Título: El
unicornio
Autora: Iris
Murdoch
Publicación:
Impedimenta, abril de 2014
Páginas: 345
Una historia que
combina con magistral eficacia la intensidad de la novela gótica y la
fascinación del cuento de hadas. Una novela impresionante en la que Iris
Murdoch explora las fantasías e indecisiones que gobiernan a todos aquellos que
han sido condenados a una entrega apasionada, aunque sin esperanza.
Cuando Marian
Taylor acepta un empleo de institutriz en el castillo de Gaze y llega a ese
remoto lugar situado en medio de un paisaje terriblemente hermoso y desolado,
no imagina que allí encontrará un mundo en que el misterio y lo sobrenatural
parecen precipitar una atmósfera de catástrofe que envuelve la extraña mansión,
y nimba con una luz de irrealidad las figuras del drama que en ella se está
representando. Hannah, una criatura pura y fascinante, es el personaje
principal de ese pequeño círculo de familiares y sirvientes que se mueven en
torno a ella como guiados hacia un desenlace imprevisible. Pero Marian no puede
saber si ese divino ser es en realidad una víctima inocente o si estará
expiando algún antiguo crimen.
Mis impresiones
De esta autora hace algunos años ya leí
Amigos y amantes, una novela de género policial que aún sin ser
mi género favorito me gustó mucho y me dejó con las ganas de seguir conociendo
a esta autora. Recuerdo que en aquel
momento lo que más me sorprendió fue su trama verdaderamente ingeniosa y su
construcción.
Aunque soy consciente de que El unicornio, publicada originalmente
en el año 1963, ni es su obra más
representativa ni conocida no llego a acertar el motivo por el que me llamó la
atención. Quizás el hecho de que el sello Impedimenta la incorporara a su
colección fue algo definitivo.
Tras su lectura he necesitado algunos días para aclararme y definir mis
ideas. Ahora que he empezado a escribir esta reseña sigo sin tener muy claras
mis sensaciones. El unicornio me ha intrigado tanto como extrañado, en
ocasiones fascinado y otras me ha costado entender lo que su autora quería transmitir.
Quizás no sea una lectura para todo el mundo o por lo menos para coger en
cualquier momento.
La novela comienza cuando Marian Taylor, una maestra de escuela de
treinta años, llega en el tren a un exótico paraje costero en donde se
encuentra el castillo de Gaze, el lugar donde la joven pasará los próximos
meses trabajando como institutriz para la familia después de ser contratada a
través de un anuncio en el periódico.
Sus primeras sensaciones en aquella tierra son sobrecogedoras por la visión
de impresionantes acantilados, oscuras
rocas y la extrema sequedad del terreno que parecen configurar un escenario
apartado del resto del mundo. Si bien el castillo no le sorprende demasiado si
lo hace encontrarse con la idea de que en él no hay niños a los que formar sino
que será la dama de compañía de la joven señora de la casa. Conforme los días
van pasando Marian intuye que algo atípico flota en el ambiente y que todos los
habitantes el castillo parecen querer ocultarle algo….
Una de las cosas que más me ha gustado de la novela pero a la vez me ha
desconcertado es el juego de espejos en el que se miran sus personajes y donde
al lector le resulta complicado saber que está ocurriendo en realidad entre
ellos así como cuales son los personajes que mienten y cuales dicen la verdad. Lo
más resaltable de ellos es su complicada psicología que los hace extremadamente ambiguos.
Hannah es uno de los personajes más interesantes de la novela y la que
más juego ofrece. Se trata de la joven señora de la casa. Un ser envuelto en un
halo de misterio, tan místico y espiritual que es imposible creer la acusación
que otros de los personajes vierten sobre ella. La joven parece haber sido
encerrada en el castillo después de cometer hace siete años un terrible acto por
el cual el esposo la castiga desde la distancia. Es el personaje da título a la
novela que tiene mucho en común con el unicornio, un animal mágico que
representa la pureza, la virtud y la espiritualidad.
A su alrededor circulan extraños personajes como Gerald Scottow,
Effingham, Denis Nolan o la familia Lejour a los que el lector irá encontrando
su cara y su cruz que representan de una u otra manera los carceleros de la
joven. Son figuras como el celoso guardés, el loco al que nadie toma en serio,
el ama de llaves controladora o unos vecinos con los que la relación no es muy
cercana. Cada uno juega un papel esencial en el montaje de la historia. Tampoco
puedo olvidarme de Marian Taylor, la conductora de la historia y el personaje
más terrenal que encontraremos en la novela. Eso sí, el resto le ganará terreno
hasta llegar a confundirla.
Iris Murdoch no ha podido crear una ambientación mas especial para
situar estos personajes. Aunque la acción transcurre en los años sesenta una
vez Marian llega al castillo el ambiente se torna oscuro, con tintes góticos y
detalles que hacen sentir al lector como si algo extraño flotara en el ambiente
y se encontrara en un lugar donde el tiempo se detuvo al menos un siglo atrás.
Realmente este suspense es una de las cosas que más conseguidas en la novela.
El castillo de Gaze y sus alrededores es el único escenario donde se
desarrolla la historia. Se ubica en algún lugar no concretado de la costa de
Irlanda marcado por un paisaje desolador que se caracteriza por su aridez, el
terreno escarpado, una amenazante ciénaga y la escasez de habitantes. Las descripciones
del paisaje con las que comienza la novela me han parecido sensacionales porque
a la vez que crea imágenes muy exactas en el lector nos va relatando las
sensaciones de la protagonista. Ya desde el inicio nos sentimos angustiados a
la vez que este personaje, respirando la misma atmosfera opresiva.
Pero El unicornio no es una simple novela de suspense que hace
al lector cuestionarse el porqué de muchos de los acontecimientos que allí
suceden sino que además tocas temas tan profundos como la existencia y
relatividad del bien y el mal, la expiación de los pecados, la justicia de los
castigos o la posibilidad de perdonar.
Iris Murdoch emplea un estilo sumamente cuidado a la par que elegante
con precisas descripciones y muchas reflexiones pero en el que destaca la
perfecta utilización de la tensión narrativa para crear inquietud en el lector.
Y mientras nos da una de cal y una de arena porque también hay escenas extrañas
y casi difíciles de encajar. Es una novela para saborear con mucha
tranquilidad. En primer lugar por su ritmo narrativo y también para llegar a
apreciar todo lo que se nos intenta transmitir. Quizás en la recta final la
novela decae un poco y parte de la magia se pierde.
Conclusión
Como os he dicho antes, dudo de que El unicornio sea una lectura
capaz de disfrutar cualquier lector. Nos encontramos ante un gran metáfora que
nos habla de algunos de los grandes males de la humanidad y todo ello como si
de un cuento de hadas, con hechizos incluidos, se tratase.