Título: La fundación 2.1
Autor: Jaime Molina García
Publicación: Éride, abril de 2014
Páginas: 209
Como el personaje
de una novela de Melville, Ismael emprende el viaje de su vida a través de la
palabra escrita, detrás de la pantalla de un ordenador. Un viaje también en pos
de una mujer, Marian, una de sus mejores alumnas, cuya tesis acerca de los
escritores ocultos será el punto de partida hacia un turbador e inesperado
destino: el fácil acceso a la felicidad en el mundo virtual.
¿Por qué elegir la
desdicha cuando se puede ser feliz? Los problemas pueden ser borrados pulsando
solo una tecla. La Fundación lo prevé todo: el perfil más atractivo, los deseos
satisfechos, el futuro iluminado por la ilusión, el mundo hecho a medida. Solo
hay que dejarse atrapar por la Red, el único lugar donde no se puede distinguir
la realidad de la apariencia, la verdad del fraude, la confianza de la
irresistible seducción de la impostura.
Mis impresiones
El año pasado, curiosamente también por estas fechas, os
presentaba Una
casa respetable, el anterior trabajo de Jaime Molina. Una novela que me
encantó gracias a la capacidad narrativa del autor, la original forma de
construirla y la temática. Ya sabéis los habituales de este pequeño espacio que
me apasionan las sagas familiares, género en el que se encuadra esta obra.
Es quizás por ello, por lo que Una casa respetable me ha gustó un poco más que La fundación
2.1, que resulta otra novela muy trabajada en la que se nota la
calidad pero cuya temática no tiene nada que ver con la anterior. De todas
formas no deja de ser una obra muy interesante y muy de actualidad que combina
temas muy interesantes.
“Hay días en que me parece estar caminando sobre un
alambre, días en lo que me siento derrumbado, en caída libre y sin saber en qué
momento notaré la sacudida del golpe que se cierne sobre mí, pero, sobre todo,
cada vez son más frecuentes esos días en
los que tengo la impresión de vivir en un mundo ajeno, en un espacio y tiempo
que escapan por complejo a mi control” (Página 11)
Esta es una de las frases con las que el propio Ismael se
define en su propio blog creado por recomendación de un amigo psiquiatra con el
objetivo de poder liberarse de ciertos sentimientos o expresar algunas ideas
que machacan su mente.
Al igual que todos los que tenemos un blog, el de Ismael
comenzó con textos básicos y un diseño rudimentario pero poco a poco fue
adaptándolo a sí mismo, mejorando su aspecto y consiguiendo, sobre todo, que
fuera un reflejo de sus estados de ánimo.
Como todos nosotros el narrador, ha optado un nombre falso o un Nick. En
este caso ha elegido el nombre en honor al personaje de Moby-Dick, del escritor
Herman Melville.
Mientras Ismael hace su particular terapia nosotros, los
lectores, iremos conociendo a la persona cuya identidad conocernos como Ismael.
Un profesor de universidad especializado en Lengua y Literatura cuyo
matrimonio, después de diciecisiete años, se fue enfriando hasta el momento en
que encontró a su mujer en la cama con otro y se rompió de forma definitiva.
A partir de ese momento, Ismael le dio rienda a sus
deseos y comenzó a acercarse a Marian, una de sus mejores alumnas y a quien el
protagonista ayuda a elaborar una compleja tesis sobre los “negros” o
escritores ocultos, aquellos que escriben las obras pero no llegan a firmarlas.
Entre ellos se establece una compleja y extravagante relación que llegará a un
curioso punto.
Uno de los temas presentes en la novela es el del
“escritor fantasma o negro”, ese autor que escribe por encargo y no espera
reconocimiento alguno, dejando las flores para el que ante el público se
atribuye la autoría. Jaime Molina nos acerca a esta figura, presente también en
los guiones de cine, ofreciéndonos algunas ideas o reflexiones sobre sus
motivaciones, intereses u objetivos. Me ha parecido especialmente interesante
esta parte ya que Jaime Molina nos pone algunos ejemplos de escritores muy conocidos
y reconocidos de la talla de Salinger, Proust u Onetti.
Pero sin duda el gran tema que destaca sobre el resto en
la novela es la comunicación a través de las redes sociales. Un acto que muchos
de nosotros realizamos a diario. Nos sentamos frente a la pantalla y podemos
ser quien nosotros queramos en ese momento y desempeñar el papel que se nos
antoje. Pero si a un lado esto es posible, al otro no deja de ser menos viable.
La red es un hervidero de relaciones de todo tipo pero donde es difícil discernir
la verdad de la mentira.
El verdadero problema surge cuando la necesidad de
utilizar las redes sociales nace del fracaso
de las relaciones personales y se intenta suplir el contacto humano a
través de una máquina. En ciertos casos, se crea una especie de círculo vicioso
que aleja cada vez más a la persona de la sociedad y le introduce en un mundo
de ficción. A la vez y sin darnos cuenta exponemos nuestra vida más de lo que
pensamos y eso no está exento de cierto peligro.
Curiosamente La Fundación, que da título a la novela, no
nos la encontraremos prácticamente hasta el último tercio de la novela. Se
trata de página de contactos que promete alcanzar la felicidad a cualquier
individuo que se atreva a pulsar la tecla indicada. Pero este también se expone
a una serie de cambios que se perpetuarán en su vida.
Debido al formato por el que el autor ha optado, un blog
personal, la novela está narrada en primera persona. De este autor me llama la
atención que siempre encuentra una manera diferente de contar sus historias
utilizando un estilo muy personal, cuidado e incluso culto. Jaime Molina ha
establecido una especie de juego con el lector en el que cierta información
resulta algo ambigua de forma que no somos capaces de distinguir ciertos
límites en que la verdad se torna difusa.
Me da la sensación de que la novela está muy pensada ya
que incluso el nombre del personaje, Ismael, elegido por el personaje de
Melville como os he comentado antes tiene una razón de ser. Su autor establece
un paralelismo entre los viajes de los dos personajes. Aunque uno de ellos navegue virtualmente y el
otro lo haga en el ballenerro la travesía está marcada por sus obsesiones.
Conclusión
La fundación 2.1
es un libro que a la vez que toca temas muy
interesantes relacionados con la literatura y el mundo de las redes sociales
también nos relata una extraña historia de amor. Y todo ello narrado con pulso
firme y perfectamente engarzado en una misma historia (a pesar de que un tema
no tiene nada que ver con el otro). También nos habla de amor, obsesiones o la
búsqueda de la felicidad.