Título: La última noche en Tremore Beach
Autor: Mikel Santiago
Publicación: Ediciones B, junio de 2014
Páginas: 424
Un compositor que
ha perdido la inspiración.
Una casa aislada en
una playa irlandesa.
Una noche de
tormenta que puede cambiarlo todo.
Peter Harper es un
prestigioso compositor de bandas sonoras que, tras un traumático divorcio, se
refugia en un rincón perdido de la costa de Irlanda para recuperar la
inspiración. La casa de Tremore Beach, aislada en una enorme y solitaria
playa, parece el lugar indicado para lograrlo. Todo parece perfecto... hasta
que llega la noche de la gran tormenta.
Mis impresiones
Tenebrosa, inquietante, adictiva son solo algunos de los adjetivos
que pueden aplicarse a La última noche en
Tremore Beach del autor vizcaíno Mikel Santiago. Se trata de un thriller
psicológico que sorprende desde la primera hasta la última página y no te
permite despegarte de la historia en las de en medio. Y llega hasta nosotros
acompañada de una sugerente y evocadora portada que invita a leerlo.
Peter Harper es un conocido y premiado compositor de
bandas sonoras que recientemente ha pasado por un divorcio que le ha dejado
bastante tocado sentimental y emocionalmente. Como consecuencia del mismo se
siente incapaz de seguir trabajando y producir una buena obra por lo que se ve
obligado a renunciar a tentadoras ofertas de trabajo. Para intentar superar
este bache se ha trasladado a una casa aislada en la playa de Tremore Beach, un
rincón perdido de la costa irlandesa, donde ha encontrado toda la tranquilidad
que buscaba.
Allí su vida no tiene ninguna singularidad hasta que algo
ocurre durante una trágica noche en que un terrible temporal alerta tanto a las
autoridades locales como a la población. Mientras todo el mundo se refugia de
la tormenta, Peter decide acudir a la cita que tiene concertada con unos
amigos. Sin embargo, esa noche cambiará su vida para siempre…..
Mikel Santiago ha creado, en mi opinión, una de esas
historias que te atrapan desde el principio y no te quedas tranquila hasta
llegar a la última página. Uno de los mayores aciertos que tiene esta novela es
la tensión que el autor va acumulando en el lector quien no tiene otra opción que
permanecer en estado de alerta cada vez que abre este libro. Este aspecto lo
consigue principalmente mediante dos efectos desarrollados a la perfección. Uno
de ellos es la narración en primera persona, a través de la cual vivimos todos
los acontecimientos a través de los ojos del protagonista y al mismo tiempo y
el otro son las descripciones, enormemente vivaces y tan plásticas que no
cuesta nada introducirse en cada escena. A veces incluso nos pondrá los pelos
de punta y nos hará estremecernos de miedo.
El protagonista de esta historia es Peter Harper un personaje al que no cuesta nada comprender,
resulta simpatico y sobre todo le
sentimos muy cercano. Nos vamos a encontrar a un hombre destrozado, un
prestigioso compositor que tras un inesperado y reciente divorcio (inesperado
porque a pesar de ver flojear la relación nunca pensó que llegarían ese punto)
se encuentra solo, desorientado y bloqueado creativamente. Su ex mujer tiene
una nueva pareja y se ha mudado a otro país con sus dos hijos por lo que el protagonista
solo puede disfrutar de ellos en momentos puntuales. En Tremore Beach ha hecho
unos pocos amigos, Leo y Marie Kogan, ha encontrado una mujer con quien
desahogarse y con tiene una relación pasajera, Judie, pero sobre todo la paz
que necesita. El autor es capaz de acercarnos sencillez y precisión a los
pensamientos y sensaciones de este personaje como si estuviésemos dentro de su
pellejo.
Todos los secundarios que completan el elenco de
personajes resultan de alguna manera interesantes y la mayoría de ellos nos
hace desconfiar en algún momento determinado porque parecen tener algo que
ocultar. A su manera cada uno de ellos desarrolla un
papel muy concreto en la historia que influye de forma definitiva en su
desarrollo.
Pero esta historia no resultaría tan efectiva sin un
entorno clave como resultan los escenarios donde se desarrolla la acción y que
el lector va imaginando con todo lujo de detalles. Cerca de una pequeña población
de la costa irlandesa que no cuenta con más de ciento cincuenta habitantes
llamada Clenhburran se encuentra Tremore Beach, un paraje solitario en donde se
asienta la pequeña casa que ocupa Peter Harper. Es una zona donde el clima favorece
el desarrollo de frecuentes y fuertes tormentas que amenazan con romper la
tranquilidad de sus habitantes. Este escenario no puede ser más favorecedor a
la hora de crear un ambiente asfixiante, inestable e incluso algo tétrico. En algunos
momentos da la sensación de que los personajes están solos en el mundo.
Mikel Santiago hace gala de un estilo narrativo muy ágil,
dinámico y sencillo sin perder en ningún momento las buenas maneras y cuidando
los detalles al máximo. Lo que más me llama la atención es la capacidad que
tiene de conectar con el lector y arrastrarle hacia el interior de la historia.
Como ya he dicho las descripciones de escenas, lugares o personajes son
tremendamente visuales pero a la vez sumamente precisas de forma que toda la
información es útil y prescinde de lo superfluo que alargaría de forma innecesaria
sin aportar nada.
Será Peter Harper, el protagonista de la historia la voz
narrativa que conduzca la historia. Es una novela muy adictiva que es muy difícil
dejar a un lado, en parte gracias al buen ritmo que mantiene durante toda su
extensión e impide que nos despistemos. Luego, en algunos momentos puntuales la
acción se vuelve frenética y el lector se encuentra en una vorágine de acontecimientos
que lo arrastran a devorar página tras página.
Formalmente la novela se estructura en tres partes, las
cuales están divididas a su vez en diferentes capítulos de corta extensión que
agilizan de forma extra su lectura. Además La
última noche en Tremore Beach cuenta con un final a la altura de las
circunstancias y del resto de la novela que no nos va a defraudar. Todos los cabos
quedan bien atados y el lector satisfecho.
Conclusión
La última noche en
Tremore Bech es un inquietante y desconcertante thriller psicológico que
atrapa definitivamente al lector entre sus páginas. Con una trama sólida y
coherente, muchísima acción y un personaje al que tomar cariño de forma
inmediata. Una novela muy recomendable.