Título: Pequeñas
historias de ellas
Autora: Magdalena Albero
Andrés
Publicación: Editorial
maLuma, febrero de 2017
Páginas: 289
Atenas, Estambul, Londres, México, Taormina,
Toronto… son algunos de los escenarios donde ocurren estas historias. Presentan
momentos de cambio, íntimos o públicos, que muestran el acontecer de una vida.
Hablan de libertad, de soledad, de nostalgia, de esperanza, de distintas formas
de amar, de vida y de muerte. Recogen las voces de madres, de emprendedoras, de
mujeres que se arriesgan, que denuncian, que crean, que cambian de país o de
modo de vida, que descubren secretos, que sobreviven a la adversidad, que son
capaces de imaginar presentes y futuros diferentes. Son las voces de treinta y
seis mujeres de distintas edades, que viven en lugares y momentos históricos
diversos. Mujeres anónimas en Europa y América han inspirado estos relatos, y
dos de ellos recogen la peripecia vital de personajes históricos injustamente
olvidados o poco reconocidos.
Mis impresiones
A Magdalena Albero Andrés la conocí con su primera novela
Los
caminos del mar. Una obra de carácter histórico en el que seguíamos las
aventuras y desventuras de Irene, una mujer muy valiente en la Grecia del siglo
III a. C. Su nuevo trabajo, del que hoy os voy a hablar es muy diferente.
“Recuerdo que aquella mañana había visto la mancha
amarilla y brillante del primer narciso de la temporada, todavía rodeada de
nieve”
(Página 137)
Pequeñas historias
de ellas es un libro que agrupa una colección de treinta y seis relatos muy
breves dedicados a las mujeres. Ellas son las protagonistas de estos textos que
pueden narrar sensaciones, vivencias o recuerdos. Y sus personajes son muy muy
variados. Desde mujeres que añoran, mujeres que desear cambian sus vidas,
madres amorosas o madres despegadas, hijas, amigas, prostitutas, detectives,
empresarias, mujeres sumisas, cazadoras que al final son cazadas, mujeres que
callan, mujeres que se van de la lengua, mujeres que lloran y otras que ríen,
mujeres que miran con miedo el paso del tiempo… En definitiva mujeres que ven la vida en diferentes
colores.
“Hasta hace muy poco no se me había ocurrido
pensar que las vidas de las personas pudieran asociarse a un color determinado,
pero de pronto surgió la idea. Fue hace una semana, cuando me visitó una vez
más Cynthia, la mujer ya octogenaria con la que me une una amistad de muchos
años”
(Página
219)
Lo cierto es que en este libro caben muchísimas figuras
femeninas, de diferente edad y condición, que representan diferentes modelos de
vida y de conducta. Algunos de ellos elegidos, otros impuestos. Son personajes
a los que la autora humaniza otorgando un nombre y en ellas muchas personas
podrán reconocerse o reconocer a personas de su entorno. Dada la extensión del
libro y de los relatos (la mayoría tienen tan solo tres o cuatro páginas) sus
personajes no están retratados con profundidad. No es el objetivo de esta
historia.
Difícilmente encontraremos en la vida real dos personas
que hayan vivido lo mismo. Las circunstancias que experimentamos cada uno de
nosotros van perfilando y modelando nuestro interior. Como les sucede a algunos
de estos personajes. Magdalena Albero se ha inspirado en mujeres de Europa y América
para contárnoslos. Y de esta forma cada uno de estos relatos está ambientado en
lugares tan diferentes como Toronto, Atenas, Londres, Manhattan o Estambul. Y ella
solo narra. No entra a valorar si sus actos son moralmente correctos. Quizás
quiera dejar esta elección al lector.
Un relato que me ha parecido muy especial ha sido Los hijos de Berta, en la que su
protagonista nos habla de las diferentes etapas que ha vivido con sus hijos a
través de su olor. Me ha resultado una manera original de ir describiendo el
crecimiento. El olor a papilla, el de la colonia infantil, los cereales del desayuno,
el olor de los cuentos de la noche… sin duda este se me ha quedado grabado.
En La decisión de
Alison conocemos la historia de esta mujer que viajando por Italia decide
no volver a su hogar en Toronto, en donde están sus hijos. Y lo que al
principio puede parecer una decisión egoísta (quizás una piensa que esta mujer está
harta de todo) termina por ser un acto de amor para evitar un sufrimiento a sus
hijos.
En La indiscreción
de Marta conocemos a una mujer que mantiene una relación con un hombre
casado. Un mujeriego que colecciona amantes. Sin embargo será una de las
indiscreciones de Marta la que le lleve a un destino insospechado.
En María la emprendedora
conocemos a una mujer con una gran capacidad para reinventarse. Por muy adverso
que se ponga su futuro siempre tiene una idea para sacar su peculiar negocio a
flote. Y es que es difícil que una funeraria deje de tener clientes.
Paquita y los reyes
magos es una misiva en la que una anciana hace algunas peticiones un poco
especiales dirigidas a sus majestades. Ella es consciente de su edad pero tiene
un enrome deseo de vivir.
Dos de estos textos hacen referencia a dos personajes históricos
poco reconocidos (y particularmente tampoco había oído hablar de ellos). Uno está
inspirado en una mujer llamada Teodora que fue en siglo V a. C. la emperatriz
de Bizancio al ser la esposa del emperador Justiniano. El ´título del relato es La última carta de la emperatriz y es un texto muy onírico.
La noche de Camille
se inspira en la vida de Camille Claudel, una escultora francesa del siglo XIX,
que se encuentra encerrada en un mísero lugar donde se siente invisible.
Y estos relatos tienen diferentes narradores, diferentes
estructuras y como he dicho, están ambientados en diferentes países y
diferentes épocas. Lo que sí tienen en común todos ellos es el estilo cuidado y
sensitivo con el que su autora nos los relata. La mayoría de ellos están
impregnados de emociones y se las transmiten al lector. Otros resultan curiosos
o ingeniosos, otros sorprenden por su final. La maternidad, la infidelidad, el
sacrificio, la intolerancia hacia lo desconocido, el miedo… Hay muchas
experiencias que caben en estos relatos que no son más que dibujos de vidas
enteras muy resumidas. Algunos no nos van a dejar todas las respuestas que
necesitamos pero siempre te quedan con una buena sensación.
Conclusión
Pequeñas historias
de ellas es uno de esos libros muy amenos y entretenidos que cuenta con una
temática que me ha parecido muy atractiva. Uno de esos libros que puedes
disfrutar poco a poco (al menos yo los relatos los suelo leer así) y cuyos
relatos te van dejando diferentes sensaciones. Condensado y con enjundía.