miércoles, 11 de abril de 2018

Intuición - Elisabeth Norebäck


Título: Intuición
Autora: Elisabeth Norebäck
Publicación: Espasa, febrero de 2018
Páginas: 505

¿Si secuestraran a tu hijo, lo reconocerías veinte años más tarde?

Stella y Daniel eran adolescentes cuando tuvieron a Alice. Un año más tarde, durante las vacaciones de verano, Alice desaparece y, tras una intensiva y larga búsqueda, el caso queda cerrado y la familia destrozada para siempre. Años más tarde, Stella ha rehecho su vida: trabaja como psicoterapeuta, se ha casado y tiene un hijo adolescente. Todo cambia cuando aparece en su consulta una joven que se parece mucho a Alice. ¿Es posible que su hija desaparecida esté viva?

Intuición trata sobre dos de nuestros mayores miedos: perder a un hijo y perder la cabeza.

Mis impresiones

Creo que es difícil resistirse a las novelas con una sinopsis tan atractiva como esta. Disfruto muchísimo con las novelas de suspense que giran en torno a las relaciones familiares. Y esta es la razón por la que desde un principio quise leer esta novela.

“Me quedo tumbada en el suelo.
Las piernas recogidas, abrazándome las rodillas.
Inspiro. Espiro.
Los latidos me retumban en los oídos, el dolor de estómago se ha convertido en náuseas y he dejado de temblar.
Ahora me llamo Stella Widstrand, no Johansson. Tengo treinta y nueve, no diecinueve. Y ya no me dan ataques de pánico.”

Stella es una mujer de treinta y nueve años que vive en Estocolmo, es psicóloga y psicoterapeuta, está casada y tiene un hijo de trece años llamado Milo. Su existencia sería normal si no le hubiese ocurrido un hecho traumático en el pasado. Fue una madre muy joven que perdió a su hija con pocos años de edad. Aunque nunca se encontró el cuerpo la policía determinó que había muerto ahogado. A pesar de ello, ha logrado rehacer más o menos su vida sin olvidarse nunca de Alice, la pequeña que desapareció, y con el presentimiento de que sigue con vida.

Este presentimiento parece que te confirma cuando acude a su consulta una joven llamada Isabelle.  Su padre ha muerto hace pocos meses y no es capaz de superar la pérdida. Stella está segura de que es su hija, la pequeña Alice. Tiene veintidós años, edad que concuerda, y tiene ciertos rasgos físicos que encajan con su familia. Stella decide callar y no contárselo a nadie. No es la primera vez que cree haber encontrado a su hija. ¿Es posible que Isabelle la haya buscado y sepa quién es? ¿Es realmente su hija?

Estas son las premisas iniciales de las que parte la trama de la novela. El misterio está servido. Tenemos a una madre que perdió a un hija, que está segura de que sigue viva aunque el resto del mundo rechace la idea. Y tenemos una joven que aparece y que recientemente, con la muerte de su padre, ha descubierto que en su familia había secretos desagradables. Pero no son los dos únicos personajes los que van a dar vida a esta novela porque también nos vamos a encontrar con Kerstin, la madre de Isabelle. Las tres van a ir reconstruyendo una historia truculenta. No solo querremos saber si Isabelle es Alice sino que pasó hace veinte años para que Stella perdiera a su hija.

Con respecto a los personajes me ha parecido que están muy bien construidos. La autora ha trabajado mucho la psicología de las tres mujeres que la protagonizan: Stella, Isabelle y Kerstin. Aunque este aspecto al inicio de la novela va un poco en detrimento de la acción de forma que he sentido que en algunos momentos la historia se ralentizaba un poco. La autora nos habla del sentimiento de culpa, del dolor de la pérdida de un hijo o del miedo a perderlo, del sentimiento de encontrarse fuera de lugar.

El mundo de Stella se descontrola con la aparición de Isabelle. Al principio se la ve como aletargada por el shock que se ha producido en su vida pero pronto comenzará a indagar en la vida de Isabelle. También conoceremos la vida que tuvo en el pasado. Una muchacha que se quedó embarazada muy joven y que compartía su vida con otro hombre. Isabelle, por otro lado, nunca se ha sentido realmente integrada en su vida. Pero ha logrado diferenciar la persona que se muestra ante los demás, equilibrada, responsable y cauta, con la que se siente en su interior, que es un hervidero de dudas. Kerstin por otro lado es una mujer que siempre ha protegido en exceso a su hija. Con las sesiones de Stella se siente amenazada como madre, no quiere que jueguen con su hija.

La novela está narrada en primera persona desde el punto de vista de sus tres protagonistas. Me ha gustado que sea así, porque cada una de ellas se permite realizar elucubraciones que no tienen por qué ser ciertas de forma que nosotros como lectores tendremos nuestras dudas sobre si dicen la verdad o lo que cuentan es producto de su imaginación. Al ser sus pensamientos subjetivos y limitados no siempre aciertan en sus conjeturas lo que contribuye a que la autora juegue con las circunstancias tanto las del presente como las del pasado.

El estilo de la autora es muy ágil y muy directo que junto a su estructura en capítulos cortos hacen que sea una de esas novelas que lees prácticamente sin darte cuenta. El ritmo, como ya he dicho, me parece tranquilo y pausado en los dos primeros tercios de la novela aunque al final cobra mayor velocidad que es el momento en que la autora comienza a desenlazar la trama. También creo que no es una historia en la que no sea difícil anticiparse al desarrollo de los acontecimientos. O al menos es lo que me ha ocurrido a mí que muy pronto acerté con el desarrollo de la trama.

Conclusión

Intuición es una novela de suspense psicológico que, aunque algo predecible, resulta entretenida. Creo que su aspecto mejor logrado son sus personajes que están muy trabajados.