Título: Frankenstein
Autora: Mary W. Shelley
Publicación: Alianza, enero de 2018
Páginas: 304
Recogido de entre
los hielos del Ártico, Victor Frankenstein cuenta su vida y su tragedia al
capitán Walton: cómo descubrió el secreto para dar vida a la carne muerta y
cómo creó el monstruo que después se rebeló contra él y al que ahora persigue.
La historia de "Frankenstein", de cuya publicación por vez primera se
cumple el bicentenario en 2018, se convirtió a partir de entonces en uno de los
referentes imprescindibles del mundo moderno.
Mis impresiones
Hay ocasiones en que descartamos una lectura por lo mucho
que sabemos o creemos saber de ella. Frankenstein es uno de los monstruos más
conocidos de la literatura y el cine. Han sido numerosísimas las versiones o
adaptaciones que se han producido sobre este personaje desde su creación y
parece que el leer la obra original no puede aportarnos nada que no sepamos ya.
Sin embargo al leer esta novela me he dado cuenta que hay mucho más en ella de
la imagen superficial que se nos ofrece a simple vista. O al menos lo es la
obra original la que fue creada por Mary Wollstonecraft Shelley y publicada en 1818. La idea surgió durante
un verano en que coincidió cerca de Ginebra con Lord Byron, entre otros amigos,
y se retaron a escribir una historia de terror que finalmente solo terminó
ella. Este año Alianza celebra el bicentenario editando la obra.
“Te alegrará saber que no ha acompañado
ninguna desgracia al comienzo de una empresa que tú veías con tan malos
augurios. Llegué aquí ayer; y lo primero que hago es confirmarte, querida
hermana, mi bienestar y mi confianza cada vez mayor en el éxito de esta misión”
Frankenstein es
como una matrioska, una de esas
muñecas rusas que esconden otra en su interior. Pues igualmente este libro no es
solo una historia sino varias que surgen desde otra narración. La novela
comienza con el relato del señor Walton que ha emprendido un viaje en barco
para encontrar una ruta marítima que llegue directamente al Polo Norte. Intenta
economizar tiempo de viaje a los futuros navegantes. Ya muy cerca de allí se
encuentran con un hombre llamado Victor Frankenstein que comienza a relatarle
su vida. La cuestión de torna más interesante en el momento en que ingresa en
la Universidad de Ingolstadt y se obsesiona con dar vida a los muertos debido a
la inesperada y dolorosa muerte de su madre. Es así como, después de experimentar
de forma febril, crea a un ser monstruoso. Hecho de pedazos de otros cuerpos,
de una altura de dos metros y un aspecto aterrador.
Este es más o menos el punto de partida de la obra. Lo
primero que me sorprendió que Frankenstein no es el nombre del monstruo sino de
su creador. Y lo siguiente que me llamó la atención es que dentro del relato
del propio Victor Frankenstein nos encontraremos con el del ser que él mismo ha
creado. Su historia es descarnada y
dura. Un ser aborrecible cuya soledad es en principio lo peor que hay en él. Su
creador le repudia y nadie en el mundo quiere estar cerca de él. Gracias a sus
palabras iremos conociendo como ha sido ese proceso desde su creación hasta que
se convierte en un ser violento. Una parte de la novela que me ha gustado muchísimo.
Su bagaje por el mundo, el proceso de aprendizaje que le ha llevado a tener
capacidad de hablar francés, la toma de conciencia y ética, la desesperada
búsqueda del cariño y la compañía y como al darse cuenta de que nunca lo
conseguirá se convierte realmente en un ser sanguinario. Más allá del monstruo
que nos viene a la cabeza, es un personaje con corazón, emociones y mente.
Esta parte del relato te hace reflexionar sobre las
apariencias y sobre la forma en que juzgamos a los demás en muchas ocasiones
sin conocer su verdadero interior. Pero el “monstruo” también sabe cuál es la
solución para su problema y se la pide a su creador. Es un claro ejemplo de
como un alma puede corromperse por la sociedad que le rodea. De cómo la
necesidad apremia el comportamiento.
Victor Frankenstein, en cambio, encarna la culpa y la
responsabilidad. Él no ha cometido ningún crimen de su propia mano y sin
embargo sabe que todo ello es debido a su experimento. Ha jugado a ser Dios, a
resucitar lo ya muerto y se hecha toda la carga sobre sus espaldas hasta el
punto de prácticamente arruinar su vida y todos los planes que había en ella.
Miembro de una familia de buena posición social en Suiza queda profundamente
marcado por la muerte de su madre. Pronto muestra su interés por la ciencia
como una forma de redimir el dolor de la perdida.
Frankenstein es
una novela que pretendía ser de terror (en la que no faltan los asesinatos) pero
también quería hablar de la naturaleza humana. Una novela en que también hay un
componente emocional, reflexivo y en cierto modo crítico.
En la novela hay tres narradores que relatan en primera
persona sus experiencias y bagajes formando una especie de concatenación. Uno
da paso al siguiente y dentro de este encontramos el relato de un tercero. Es
una obra que la autora escribió muy joven y aun así está narrada con serenidad,
con detallismo y manteniendo el interés del lector en todo momento.
Conclusión
Si no habéis leído Frankenstein
os recomiendo su lectura porque resulta sorprendente y porque puede romper con
algunos de los estereotipos que asociamos al personaje. Una novela que nos
habla de la sociedad, del rechazo a lo diferente, de las culpas con las que
cargamos y que nos hará reflexionar.La verdad es que me ha encantado leerla.