Título: Orgullo y prejuicio
Autor: Jane Austen
Publicación: Alianza editorial, 2006
Páginas: 500
La llegada de un
nuevo vecino a Longbourn, un pueblo de la campiña inglesa, despierta el interés
de muchas familias con hijas en edad casadera. Se trata del joven, soltero y
rico Charles Bingley, un buen partido para cualquier muchacha de la comarca,
que viene acompañado del señor Darcy, otro caballero joven y adinerado pero incapaz
de despertar la simpatía en la región.
Entre esas familias
se encuentra la señora Bennet cuya principal aspiración en la vida es casar de
forma satisfactoria a sus cinco hijas. En cambio, su marido no comparte la
misma preocupación.
Mi experiencia con la novela
“Es
una verdad universalmente aceptada que un soltero con posibles ha de buscar
esposa.
Por
muy poco que se sepa de los gustos u opciones de tal varón cuando se incorpora
a una comunidad, esa verdad tiene tanto arraigo en la mente de las familias
circundantes que se le considera, por derecho, propiedad de una u otra de sus
hijas. ”
Así es como
comienza Orgullo y prejuicio, una de
las obras más conocidas de la literatura universal y un clásico que merece la
pena descubrir. Fue escrita en 1797 y rechazada su publicación en primera
instancia. No sería hasta 1813 la fecha en que por fin viera la luz y para
asombro de su autora resultó todo un éxito de ventas, una ventaja que mantiene
en la actualidad a pesar del cambio en estilo de vida. En mi caso se trata de
una relectura que ya disfruté una primera vez hace bastantes años. No todos los
libros permiten acercarse dos veces a su historia pero en este ocasión he
vuelto a sucumbir ante los encantos de este maravilloso título.
Jane Austen cuenta
con una reconocida fama mundial por la calidad de sus obras. Sensibles,
ingeniosas y muchas veces irónicas se han convertido en clásicos de la
literatura. Una excelente obra si se quiere conocer a la autora de forma más íntima y
profunda e incluso entender el proceso de creación de algunas de sus novelas.
La trama se centra
en los conflictos amorosos que surgen alrededor de las cinco hermanas Bennet.
La llegada al pueblo de un joven y adinerado caballero en seguida suscita el
interés de todas las familias con hijas en edad de casarse, pues una boda con
el señor Bingley resulta muy ventajosa para cualquier muchacha.
Para la señora Bennet
no puede haber mayor felicidad que conocer el interés que el joven muestra por
la mayor de sus hijas, Jane, puesto que representan una familia con ingresos
limitados y con una propiedad vinculada a un primo que en futuro pasará a sus
manos.
Elisabeth, el
personaje central de la novela también está encantada con la idea de que su
hermana, a quién adora, contraiga matrimonio con el señor Bingley, pues no es
sólo un joven apuesto sino que además resulta tan simpático como agradable.
Todo resultaría perfecto si no fuera por los continuos encuentros con el mejor
amigo de este. El señor Darcy es uno de los hombres más desagradables que ha
conocido en su vida. Además circulan
rumores que no le dejan en muy buena posición.
Quizás uno de los
puntos fuertes de la novela sean sus personajes caracterizados minuciosamente y
que evolucionan a lo largo de la novela.
Los señores Bennet
son un claro ejemplo de un matrimonio mal avenido. Ella es una mujer de poca
inteligencia, nerviosa y de carácter voluble cuyo máximo interés es casar a sus
hijas mientras el señor Bennet (por quien siento debilidad) es un hombre
inteligente, ocurrente y sarcástico cuyo carácter alegre y cariñoso es muy
valorado por su hija Elisabeth o Lizzy como la llaman afectuosamente.
Lizzy es una muchacha
inteligente y despierta pero a veces se
deja llevar por la pasión y un carácter poco conformista. Mientras Jane, la
mayor de las hermanas es la personificación de la bondad y la ingenuidad. En
cambio las dos hermanas menores, Lidia, Kitty son egoístas y desconsideras
mientras a Mary sólo le interesan los libros.
Charles Binbley es
un hombre abierto y simpático pero también maleable por sus envidiosas hermanas
y el misterioso, reservado y tosco Darcy. También están el interesado y
aprovechado Collins o Whickam, un hombre de vida disoluta.
A Jane Austen frecuentemente
y de forma errónea se la considera como una autora romántica. Nada más lejos de
la realidad porque a pesar de que en la mayoría de sus libros tocan el tema de
las relaciones amorosas su intención es realizar una crítica social de su
época. Por tanto no vamos a encontrar una gran historia de amor, plagada de
situaciones idílicas, sentimientos que desbordan ni una pasión desenfrenada.
Jane Austen es mucho más práctica e incluso aprovecha para indicar la idoneidad
de elegir convenientemente el matrimonio.
Se sirve de una
excelente recreación de las costumbres de la época para denunciar lo absurdo de algunas normas sociales, la
frivolidad de las jóvenes de la época y lo insustancial del decoro que incluso
puede llevar al más absoluto ridículo. El orgullo, la hipocresía, las habladurías,
los rumores, la deshonra, son algunos aspectos que marcan la sociedad inglesa
de finales del siglo XVIII y principios del XIX. Jane Austen frecuentemente se
inspiraba en sus vivencias reales para confeccionar y darle forma a sus
relatos. Una sociedad donde la mujer tenía un papel muy precario y sus mayores
aspiraciones constituían un matrimonio conveniente con un hombre de buena
posición ya que ellas por el simple hecho de ser mujer no podían heredar. Pero
a la vez tampoco podía mostrar abiertamente su interés en algún candidato y
debían esperar a que él diera el primer paso.
La prosa de Austen
es elegante y agradable, fluida y cuidada, dotada de mucha sensibilidad pero a
la vez mordaz e irónica aunque propia de la época en que fue escrita resulta
más formal e ingenua que la manera de narrar en que estamos acostumbrados ahora.
Narrada en tercera persona no pierde demasiado tiempo en la recreación de
escenarios ni tediosas descripciones pero de forma escueta consigue transmitir
al lector claramente el espíritu y el contexto de la época.
Conclusión
Orgullo y prejuicio es un clásico a tener en cuenta. Se trata de
una historia ligera, entretenida que retrata perfectamente la sociedad inglesa
del momento narrada con sencillez, con claridad y un estilo muy agradable para
el lector. Además nos presenta un mensaje claro y es que a veces las
apariencias engañan, que no se puede prejuzgar en un primer momento pero que el con orgullo no se llega a ningún lado.