Autora: Ana
Iturgaiz
Publicación: Roca,
septiembre de 2018
Páginas: 384
El 21 de febrero de 1874 el ejército carlista
pone cerco a la ciudad de Bilbao. En la ciudad asediada se encuentran Javier
Garay, un fotógrafo de postales eróticas, e Inés Otaola, una planchadora sin
trabajo, a la que el hambre obliga a ejercer de modelo para Javier.
Sin embargo, las aspiraciones de Javier no
pasan por quedarse encerrado en la ciudad sitiada
sino en ejercer de reportero de guerra para los
periódicos más importantes del país y conseguir el éxito que siempre ha
deseado. La ocasión le llega cuando el gobierno liberal le propone la
posibilidad de infiltrase tras las líneas enemigas y él la aprovecha sin
dudarlo. Lo que no se imagina es que Inés lo arrastrará al campo de batalla con
él.
Por su parte, Inés, que fue expulsada hace
cinco años del caserío familiar junto a su abuela y su hermano, nunca imaginó
que regresaría a su hogar y mucho menos sin ellos. Tampoco sospechó que el
fotógrafo sería su oportunidad para huir de la ciudad destruida para volver al
lugar en el que nació.
En medio de la destrucción, ambos se convierten
en el refugio del otro. Sin embargo, la guerra y las sospechas de los militares
conseguirán separarlos.
Mis impresiones
La mirada de la ausencia es la última novela de la historiadora y
escritora vizcaína Ana Iturgaiz. En sus anteriores trabajos ha sido premiada en
la categoría novela romántica (género que suele mezclar con la historia). No
había leído nada de la autora hasta el momento y aquí os dejo mis impresiones.
“Inés
se aseguró de que el trapo le cubría bien la palma de la mano antes de coger la
plancha era la tercera vez que se quemaba aquella tarde y no había podido
quejarse. No tenía ninguna gana de que la dueña de la casa, ni tan siquiera la
cocinera, se enteraran de su torpeza. Mejor aguantar el dolor que arriesgarse a
tener que escuchar: «Esta chica cualquier día nos quemará la mantelería buena».”
Al comienzo de esta
novela nos situamos en Bilbao en 1874. En el país se viven las consecuencias de
la tercera guerra carlista con la que estos aspiran al poder. Bilbao aún no ha
sido tomado pero el ejército está a punto de entrar en la ciudad.
En este contexto
encontramos a los dos protagonistas de la novela. Inés Otaola es una joven que
se dedica a planchar en la casa de una familia adinerada. Sin embargo cuando
descubre de forma fortuita algunas fotografías comprometidas en la casa de los
señores la despiden de forma inmediata. Desesperada porque su sueldo era el
único sustento de su abuela y su hermano menor, que aún está estudiando, llega
a plantearse posar como modelo para Javier Garay. Este chico trabaja en la
tienda fotográfica de su futuro suegro. Pero en sus ratos libres hace postales
eróticas con las que gana un dinero extra.
Cuando el ejército
carlista entra en la ciudad, Inés lo pierde todo. El humilde lugar donde vivía,
a su abuela y a su hermano Ignacio, que se marcha a luchar por la causa.
Mientras Javier está decidido a cumplir sus sueños. Quiere inmortalizar en fotografías
y publicar en un periódico lo que ocurre, pero para el bando liberal. Y para
ello tendrá que infiltrarse en las líneas del enemigo. De esta forma comienzan
las aventuras de dos jóvenes para sobrevivir en una ciudad que vive uno de sus
peores momentos.
Con este punto de
partida comienza una novela que tiene una maravillosa ambientación histórica
que nos lleva al último cuarto del siglo XIX. Una época que creo que no está
muy retratada en la literatura o al menos yo no me he encontrado con muchas. Me
ha gustado que como la autora recrea el contexto. Te ofrece suficiente
información para que comprendas el conflicto, para que sientas como se vivió en
aquella época, para que recrees las imágenes en tu cabeza y aun así no te
abruma con datos aburridos o excesivamente rigurosos. También me ha gustado que
los protagonistas viven momentos de gran tensión. Se ven involucrados en conflictos
y situaciones que hacen incluso que su vida peligre. Sabremos del miedo, de la
incertidumbre y todo lo que tendrán que hacer para sobrevivir.
A parte de este
aspecto histórico es una novela que gira en torno al amor. Por un lado el amor
romántico pero mostrándonos una relación que se forja poco a poco, que madura a
su tiempo y en la que se prescinde de un exceso de almíbar o situaciones que
desentonen en las circunstancias. A parte de ese amor y pasión, también es una
novela que nos habla del amor a la familia y a los seres queridos. Del sacrificio,
de las elecciones y de soportar la ausencia.
Sus personajes me han
parecido que están muy bien dibujados. Al menos como lectora he podido comprender
perfectamente sus emociones, pensamientos, ideales y ambiciones. Inés es una
joven que vive de forma muy humilde en una buhardilla con su abuela y su
hermano. Trabaja planchando en Bilbao desde que su hermano mayor les expulsara
del caserío familiar que su padre le legó íntegramente para no dividir la
herencia pero sin pensar que acabarían así. Inés ya no cuenta con regresar
nunca más a su hogar. Es una muchacha a la que le mueve el amor y la
generosidad. Se siente impotente ante las situaciones a las que se enfrenta y
sin embargo sigue adelante. Su hermano Ignacio pronto desaparecerá en el frente
carlista y ella se sentirá tremendamente sola.
Pero Javier será un
gran apoyo en su vida. Ambos construirán en medio del horror una relación muy
bonita. Un joven fotógrafo que cree que los diarios del país pueden emular las
publicaciones de otros lugares con fotos en vez de ilustraciones o dibujos. Quiere
ser fotógrafo de guerra algo para lo que está cualificado gracias a un carácter
valiente, atrevido y ambicioso. Al contrario que la familia de Inés, él
pertenece al bando liberal y no le importa transitar la clandestinidad con tal
de hacer realidad sus sueños. Aunque también es consciente del valor que tienen
las personas. Cree que puede existir un mundo mejor.
Creo que La mirada de la ausencia está narrada de
una forma atractiva. Con un estilo depurado, detallista, muy visual y muy
cuidado. con una perfecta forma de ensamblar la historia con la ficción y una
forma de contar que te atrapa. Hay momentos de mucha tensión que se
entremezclan con otros de mayor emotividad.
Conclusión
Me ha gustado hacer
el recorrido por la historia de nuestro país en ese momento de miedo, pérdida,
ausencia y esperanza. A la vez me han gustado y entretenido las vivencias de
sus personajes, las relaciones que constituyen con otros y la forma en que las
miman y cuidan.