martes, 7 de mayo de 2013

La isla de las mil fuentes - Sarah Lark



Título: La isla de las mil fuentes
Autora: Sarah Lark
Publicación: Ediciones B, abril de 2013
Páginas: 656

Isla de Jamaica.
Tras la muerte de su primer amor, Nora, la hija de un comerciante londinense, se une, a través de un matrimonio de conveniencia, a Elías, un viudo propietario de una plantación de azúcar. La vida en el Caribe, sin embargo, no es como Nora había soñado.
A partir del asalto nocturno a la plantación, Nora se verá envuelta en los tumultos provocados por esclavos rebeldes relacionados con la Abuela Nanny, quien también fue esclava. Nora lo pierde todo, salvo la vida y la esperanza de encontrar de nuevo el amor y decidir libremente sobre su futuro.

Mi experiencia con la novela

Después de haber cosechado un éxito considerable con la Trilogía de los maoríes (En el país de la nube blanca, La canción de los maoríes y El grito de la tierra) la autora conocida con el pseudónimo Sarah Lark vuelve a las librerías con una nueva bilogía de novela de paisaje esta vez situada en Jamaica. Si bien es cierto que la famosa trilogía ambientada en Nueva Zelanda, en mi opinión, sufría algunas carencias también es cierto que constituye una historia que disfruté ampliamente por diversos motivos.

Algunos de los elementos más atractivos de sus predecesoras se repiten de nuevo en La isla de las mil fuentes. Un paisaje exótico y evocador, unos personajes sólidos y bien definidos y una trama interesante que contar con un trasfondo histórico. Esta última novela me ha parecido más completa que las anteriores aun conservando la misma línea.

La historia comienza en Londres en el año 1729. La joven Nora Reed es la hija de uno de los comerciantes más ricos del imperio británico.  Su notable posición se debe a las importaciones de caña de azúcar, tabaco y algodón que provienen de la isla de Jamaica. Se ha criado únicamente con su padre con quien tiene un vinculo cercano y afectuoso ya que su madre falleció de forma prematura.

Nora vive ilusionada con el joven Simon Greenbourgh, que trabaja como escribiente en el despacho de Thomas Reed. Se trata del hijo de un noble arruinado que tras ver como su padre dilapidaba su fortuna en el juego y la bebida vive en unas condiciones deplorables y trabaja para pagar las deudas que el lord dejó tras su muerte. A sabiendas de que el señor Reed nunca permitirá un enlace tan poco provechoso para Nora, los jóvenes están enamorados y sueñan con escaparse y buscar aventuras en las exóticas tierras Caribeñas.

Sin embargo poco después el joven Simon enferma gravemente y a pesar de los esfuerzos de Nora por cuidarle termina falleciendo. Los siguientes años pasan para Nora sin ningún aliciente. Apesadumbrada y deprimida se vuelca en los más necesitados de la sociedad hasta que una noche conoce a Elías Fortnam, el propietario de una plantación de caña de azúcar en Jamaica y encuentra una posibilidad de ver cumplidos los sueños que compartió con el difunto Simon, su primer amor y a quién nunca podrá olvidar.

En tierras Jamaicanas Nora comprueba que su vida no será el paraíso deseado, su marido le hace cumplir las normas sociales a rajatabla privándole la libertad que necesita, el trato que se dispensa a los esclavos es bastante cruel y sus habitantes la evalúan constantemente.

Indudablemente Sarah Lark ha construido de nuevo una historia que engancha, que en ningún momento resulta predecible, que nos ofrece giros muy interesantes y con subtramas capaces de captar nuestra atención. También está protagonizada por personajes que instantáneamente se ganan nuestro corazón.

Como viene siendo habitual en ella, la autora sabe manejar los personajes, definirlos perfectamente y hacer que en muchas ocasiones traspasen el papel por la gran humanidad que presentan.  Aunque pecan de no poder cruzar una barrera, los buenos son muy buenos y los malos hacen lo que les corresponde. A pesar de no presentar ninguna complejidad psicológica el lector es capaz de sentirse inmediatamente identificado con ellos, empatizar y sufrir a la vez que ellos lo hacen. Algunos personajes no se cansan de poner la otra mejilla. No importa el trato que se les dispense siempre están dispuestos a perdonar y hacer lo que se supone es correcto.  Una cualidad que sobresale en la protagonista.

Nora, a pesar de su buena cuna y sus privilegios en la sociedad, es una muchacha fuerte, bondadosa y entregada, capaz de trabajar y superar todos los obstáculos que se encuentra en su camino pero es incapaz de mostrar carácter o deseos de venganza por muy mal que se lo hagan pasar. Su principal anhelo es verse libre de normas sociales y las obligaciones que conllevan. Inmediatamente se posiciona en contra de la esclavitud y hará todo lo que esté en su mano para mejorar la posición de los trabajadores de la plantación.

El resto de los personajes muestran gran abanico de personalidades. Desde backras o dueños de las plantaciones hasta esclavos con diferentes puntos de vista. El que la autora situé a Nora en una posición claramente anti esclavitud ya nos da una idea de su desarrollo. Aunque en esta novela no todos los negros son los buenos en favor de los blancos. Un detalle que me ha gustado y que creo que imprime realismo a la historia.

Un aspecto que no puede faltar en una novela de paisaje es la ambientación exótica. En esta en concreto nos situamos en Jamaica en el año 1729 cuando la isla era una colonia inglesa que se servía de la esclavitud para trabajar la tierra. El título de la novela hace referencia a Xaymaca (Jamaica) que significa literalmente la isla de las mil fuentes. A través de las cuidadas descripciones casi podemos sentir el calor, las playas cristalinas, la selva espesa y la forma de vida de sus habitantes en el siglo XVIII.

Aunque no deja de ser una novela de ficción la autora ha querido retratar ampliamente el contexto histórico en el que se desarrolla la acción y tratar no solo la forma de vida de los comerciantes Europeos en la colonia sino también las condiciones que sufrían los esclavos negros. Tantos los nativos de la isla como de aquellos que eran trasladados desde África para ser vendidos como mano de obra.

En la novela se describe perfectamente la  vida de un esclavo en una plantación. Una existencia muy dura, trabajo sin descanso, alimentación precaria y severos castigos a la indisciplina. También nos muestra las típicas cabañas en que vivían, el culto obeah a través del cual invocaban los espíritus llamados duppy y sus creencias así como la influencia del hombre blanco en ellas.

No era común que los esclavos escapasen pero también existían esclavos libres, cimarrones, que conseguían alzarse y huir o que habían comprado su libertad. Para representar esta comunidad la autora utiliza el personaje histórico (aunque cambiado el contexto real y con muchas licencias literarias de forma que la autora toma los fragmentos que le interesan y deshecha lo que no cuadra en la historia) de la Abuela Nanny y sus hermanos que fundaron un asentamiento en las montañas de la isla y llegaron a establecer pactos con el hombre blanco. Lucharon contra la esclavitud y sus métodos fueron radicales.

En cuanto al estilo narrativo la novela es narrada con una prosa bastante asequible, amena, rápida, cargada de diálogos pero un tanto pobre en estilismo. Para ello utiliza el narrador en tercera persona y divide la historia en seis partes que a su vez contienen distintos capítulos.

Conclusión

La isla de las mil fuentes constituye una novela de paisaje muy entretenida que prácticamente se consume en las manos sin que el lector pueda percibirlo a pesar de sus más de seiscientas páginas.

Una historia con mucha fuerza y pasión, con personajes inolvidables y un contexto exótico son los tres pilares que definen esta historia. Muy recomendable para los lectores asiduos a este subgénero.