Título: El
despertar de la señorita Prim
Autora: Natalia
Sanmartín Fenollera
Publicación:
Planeta, abril de 2013
Páginas: 345
Atraída por un sugestivo anuncio en
el periódico, Prudencia Prim llega a San Ireneo de Arnois, un pequeño lugar
lleno de encanto cuyos habitantes han decidido declarar la guerra a las
influencias del mundo moderno. La señorita Prim ha sido contratada para
organizar la biblioteca del Hombre del Sillón, un hombre inteligente, profundo
y cultivado, pero sin pizca de delicadeza. Pese a las frecuentes batallas
dialécticas con su jefe, poco a poco la bibliotecaria irá descubriendo el peculiar
estilo de vida del lugar y los secretos de sus nada convencionales habitantes.
Narrado con ingenio, brillantez e inteligencia, El despertar de la señorita Prim nos sumerge en un inolvidable viaje en busca del paraíso perdido, de la fuerza de la razón y la belleza y de la profundidad que se esconde tras las cosas pequeñas.
Narrado con ingenio, brillantez e inteligencia, El despertar de la señorita Prim nos sumerge en un inolvidable viaje en busca del paraíso perdido, de la fuerza de la razón y la belleza y de la profundidad que se esconde tras las cosas pequeñas.
Mi experiencia con la novela
Con El despertar de la señorita Prim, ópera prima de la periodista
Natalia Sanmartin Fenollera me he llevado una sorpresa muy agradable. Se trata
de una historia muy especial, original, narrada con delicadeza y con inteligencia.
Una obra que a pesar de leerse de forma ligera profundiza en cuestiones vitales
y su lectura no es en vano.
Prudencia Prim es una muchacha que
tiene un claro concepto de sí misma. Se considera delicada, inteligente y
sensible. Además está ampliamente dotada en diversos estudios y titulaciones.
Pero cansada del exigente ritmo que le impone el mundo moderno decide abandonar
su tedioso trabajo como administrativa y a un jefe baboso cuando a través de un
anuncio en el periódico encuentra una oferta de empleo semejante:
"Se busca espíritu
femenino en absoluto subyugado por el mundo. Capaz de ejercer de bibliotecaria
para un caballero y sus libros. Con facilidad para convivir con perros y niños.
Mejor sin experiencia laboral. Abstenerse tituladas superiores y
posgraduadas"
Poco después la señorita Prim llega
a la pequeña colonia de San Ireneo de Arnois, un lugar muy especial, donde es
contratada para desarrollar la tarea de ordenar la biblioteca particular de El
hombre del sillón, su jefe. Se trata de una hombre muy particular, inteligente,
leído y culto pero que cuenta con un gran defecto y es que no tiene la más mínima
delicadeza. Su carácter provoca cierto rechazo en Prudencia y sus discusiones
serán una constante diaria.
Pero por otro lado, Prudencia
también conoce a los habitantes del municipio quienes muestran un
comportamiento nada convencional, una forma de vida desligada del mundo moderno
y una forma de pensar que terminará haciendo mella en las convicciones más
profundas de la protagonista.
Con este argumento, que en un
principio puede parecer sencillo, la autora logra contarnos una historia de
forma inteligente e ingeniosa, cargada de sutilezas y reflexiones en su
interior. La editorial nos habla de que esta es “Una deliciosa historia sobre
la belleza de las pequeñas cosas” y es cierto, pero esta novela también trata
de las grandes cuestiones que mueven el mundo y que suponen muchos
interrogantes que la humanidad lleva planteándose durante toda su existencia.
El amor, las creencias religiosas, el matrimonio, la naturaleza humana y la
educación entre otras.
Todo esto lo consigue a través de
sus personajes. La autora ha sabido retratarlos y definirlos perfectamente pero
sin resultar demasiado explicita. A Prudencia Prim, protagonista indiscutible,
la llegaremos a conocer muy bien. Sus razonamientos, sus sentimientos y su
forma de actuar se comprenden con claridad. Es una mujer con un alto concepto
de sí misma, una educación muy completa y con un comportamiento impecable que
huyendo de una vida agobiante y un trabajo agotador se refugia en el pequeño
municipio. En el pueblo Prudencia descubre que la lógica de los vecinos es muy
distinta a la suya y ella que está un poco chapada a la antigua descubre que
hay mucha más gente que huye de la modernidad.
