Título: El jardín a
la luz de la luna
Autora: Corina
Bomann
Publicación: Maeva,
junio de 2014
Páginas: 440
Desde
que Lilly Kaiser, una mujer que regenta una tienda de antigüedades en Berlín,
perdió a su marido, no ha tenido muchas ganas de emprender nuevos proyectos.
Pero un extraño anciano que le deja un misterioso violín antiguo, acompañado de
una partitura titulada El jardín a la luz de la luna, despierta su curiosidad. Lilly se pone en contacto con una amiga
musicóloga y, juntas, con la ayuda de un experto en instrumentos antiguos,
buscarán el origen del enigmático instrumento. Su investigación las llevará a
la Sumatra de principios del siglo xx, la exótica isla donde Rose Gallway, una
joven violinista de gran talento, vivió una desdichada historia de amor ligada
al misterioso violín y también a la historia de Lilly.
Mis
impresiones
El año pasado, por estas fechas más o
menos, disfruté mucho con La isla de las mariposas, la novela
que dio a conocer a la alemana Corina Bomann en nuestro país. Si en principio
me enamoró por completo su preciosa portada también me hizo disfrutar mucho con
una historia de intrigas familiares, una ambientación exótica y una narración
muy amena. Es por ello que cuando descubrí entre las novedades de junio una
nueva publicación de la autora me llamó la atención de nuevo y sabía que
acabaría en mis manos.
Tanto la anterior como El jardín a la luz de la luna, que también se nos presenta con una sugerente
portada tras la que se van los ojos, son novelas ideales para el verano. Sus
historias son tremendamente amenas y entretenidas, te atrapan desde el principio
y además de estar bien construidas tienen la capacidad de dejar la mente
relajada y tranquila.
Un elemento que hace esta historia aún más atractiva es
su desarrollo a través de dos líneas argumentales que discurren de forma
paralela y aunque intuimos que tienen una íntima relación no será hasta el
final cuando desvelemos por completo el nexo que las une.
La trama que da comienzo a la novela se sitúa en Berlín
en el año 2011 cuando Lilly Kaiser, una mujer joven que regenta una tienda de
antigüedades, recibe la inesperada visita de un desconocido que le entrega un
antiguo violín con una rosa grabada. En su interior se esconde una misteriosa
partitura. A pesar de que Lilly nunca ha visto ese objeto el hombre asegura que
es de su propiedad y antes de que pueda
reaccionar el visitante desparece sin más explicaciones. Este hecho despierta
mucha curiosidad en Lilly, una mujer de vida sencilla y algo solitaria, quien
emprende una investigación para desvelar el origen del enigmático descubrimiento.
La otra línea argumental se remonta a una noche del año
1902 en la ciudad indonesia de Padang (isla de Sumatra) cuando Rose Gallway,
una portentosa y joven violinista acude como invitada de honor a una cena
organizada por el gobernador de la isla.
Esa noche Rose conocerá al hombre que cambiará su destino y con el que
vivirá una intensa historia de amor.
El jardín a la luz
de la luna nos propone un delicioso rompecabezas en el que para unir sus
piezas tendremos que ir viajando entre el pasado y presente componiendo la
historia de un protagonista muy singular: un misterioso violín fabricado en el
siglo XVIII que cuenta con una extraña particularidad entre los instrumentos de
este tipo. Alguien grabó una rosa en la madera dejándolo marcado para siempre.
Esta novela, en mi opinión, se encuentra entre dos de los géneros que más
disfruto en la literatura. Tiene algunos componentes de la novela de paisaje
(como unos escenarios muy exóticos y evocadores) y otros de las sagas
familiares como trágicas historias de amor, traiciones, secretos…
Son dos los personajes que más destacan
en la historia. Lilly protagoniza el presente y Rose Gallway será la estrella
en el pasado. Esto no quiere decir que no existan otros personajes que con
menor peso resulten imprescindibles en la historia y estén también muy bien definidos
como Helen Carter, Ellen, Gabriel, Paul Havenden, etc.
A pesar de su juventud a Lilly le ha dado
tiempo a experimentar ciertos acontecimientos muy dramáticos en su vida. Poco
después de casarse perdió a su esposo por lo que su vida se desarrolla de forma
algo solitaria y con excesiva tranquilidad. Prácticamente solo se dedica a
trabajar en la tienda de antigüedades que tiene en Berlín por lo que se ha
convertido en una mujer muy practica y realista pero con muchas ganas aún de
vivir. En cambio Rose a pesar de su corta edad es una de las mejores
violinistas de Indonesia. Nacida en la ciudad de Padang es hija de un británico
y una nativa por lo que ha absorbido una parte de cada una de las culturas. Se
trata de una mujer fuerte, convencida y pasional. Dos mujeres que tienen muchos
puntos en común a pesar de pertenecer a dos generaciones y dos mundos
completamente distintos.
Os decía antes que la novela se
desarrolla en un contexto muy exótico y del que hasta ahora creo que no había
leído nada como es la isla de Sumatra en Indonesia que en aquel momento era una
colonia holandesa donde se explotaban las plantaciones de tabaco y azúcar. Un
lugar, que aunque no es descrito de forma exhaustiva, se nos construye con
pinceladas básicas pero de forma que resultan muy visuales, por lo que son muy
fáciles de adivinar. Sus paisajes, su forma de vida, algunas costumbres de sus
nativos son detalles que al lector le gusta conocer. Además en la actualidad a parte de la isla
viajaremos desde Alemania a Londres e Italia siguiendo el rastro del violín.
De nuevo Corina Bomann nos ofrece un
estilo sencillo, ameno y fluido. No solo resulta muy asequible al lector sino
que además, como os he dicho antes, relaja al contar con una prosa envolvente,
cargada detalles exquisitos que cuentan lo justo para ilustrar. La voz
narrativa corre a cargo de una tercera persona omnisciente que avanza con un
ritmo medio y regular en toda su extensión.
La novela se estructura a través de
treinta y tres capítulos de extensión media más un epílogo que van alternando
las dos líneas argumentales entremezclando presente y pasado hasta llegar a un
final que conecta ambas historias. Aunque este final quizás no sea de esos que
te dejan la boca abierta sino más bien de esos que al lector no le cuesta
demasiado imaginar (algo que tampoco tiene porque ser negativo) he disfrutado
tanto la historia así como su forma de contarlo que a pesar de todo me ha
dejado un buen sabor de boca. Y sobre todo con la sensación de que la autora ha
construido algo creíble, razonable y consecuente con el resto de la novela. Lo
cierto es que no me gustan demasiado los finales que con tal de sorprender al
lector llegan a desvirtuar la historia.
Conclusión
El
jardín a la luz de la luna es una novela muy refrescante y entretenida, de
esas que se leen de forma muy gustosa y son ideales para el verano. Escenarios
exóticos, secretos familiares, historias de amor, segundas oportunidades son
algunas de las cosas que vais a encontrar en ella.