Título: Agnes Grey
Autora: Anne Brontë
Publicación: Alianza Editorial, 2017
Páginas: 272
Decidida a lograr
su independencia económica y a ayudar en su casa, Agnes Grey, la hija menor de
una familia venida a pique, se coloca como institutriz en la casa de la familia
Bloomfield. Su juventud e inexperiencia, así como la crueldad de los niños con
quienes le toca lidiar y la frialdad de sus padres, son una difícil piedra de
toque. Pero su perseverancia la llevará a cambiar de casa en busca de mejores
perspectivas. Con sus nuevos empleadores, los Murray, las condiciones tampoco
son fáciles, pero Agnes, poco a poco, se abrirá camino…
Mis impresiones
En 2018 se cumple el bicentenario de
nacimiento de Emily Brontë, una autora de la que siempre me ha fascinado Cumbres borrascosas, siendo incluso una
de mis obras favoritas. Es una novela que ha sido capaz de eclipsar a sus dos
hermanas también escritoras, Charlotte (de quien también he leído Jane Eyre) y Anne. Con motivo de este
aniversario el sello editorial Alianza, en su firme apuesta por los clásicos,
ha editado sus tres novelas. A mí me faltaba por leer Agnes Grey, publicada en 1847, y no he podido dejar pasar la
ocasión con esta bonita edición.
“En todas las
historias verdaderas hay enseñanzas, aunque puede que en algunas nos cueste
encontrar el tesoro, o cuando lo encontramos es en cantidad tan exigua que el
fruto tan seco y marchito apenas compensa el esfuerzo de romper la cascar. Si
éste es el caso de mi historia, no soy competente para juzgarlo; a veces creo
que puede resultar útil para algunos y entretenida para otros, pero que la
juzgue el mundo: protegida por mi oscuridad y por el transcurso de los años, no
tengo miedo de arriesgarme y expondré cándidamente ante el público cosas que no
revelaría al amigo más íntimo.”
Esta es la historia de una muchacha
llamada Agnes Grey. Hija de una mujer de buena cuna que abandonó sus riquezas y
su buena familia para casarse con un humilde pastor de la iglesia. Su madre
nunca se arrepintió ni echó en falta el dinero o las comodidades con las que se
había criado pero su padre siempre sintió haber privado a su eposa de tales
cosas. De esta forma emprende un negocio que los arruina económicamente y que a
él le sume en una gran depresión.
Ante esta situación Agnes, y en contra de
las opiniones de su madre y hermana, decide emplearse a trabajar como institutriz
en casas adineradas sin ser consciente de que lo realmente supondrá esto. La
primera familia que la contrata son los Bloomfield y tendrá que cuidar e
instruir a tres niños pequeños que son maleducados, caprichosos y crueles. Pero
también se encuentra con la indiferencia de unos padres que no asumen su parte
de culpa. De este primer empleo no obtiene los resultados ni la satisfacción
que esperaba. Después de ser despedida llega a la familia Murray, cuyos hijos
son mayores pero no por ello las circunstancias resultan más favorables.
La novela está narrada en primera persona
por su protagonista lo que da pie a que en todo momento conozcamos su
percepción subjetiva de las cosas además de que le da la oportunidad de reflexionar
sobre el mundo que acaba de conocer. Ella se ha criado en una familia humilde y
afectuosa con una percepción muy distinta de las cosas.
Agnes se mueve en la Inglaterra de mitad
del siglo XIX, en una sociedad encorsetada en normas absurdas, intransigente,
frívola y que pone en relieve las diferencias entre las clases sociales. Así se
hace eco de la soledad que siente en las dos casas en las que trabaja, el trato
despectivo hacia los trabajadores y como no encaja en ningún lado, ni con el
resto de la servidumbre ni con los señores de la casa. También es una época en
que la relación entre padres e hijos era muy diferente a la de ahora, porque
ellos ni siquiera se involucraban en educarlos o infundirlos valores. Para eso
ya contrataba a gente. Y crecían como niños y jóvenes malcriados,
superficiales, egoístas y crueles que son la extensión de un estilo de vida que
la autora aprovecha para realizar una crítica contra la forma de vida de la clase
alta. Los matrimonios por interés, el aprecio de cualidades tan banales con la
belleza, la diversión a través de la crueldad con animales y personas, etc
Y a mí Agnes me ha parecido una muchacha encantadora
y maravillosa. Muy sensata, responsable y juiciosa que además de saber
comportarse en todo momento es muy capaz de calibrar lo que le rodea y tiene unos
valores muy firmes. Una joven discreta que se introduce en un mundo al que no
pertenece y que le parece demasiado artificial. A pesar de los constantes
escollos y problemas no dará su brazo a torcer e intentará cambiar las vidas de
las jovenes Rosalie y Matilda Murray. Mientras tanto conoce al señor Weston, un
párroco, con el que empieza a establecer una relación de confianza. Y sí, en
esta novela, también se incluye una historia de amor, pero de esas que se
forjan poco a poco y de manera realista. A pesar del contexto que vive el
personaje, de la experiencia de su familia, ella se decanta por el amor verdadero.
La novela está narrada de forma
detallista, delicada con un ritmo tranquilo pero sin llegar a ser pesado o
aburrido y con una prosa muy cuidada en su formas mostrando delicadeza y
sensatez. La autora relata los acontecimientos mirando hacia atrás en el tiempo,
para dejar testimonio del complicado trabajo de institutriz. Nos deja un
retrato de una vida complicada, solitaria en la que las circunstancias llegan a
abrumarla y desesperarla.
Quizás no sea una novela que tenga tanta
fuerza como las de sus hermanas, que dicho sea de paso son dos obras enormes,
en parte porque el argumento también es más sencillo y menos tortuoso pero sin
duda merece la pena darle una oportunidad.
Conclusión
Agnes Grey es una novela que
de corte costumbrista nos hace ver perfectamente cómo se desarrollaba la vida
en la Inglaterra del siglo XIX, mostrándonos las interioridades de la clase
alta en contraposición con las clases menos pudientes. Un libro muy agradable y
que se lee de forma gustosa además de resultar interesante.
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