En cambio cuando nos presenta al
Hombre del sillón, jefe de la protagonista, la autora mantiene en todo momento
un halo de misterio que rodea a su persona. Nos deja ver algunas facetas del
personaje, nos ofrece sólo lo que interesa en cada momento e incluso ni
siquiera llegaremos a conocer su nombre. Es un hombre muy inteligente, sarcástico,
bondadoso pero también algo rudo y exigente, la delicadeza no se encuentra
entre sus virtudes. Me ha parecido uno de los personajes más sobresalientes de
la novela que destaca por sus ocurrencias y en ocasiones su mala leche. Vive en
una casa algo descuidada, con sus cuatro sobrinos a quien personalmente se
encarga de dotar de una educación asombrosa. Los chicos conocen la literatura clásica
perfectamente y son capaces incluso de recitar ciertos pasajes de memoria.
La relación entre estos dos
personajes será muy complicada. Están condenados a no entenderse, a que la
diferencia en cuanto a sus convicciones suponga una barrera.
Todos los habitantes del municipio, Hortensia Oeillet, Horacio Declás, Herminia
Treaumont, Eugenica Mott, influirán definitivamente en la vida de la
protagonista hasta el punto de incluso cambiar sus puntos de vista sobre
diversas cuestiones.
Con descripciones menudas y exactas
Natalia Sanmartin consigue una ambientación exquisita. San Ireneo de Arnois es
un pueblo ficticio muy peculiar, fundado por un hombre muy culto y un monje
anciano, la comunidad asila a todos aquellos que desean prescindir de el modo
de vida moderno en busca de una vida sencilla y en armonía. Se nos presenta
como un pueblo pintoresco, acogedor e idílico. Un lugar donde sus habitantes
han encontrado la paz y cuidan cada uno de los pequeños detalles huyendo del
ritmo de vida que la sociedad actual propone. Han logrado deshacerse sin
remordimiento del estrés, las prisas y el día a día agotador. La mesa siempre
llena de exquisiteces, la imposibilidad de guardar un secreto, la ayuda mutua,
la sinceridad son algunas de sus premisas.
La autora no marca demasiado la
localización espacio-temporal aunque si sabemos que se desarrolla en el momento
actual pero que lleva impreso cierto
toque antiguo. Un sabor a otra época donde las cosas eran muy distintas. Los
temas que tratan son tan universales que la historia podría suceder en
cualquier lugar.
En el libro podemos encontrar
multitud de referencias a la importancia de la educación y una crítica al modelo
actual, la lectura y el saber estar. Se nota los gustos literarios de la
autora. Todo el relato se encuentra salpicado de autores clásicos, sus obras y
algunas de las citas que aparecen en sus libros. Virgilio, Petrarca, San
Agustín, Platón, Esquilo, Sófocles, Moliére son sólo algunos nombres que
aparecen en la novela y siempre al hilo del relato. También nos recuerda los
personajes más conocidos de Jane Austen realizando un énfasis especial en el
señor Darcy (protagonista de Orgullo y Prejuicio) o Mujercitas.
Me ha gustado particularmente el
estilo narrativo de la autora. Con sencillez, chispa y con mucha personalidad
crea un relato agradable, envolvente, que invita a leer una página tras otra,
cargada de jugosos diálogos, acaloradas discusiones entre personajes y reflexiones.
Además con cierto toque de intriga que capta nuestra atención inmediatamente y
nos deja irremediablemente enganchados a sus páginas.
El final de la novela, que queda un
poco a la libre interpretación de cada uno, a mí me ha convencido pero no
deseaba que la novela acabase. Me he encontrado tan a gusto entre sus páginas
que hubiese leído otras tantas más.
Conclusión
El despertar de la señorita Prim me parece una obra deliciosa,
modelada, original con profundidad para leer con detenimiento y dejarse empapar
por el fascinante juego que su autora nos propone. Una novela que nos hará reflexionar,
detenernos para comprender muchas frases y que no deseas dejar hasta haber
terminado.