miércoles, 12 de octubre de 2016

Gritos en la llovizna - Yu Hua



Título: Gritos en la llovizna
Autor: Yu Hua
Publicación: Seix Barral, septiembre de 2016
Páginas: 320

El mediano de tres hermanos, Sun Guanglin, se siente ignorado por sus padres. A la edad de seis años lo envían a vivir con otra familia, y regresa tiempo después, el mismo día en que la casa familiar queda destrozada en un incendio, hecho que intensifica aún más su exclusión. Pero la posición de Sun como marginado en su familia y su pueblo lo emplaza en una situación única para observar la naturaleza cambiante de la sociedad china, mientras las dinámicas sociales y familiares se transforman bajo el mandato comunista. Una desgarradora historia de supervivencia narrada en primera persona que detalla la tumultuosa experiencia de una familia en la China rural.

Mis impresiones

Debido a mi afición por la literatura oriental tenía muchas ganas de leer a Yu Hua. Este autor se convirtió en 2002 en el primer escritor chino que ganó el James Joyce Foundation Award. Su obra es muy relevante en China, aunque durante muchos años fue censurada, e incluso una de sus novelas (¡Vivir!) ha sido llevada al cine.

En 1965, un niño empezó a sentir un terror indescriptible a la oscuridad nocturna. Recuerdo esa noche en que flotaba la llovizna; yo ya estaba acostado, era tan menudo que parecía un juguete que alguien hubiera dejado encima de la cama.”

Gritos en la llovizna, escrita en 1991, nos narra los recuerdos de Sun Guanglin, un niño al que sus padres ignoran. Es el mediano de tres hermanos y cuando solo tenía seis años fue regalado en adopción a otra familia que lo necesitaba para trabajar. Cinco años más tarde, el niño tiene que regresar a su hogar y llega justo en el momento en que la casa familiar es devastada por un incendio. Este hecho, tomado por los padres como un siniestro augurio, aún le distancia más de la familia. Mientras, él observa el mundo con curiosidad, aprende de los demás y forja relaciones que irán marcando su existencia.

La primera palabra que viene a la cabeza para definir el tono de esta historia es como una tragicomedia. Gritos en la llovizna tiene la capacidad de hacerte reír y llorar al mismo tiempo. Es una historia dura, desgarradora, la de un niño que sobrevive en un país de gentes deshumanizadas pero que en ciertos momentos rompe toda esa tensión narrativa acumulada con una escena esperpéntica que te saca una sonrisa. A la vez hay algo de irrealidad que flota en el ambiente, un algo que le da a esta novela un aire de fábula.

Tanto la vida como la literatura en el mundo oriental se rigen por conceptos distintos al occidental. Ellos son más educados, más delicados y respetuosos. No hablan de ciertas cosas y esta novela me ha sorprendido mucho porque se tocan temas bastante carnales sin ningún pudor ni recato, con muchos detalles y de forma muy directa.

El narrador y protagonista de la historia es Sun Guanglin, que nos va contando su niñez en dos familias muy distintas y posteriormente su adolescencia. Una es la suya propia, la biológica. Formada por personas con quien no tiene nada en común, con quien no existe la comunicación más allá de ciertos encuentros violentos. Su padre Sun Guangcai es un hombre que me ha transmitido sentimientos muy negativos. Es soberbio, egoísta, bruto e incluso cruel. Tampoco va a mejorar la peculiar familia adoptiva que durante cinco años le proporcionará una extraña y triste existencia. Poco a poco Sun Guanglin nos los irá presentando al resto convirtiéndolos en el elenco de secundarios que van a influenciar directamente en el carácter del joven. Si la situación con su familia no parece preocupar al protagonista en exceso sí que lo hace la llegada de la pubertad, el conocimiento de su propio cuerpo y sus primeros acercamientos al sexo, que serán motivo de desconcierto.

Parte de la historia se desarrolla en un pequeño pueblo rural de China llamado Nanmen. Un lugar en el que vamos a percibir su pobreza, la estrechez de mira de sus habitantes, la falta de información y educación, y el desapego afectivo. La violencia, los agravios, los maltratos físicos y psíquicos conformarán gran parte del relato. En el país  en el momento que se desarrolla la novela se vive bajo el mandato comunista de Mao (finales de los sesenta y los setenta) aunque está a punto de producirse la revolución cultural.

Esta historia no tiene un argumento muy definido, ni siquiera su narración es lineal en el tiempo. Son un conjunto de anécdotas y recuerdos de un niño que vive en la desgracia. Narrada con un sentido del humor un tanto ácido, de forma cruda me ha parecido una historia triste pero con mucha garra. Una historia que va sorprendiendo y nos muestra un mundo muy diferente a l nuestro a través de una atmosfera muy peculiar. La voz en primera persona, narrado con la perspectiva de los años, no nos va a mostrar que el niño se sintiera excesivamente desgraciado ni que fuera realmente consciente de muchos de los hechos que vive o ve a través de los demás. Me ha parecido un punto de vista interesante por su carencia de sensibilidad a pesar de lo grave que resulta lo que esta contado.

Al no tener Gritos en la llovizna la típica estructura de introducción, nudo y desenlace sí que he echado de menos que la novela terminara en una especie de conclusión o un final más contundente que me llevará a algún punto en concreto. Sin embargo esto no se produce.

Conclusión

Gritos en la llovizna es una novela que sorprende por sus momentos duros mezclados con un sentido del humor muy agudo. Una novela que nos muestra la vida de un niño privado de cariño y afecto que tendrá que encontrar su lugar en el mundo.