Título: Pequeño mundo
Autor: Hermann Hesse
Publicación: Navona, mayo de 2018
Páginas: 323
No habrá
lectores españoles que conozcan esta obra de Hermann Hesse, el maravilloso
autor de El lobo estepario y Siddharta. Para la
mayoría se tratará de un nuevo Hesse. Y lo es.
La obra
comienza con el magistral relato "El noviazgo", en el que un hombre
muy sensible, un hombre de quien se mofa todo el mundo,
llega a conquistar la felicidad gracias a la cordial simpatía de una
encantadora mujer. Esta aparente sencillez conduce a la asombrosa visión de
cómo los valores íntimos de él se descubren gracias a la intuición y
sensibilidad femenina. Este fermento, tan habitual en los seres del universo de
Hesse, contiene un mundo en sí mismo, si pequeño
no menos rico en calor humano. Es la característica común al resto de relatos,
en los que el destino parece jugar con los personajes y en los que despunta el
aspecto interior del ser humano. Este es el cordón que une estas historias, una
novela excepcionalmente colorida.
Mis impresiones
A pesar de ser considerado un gran clásico y de las
innumerables críticas positivas que tiene, confieso que no pude con El lobo estepario. Fue una novela que se
me atragantó y en la que no pude avanzar muchas páginas. Quizás fue el momento,
quizás el libro. Por ello tener Pequeño
mundo entre las manos y darle a Hermann Hesse una nueva oportunidad supuso
todo un reto para mí. Sin embargo todas mis reticencias se disiparon en el
momento que abrí este libro y comencé a leer. De hecho me ha sorprendido mucho
y para bien.
Hasta ahora, que el sello editorial Navona la ha
publicado, permanecía inédita en nuestro país, aunque pueda parecer extraño la
ausencia de la obra de un escritor tan reconocido y afamado.
“En la calle de los Ciervos hay una modesta
mercería que, al igual que las tiendas de la vecindad, sigue inamovible a pesa
del cambio de los tiempos y cuenta con bastante clientela. Allí siguen
despidiendo a los clientes, aunque lleven veinte años visitando la casa
regularmente, con las palabras «Háganos el
honor de venir una próxima vez», y a ella acuden todavía dos o tres antiguas
compradoras que demandan cintas y lienzos en varas, y en varas se los
proporcionan.”
Pequeño mundo
es una obra compuesta por siete relatos los cuales tienen una localización y un
tema común. Todos ellos están protagonizados por personajes masculinos que de
una forma u otra buscan su lugar en el mundo. Todos ellos tienen sus propios
sueños y aspiraciones y algunos podrán cumplirlas mientras otras tendrán que
seguir el único camino que se le ha abierto o el que alguien les ha marcado.
Todos ellos me han resultado personajes magníficamente dibujados y
desarrollados porque aunque sean relatos todos ellos tienen una estructura muy
parecida a la de la novela.
La mayoría de estos relatos se desarrollan en la ciudad
ficticia de Gerbersau que representa en realidad a la ciudad natal del autor,
que es Calw en Wurtemberg (Alemania). Un lugar tranquilo y pintoresco que tiene
una forma de vida marcada por sus gentes. En la mayoría de ellos son los
comerciantes y los artesanos quienes van a protagonizar estas pequeñas
historias. Dicen que su título se refiere a una frase de Goethe que dice que
cada persona es como un pequeño mundo pero también me viene a la cabeza este
minuniverso que Hesse ha creado para que habiten sus personajes con sus propias
normas y su idiosincrasia como podría tener cualquier otra comunidad.
El noviazgo el
que más me es el título con se abre la colección y es sin duda el que más me ha
gustado porque desprende sensibilidad, emotividad y tiene como protagonista a
un personaje que desprende una gran ternura y humanidad de forma que se gana tu
corazón. En él nos cuenta la vida de un joven llamado Andreas Ohngelt que
hereda una mercería de una tía. Pronto el joven se muestra atento y
complaciente con sus clientas que aprecian sus modales tan correctos y formales.
Sin embargo cuando llega la hora en que ansía casarse se encontrará con un
obstáculo enrome a la hora de encontrar pareja: la timidez Esta historia nos
habla de que a veces estamos tan empeñados en alcanzar la luna que no vemos lo
que tenemos nuestro lado.
El segundo relato es Walter
Kömpff que da nombre a un joven que a pesar de destacar en los estudios se
ve anclado al oficio de tendero heredado de su padre, a quien además lo promete
en su lecho de muerte. Walter intentará por todos los medios cumplir su promesa
y sin embargo este intento acabará de forma trágica.
En Ladilel, otro
de mis favoritos, nos encontramos una
historia que aparte de la existencia de un joven que se está preparando para notario
pero que aún no ha descubierto cuál es su verdadera vocación encontramos una
indecisa historia de amor. El retorno
nos habla de un comerciante que vuelve a Gerbersau, su lugar natal, después de
haber pasado mucho tiempo recorriendo mundo. Las dificultades para adaptarse a
la vida allí le traerán de cabeza. En Robert
Aghion encontramos la historia de un cura que descubre su verdadera aptitud
cuando viaja en misión a La India. En ese país su perspectiva de la religión cambiará
definitivamente. Emil Kolb es otro
joven que aprende el arte de robar. Y por último, en El reformador del mundo el protagonista será un crítico de arte que
necesitará un retiro espiritual para reconducirse.
Como veis casi todos estos personajes tienen algo en
común a pesar de tener vidas muy diferentes. La mayoría de ellos me han gustado
mucho porque transmiten humanidad. Hesse nos habla del conformismo, de las
ilusiones (a veces perdidas), de los sueños, de las diferencias generacionales
entre padres e hijos y las obligaciones que estos imponen, del estancamiento de
la clase burguesa o de la moral. Todos estos aspectos hacen que la novela tengan
pinceladas costumbristas al ver reflejada la sociedad de la época en las
palabras del autor.
El estilo narrativo es una de las cosas que me han
gustado mucho de la novela. Esperaba encontrarme mayor complejidad y sin
embargo está contada con aparente sencillez y mucha fluidez pero en el fondo se
observa una prosa muy cuidada y detallista. Será una voz en tercera persona omnisciente
quien tenga el conocimiento y control de todo lo que sucede y quien a la vez haga
participe al lector de ello. Seremos testigos de las emociones y los
pensamientos de sus personajes y comprenderemos a la perfección el mundo que
les rodea. Se dice que en estos relatos volcó una gran parte de sí mismo.
Conclusión
Pequeño mundo
es una colección de relatos que merece la pena. Buenos personajes y buenas
historias hacen de él un libro muy entretenido y que además nos muestra un
mundo reducido en el que sus protagonistas quieren cambiarlo.