Título: Tres mil noches con Marga
Autor: Pedro Ramos
Publicación: Destino, septiembre de 2018
Páginas: 302
Marga es una joven
bióloga gallega, brillante en su profesión, que trabaja como investigadora en
Alaska desde hace seis años. Desde entonces nunca ha vuelto a A Coruña para
visitar a su familia, y el vínculo se reduce a las pocas llamadas telefónicas
con su madre.
Pero en su última conversación recibirá la noticia de la enfermedad de su padre y, a pesar del miedo a enfrentarse a los fantasmas de su pasado, decidirá regresar de inmediato. El rencuentro familiar abrirá inevitablemente heridas mal curadas, y Marga se debatirá entre contar aquello que la hizo alejarse de todos sin dar más explicaciones o mantenerlo en secreto, y seguir viviendo en un extraño equilibro entre el sentimiento de culpa y la responsabilidad de amparar a los suyos.
Pero en su última conversación recibirá la noticia de la enfermedad de su padre y, a pesar del miedo a enfrentarse a los fantasmas de su pasado, decidirá regresar de inmediato. El rencuentro familiar abrirá inevitablemente heridas mal curadas, y Marga se debatirá entre contar aquello que la hizo alejarse de todos sin dar más explicaciones o mantenerlo en secreto, y seguir viviendo en un extraño equilibro entre el sentimiento de culpa y la responsabilidad de amparar a los suyos.
Una novela
cautivadora que nos sumergirá en la vida de Marga, sus veranos de juventud y el
primer amor, y reconstruirá con la complicidad del lector los años de una
familia que tuvo que bregar con el cambio de mentalidad de un país desde
finales de los ochenta hasta la actualidad.
Un sorprendente
hallazgo literario.
Mis impresiones
A pesar de que Pedro Ramos ha escrito ya varias novelas,
no había tenido la oportunidad de acércame a ninguna. Ha sido con Tres mil noches con Marga, como la
canción de Antonio Vega, como le he conocido.
Arrancamos la novela conociendo a M. Vive con su pareja
en Alaska y es una brillante investigadora en el mundo de la biología. Allí su
vida es tranquila, tiene éxito y parece haber dejado atrás un pasado doloroso. Pero
a través de una llamada de su madre se entera de que su padre está enfermo.
Padre e hija llevan muchos años distanciados y hace casi diez años que M. no ha
regresado a su hogar en A Coruña y no ha vuelto a ver a sus padres ni hermanos.
Ni siquiera para asistir a la boda de su hermana pequeña, quien ha dejado de
hablarla incluso por ello.
A pesar de todo y del miedo que le suscita la idea (miedo
a recordar, a los silencios, a la culpa y los reproches) decide regresar. No
quiere tener que lamentar algún día no haberse despedido de su padre. Y con
ello tendrá que enfrentarse a muchas cosas que le hubiese gustado olvidar y que
no ha podido.
Tres mil noches con
Marga es una novela delicada y detallista que nos va a narrar la vida de
una mujer desde su adolescencia hasta el punto en que se encuentra. Margarita,
Marga y M. Tres nombres para una misma persona y sin embargo formas muy
diferentes de sentirse y actuar. Una persona se va definiendo con todas las
circunstancias que vive y eso justo es lo que le sucede a la protagonista de
esta historia. El primer amor, las salidas a la discoteca, el jugueteo con las
drogas, las amistades, los estudios y todo lo que conlleva vivir.
Es una novela que gira sobre los secretos familiares,
sobre lo que no se puede o no se debe hablar. Sobre el silencio y como la
ausencia de las palabras nos aleja de los seres queridos. Tanto en el plano
físico como en el emocional. Porque Marga lleva mucho tiempo lejos de su
familia intentando huir de ciertas cosas ocurridas en el pasado. También nos
habla de la culpa. Hay veces que somos los responsables de ciertas cosas que
nos ocurren y sin embargo otras veces no podemos controlarlo. Es una novela en
la que las emociones están a flor de piel.
Otra razón para disfrutar de esta historia es que cuenta
con una excelente ambientación. Recorremos
el paisaje rural gallego en diferentes épocas que reconoceremos por el contexto
socio-político. Una de ellas es a mediados
de los ochenta cuando la protagonista aún es Margarita, tiene quince años y
ganas de experimentar el mundo a la vez que la relación con su padre se vuelve
más fría y distante. Es un hombre de ideas férreas y anticuadas que no es capaz
de cambiarlas. Para él lo primero es la familia, pero está debe modelarse a su
modo. Diez años después ha dejado ese nombre atrás y prefiere que la llamen
Marga. Se ha trasladado a estudiar a Madrid y terminado el doctorado en la
universidad con los máximos honores y trabajando en donde le cae para no tener
que doblegarse ante su padre. Antes de seguir su camino regresa a casa para la
boda de su hermano Carlos. En ese mes sucederá algo que le hará pasar otros
diez años sin volver, que es cuando regresa por la enfermedad de su padre. Y así
Maga, que siempre ha intentado eludir, tiene que volver a enfrentarse a sus
seres queridos. A una madre resignada, a una hermana que no le habla y a un
padre de quien le separa un muro de hielo.
Aparentemente es una novela sencilla. De hecho su
argumento lo es y sin embargo yo creo que el mayor logro de la novela es lograr
ponerte en la piel de su protagonista. O que al menos intentes comprender sus
razones y solo lo podrás hacer cuando conozcas su pasado. Esas cosas que le han
marcado y por las que ha actuado como lo ha hecho. A la misma vez que Marga da
vueltas a todo, te hace reflexionar sobre la importancia de la comunicación.
Como nos puede hacer daño lo que callamos o cómo hay veces que hay un momento
justo para hacerlo y si no ya no tiene mucho sentido. ¿Es mejor hablar y hacer
daño o callar y dejar que cada uno lo explique cómo pueda?
La novela está narrada por una voz en tercera persona
omnisciente que irá intercalando el relato de las tres etapas diferentes en la
vida de Marga. La de una adolescente, la de una joven que está a punto de pasar
a la vida adultez, y la de una adulta. La voz de Pedro Ramos es cercana,
delicada y sutil. Una novela que lees por placer pero que a la vez tiene cierta
intriga y te invita leyendo para descubrir ciertos interrogantes que se nos
plantean.
Conclusión
Tres mil noches con
Marga es una novela delicada y emotiva que he disfrutado leyendo. Incluso
se me ha hecho corta. Me hubiese gustado que el autor la hubiera alargado un
poco más.