Título: El misterio de Pont-Aven
Autor: Jean-Luc Bannalec
Publicación: Grijalbo, junio de 2013
Páginas: 280
Un pueblo pintoresco y plácido donde se vive como en ningún otro sitio, un asesinato inexplicable al inicio de la temporada estival, un secreto celosamente guardado y un comisario huraño, adicto al café, aficionado a los pingüinos y a la buena mesa que, por fin, tiene un caso... ¡Bienvenidos a la Bretaña!
Mi experiencia con la novela
Con una portada evocadora, sugerente y fresca en la que es casi imposible no fijarse, Grijalbo nos trae El misterio de Pont-Aven, novela que el año pasado escaló hasta los primeros puestos de las listas de ventas alemanas gracias a la recomendación de libreros y el boca a boca de sus lectores donde permaneció 42 semanas alcanzando una cifra de ventas superior a los 300.000 ejemplares.
Este título es el primer volumen de lo que se convertirá en una saga cuyos episodios de forma independiente serán protagonizadas por el mismo personaje, el comisario Dupin. Parece ser que la segunda entrega ya ha sido publicada en Alemania y será cuestión de tiempo que llegue a nuestras librerías.
El misterio de Pont-Aven es una novela de género policiaco con un sabor clásico que cuenta además con cierta elegancia y una ambientación inspiradora y seductora. Una lectura deliciosa y sugerente que se devora en poco tiempo y resulta muy refrescante.
Pont-Aven |
A punto de comenzar la temporada estival un misterioso asesinato ha irrumpido la tranquilidad de Pont-Aven, un pueblo idílico y pintoresco situado en la Bretaña Francesa. Pierre-Louis Pennec, el nonagenario propietario del hotel Central ha aparecido muerto en extrañas circunstancias. Nadie ha visto ni oído nada fuera de lo común.
La víctima era una de las figuras más respetadas y admiradas del lugar, un anciano que a sus 91 años de edad regía con mano firme y absoluta adoración un hotel que formaba parte no sólo de su familia sino también de la historia de Pont-Aven. A pesar de su edad se encontraba en buena forma y cada día seguía la misma rutina. El hotel Central fue fundado por su abuela y había sido a finales del siglo XIX el refugio de artistas y pintores, entre ellos el famoso Paul Gauguin, que inspiró gran parte de su obras.
El encargado de resolver el caso será el comisario Georges Dupin, un parisino tozudo, adicto al café y amante de los pingüinos que hace casi tres años fue trasladado a Cornaceau, municipio cercano al lugar de los hechos, debido a sus arranques de mal humor e indisciplina. Cuando aparece un segundo cadáver, el comisario Dupin se dará cuenta de que la resolución del caso será más complicada de lo esperado pues se enfrenta a unos habitantes que tienen pocas de hablar, a una familia que esconde muchos secretos entre sus miembros y un objeto de gran valor codiciado por muchos.
La historia se desarrolla mediante una trama detectivesca con un corte clásico, sencillo y lineal que se lee de forma gustosa y permite saborear sus exquisitos detalles. El autor ha construido una investigación limpia en la que no se tienden trampas al lector ni existen giros imposibles ni un ritmo vertiginoso sino que de forma sosegada vamos acompañando a Dupin en sus pesquisas, investigando las pistas en el escenario del crimen, interrogando a los posibles testigos e intentando descifrar la información que va adquiriendo.
En cuanto al protagonista de la novela, Georges Dupin, se gana nuestra simpatía de forma inmediata a pesar de que representa el papel de antihéroe. No es el típico policía que ha perdido a toda su familia y se encuentra traumatizado por ello (gracias a Dios) ni tampoco es el investigador omnipotente capaz de encontrar indicios donde no los hay sino que es un hombre independiente, de carácter algo tosco y malhumorado al que le encanta el café y la buena comida. Su intuición e inteligencia, su aspereza en ocasiones y los diversos toques irónicos que aporta le hace un personaje muy atractivo y muy real.
Alrededor de este personaje se encuentran tanto el resto de investigadores de la policía como los vecinos de la región cuyo carácter nos define su autor perfectamente aportando cierto encanto adicional por sus particularidades. Cada uno de sus personajes tiene un carácter y un objetivo concreto en la historia. Los bretones son gente que hace piña y aunque aceptan a los “extranjeros” les cuesta abrirse a ellos. Tozudos, socarrones, reservados, melancólicos, amantes de la poesía e imaginativos representan una sexta parte de la población francesa.
La novela se desarrolla en la costa bretona, concretamente en el pequeño pueblo de Pont-Aven, un lugar donde nunca pasa nada y sus vecinos disfrutan de un ambiente plácido y sereno durante el invierno hasta la llegada de las vacaciones cuando el buen tiempo atrae a los turistas y sus calles se llenan de bullicio y alegría. Esta pequeña ciudad es conocida por la colonia de artistas establecidos allí a finales del siglo XIX que fascinados por la bucólica perfección del lugar lo eligieron para inspirarse en sus creaciones. Entre los que acudieron en aquella época destaca el famoso Paul Gaugin que en 1886 fundó allí la Escuela artística de pintores por la que pasaron diversos artistas y que contribuyó a que en la actualidad este arraigada una fuerte cultura pictórica a través de las numerosas galerías que existen. Este aspecto artístico está presente en toda la novela ofreciendo al lector algunas pinceladas de esta disciplina aunque justo en la medida que interesa y relacionada con la historia.
Puerto Pont-Aven |
A través de la novela no resulta difícil imaginarse el ambiente bucólico y pintoresco de los paisajes en donde se desarrolla la historia. Las descripciones tan evocadoras que el autor realiza de este lugar lo hacen una lectura encantadora y fresca que encandila y reconforta. Sus puentes sobre el Aven, sus casas de piedra, los molinos, el puerto, el bosque y la vegetación exuberantemente coloreada conforman un destino muy apetecible para cualquier viaje.
Muy cerca de allí esta Concarneau, el municipio donde tiene su destino el comisario Dupin, en él se encuentra el mayor puerto atunero de Europa, con gran concentración de monumentos históricos y gran diversidad de especies marinas. Se le conoce como la Ciudad Azul por las redes que extendían los pescadores y que teñían su paisaje de este color.
La novela está narrada en tercera persona con un vocabulario sencillo, un estilo ameno y fluido aunque también elegante y distinguido. Su extensión y la intriga que genera la historia junto a la amplia presencia de diálogos permiten su lectura prácticamente del tirón ya que engancha desde sus primeras páginas. La novela se desarrolla en cuatro días en los que cada uno de ellos representa la división en los cuatro capítulos que contiene.
Me gusta la concisión y brevedad con la que se nos presenta el caso. Jean-Louis Bannalec no nos distrae del mismo con elementos innecesarios, ni pierde el tiempo intentando despistarnos, sino que se centra en examinar coartadas, el móvil del crimen o valorar a los sospechosos. A veces no se necesitan historias truculentas, con giros imposibles y situaciones límite para disfrutar de una buena novela policiaca. A veces es posible conseguirlo a través de otros detalles que hacen al lector sentirse muy cómodo entre sus páginas.
Conclusión
El misterio de Pont-Aven es una novela policiaca de corte clásico y lectura deliciosa. Una novela con una ambientación maravillosa que demuestra que la literatura también nos puede conquistar con una trama limpia, sencillez y buen gusto.
Ficha técnica: http://www.megustaleer.com/ficha/GR50344/el-misterio-de-pont-aven