento de una novela que resulta espeluznante, que te atrapa, que te horroriza y te lleva a resultar asfixiante en muchos momentos. Y el único elemento que utiliza Saramago para ello es la naturaleza del ser humano, lo que este es capaz de hacer o no hacer. Se dice que en los momentos extremos sale lo mejor o lo peor de cada uno de nosotros. No quiero hablar mucho más del contenido de la novela, porque esta si que sí. Esta es una novela de esas que no te pueden -ni deben contar- porque el mundo que recrea el portugués solo se puede recrear a través de sus propias palabras. 

Porque para algunos la supervivencia significa violencia, rechazo, egoísmo, caos, injusticias o crueldad mientras que para otros puede ser mejor la solidaridad, la convivencia, la unión y la lucha en equipo. Un ejemplo de como los fuertes dominan a los débiles, de como una sola persona puede cambiar el rumbo de las cosas. En fin que es algo que recientemente estamos viendo  ahora mismo. Como mientras algunos se dejan el pellejo otros lo estropean todo. Ensayo sobre la ceguera en mi opinión es una enorme crítica a la sociedad moderna. A como el ser humano ha ido perdiendo valores a la vez que ha ido ganando en calidad de vida y ambición. 

En la novela sus personajes no tienen nombre porque cada uno de ellos podría ser representado por cualquiera de las personas que conocemos o incluso por nosotros mismos. Para diferenciarlos utiliza adjetivos que pueden definir algunas de sus facetas. 

Saramago es un narrador excelente pero al que hay que conocer y al que hay que aprender a leer. Su estilo narrativo para aquel lector que se acerque por primera vez a su obra puede resultar chocante o incluso un poco lioso. Pero tras unas cuantas páginas esos puntos y aparte, esas mayúsculas y otras cosas de las que prescinde se vuelven innecesarias. 

Una novela como he dicho sobrecogedora que en ocasiones genera angustia por las intensas y vívidas escenas que Saramago ha creado y que describe de una forma muy cruda. Sus novelas no tienen nada superfluo de forma que cada palabra va en su sitio justo. Una novela que cuando terminé en su momento, en esa primera lectura, me tranquilizó ver el mundo que me rodeaba. Sin embargo esta vez me ha hecho reflexionar y cuestionarme muchísimas más cosas. Supongo que entonces el mundo - y mi mundo - entonces era distinto...