Título: Ánima
Autor: Wajdi Mouawad
Publicación: Destino, febrero de 2014
Páginas: 448
Wahhch Debch
descubre el cuerpo de su mujer, brutalmente violada y asesinada, en el
salón de su casa. Empujado por el dolor, se lanza a la caza del asesino:
necesita ver su rostro, pero no por venganza, sino por supervivencia.
Durante su odisea a través de América, solo y sin esperanza, brutales
recuerdos escondidos en los pliegues de su infancia despiertan poco a
poco. Para evocar la parte monstruosa del ser humano, Wajdi Mouawad
hace callar al hombre y da voz a los animales: son ellos quienes nos
narran la escalofriante búsqueda de la verdadera bestia.
Ánima nos lleva por un camino desconocido a un territorio entre el
thriller, el western y la tragedia griega, un lugar inhóspito y de una
violencia feroz que sin embargo no queremos abandonar y que somos
incapaces de olvidar cuando hemos acabado el libro: ese espacio nuevo,
amenazante y a la vez redentor de la gran literatura.
Mis impresiones
Uno de los adjetivos que de ninguna manera se puede
aplicar a la novela Ánima del escritor
libanés Wajdi Mouawad (al que por primera vez me acerco) es que es
convencional. Se trata de una obra diferente no tanto en la historia en sí como
en su planteamiento. Estoy completamente segura de que cualquier lector que
decida adentrarse entre sus páginas se verá turbado por su historia.
"Habían jugado tantas veces a morirse el uno en los
brazos del otro, que al encontrarla ensangrentada en mitad del salón se echó a
reír, convencido de estar asistiendo a una representación, a algo grandioso que
consiguiera sorprenderlo esta vez, anonadarlo, pasmarlo, hacerle perder la
cabeza, quedarse con él.
Por la mañana, tras darle la bolsa de plástico amarillo, ella había dicho en
tono jovial Compra atún porque el-atún-es-bonito, pero era evidente que estaba
muerta, pues tenía los ojos abiertos, la mirada fija y, entre las manos, la
herida, el cuchillo clavado en el sexo."
Un día como otro cualquiera Wahhch Debch, un hombre normal y corriente,
descubre horrorizado al llegar a casa el cadáver de su esposa embarazada,
salvajemente violada y asesinada, que yace inerte en el salón. Tras los
primeros y desconcertantes días que pasa en letargo y sin capacidad de
reaccionar decide ir a buscar al culpable ante la pasividad de la justicia. No
desea venganza, al menos no al estilo usual. Lo único que pretende en mirarle a
los ojos y escudriñar que hay en ellos.
De este modo Wahhch Debch emprende un largo y penoso viaje por América,
que comienza en un reserva india y le lleva hasta inhóspitos parajes donde,
mientras olvidados recuerdos afloran desde su subconsciente haciendo acto de
presencia, llega a encontrarse cara a
cara con la cara más ruda y oscura del ser humano.
Ánima podría llega a ser un
thriller como otro cualquiera (ya que tiene muchos de los elementos esenciales
del género tales como una víctima, un asesino y un perseguidor) si no fuera por
ciertos matices que hacen de ella una lectura que se aleja de los tópicos y va
muchísimo más allá.
Una de las particularidades de esta novela y la que primeramente nos va
a llamar la atención es su construcción. Y es que Ánima tiene un número considerable de narradores pero ninguno de
ellos resulta un ser humano. Aunque parezca extraño son las voces de gatos,
lobos, pájaros, perros, ratas, insectos, reptiles, caballos o incluso peces
entre muchos otros las que conducen la historia de principio a fin. Podríamos
pensar que esta técnica es tan solo un capricho de su autor pero lo cierto que
ofrece un singular punto de vista además de tener una evidente razón de ser.
Esta historia nos habla de violencia, de dolor, de la inmensa maldad humana
para con sus congéneres, algo que no se puede explicar de manera racional o al
menos algo que no se puede entender porque si. Ningún animal irracional podría comportarse
de forma tan inhumana y cruel como un ser humano. Tal vez ni siquiera podría llegar
a concebir esas barbaridades que presenciamos en esta historia, muy a pesar de
que ellos no tienen la misma percepción que nosotros del bien y del mal. Su
comportamiento es salvaje, instintivo, lo mismo que le ocurre al ser humano cuando
traspasa ciertos límites donde la moral ya no es respetada. Las voces de todos
estos animales, perfectamente logradas y que incluso son capaces en muchas
ocasiones de introducirnos en su piel y mostrándonos como es su mundo, ofrecen
una visión muy diferente de la que hubiese mostrado cualquier otro ser humano
al narrar. Los animales a la vez restan emotividad, ellos miran desde fuera y
no esperan del humano esa parte sentimental que si esperamos unos de otros.
Es por ello que Ánima es una novela intensa y muy dura
en la que incluso algunas escenas pueden llegar a sobrecoger al lector. Wajdi
Mouawad no escatima en detalles pero a la vez narrados con suma sensibilidad y
cuidado. Porque es necesario tener
consciencia de que el autor no habla de este tema desde el desconocimiento ya
que de niño fue testigo del más puro horror humano. La guerra hizo que su
familia abandonara su tierra natal y emigrara a Canadá. Creció acumulando odio,
aprendiendo que había que rechazar a los diferentes y a la vez sufriendo por el
sentimiento de angustia que esto le provocaba.
Wajdi Mouawad embarca al protagonista en un viaje con el objeto de una búsqueda
por diferentes reservas indicas, moviéndose entre las líneas fronterizas de
Estados Unidos y Canadá, que resultan escenarios demoledores, para desembocar
finalmente en el pasado, en el campo de refugiados de Sabra y Chatila (Líbano) donde
el protagonista una de las experiencias más aterradoras de su infancia. Cada
etapa del viaje le llevará a conocer distintos
y extremos personajes que le irán transformando de forma definitiva.
La historia se construye a través de capítulos muy breves (a veces solo
formados por tres o cuatro frases) que como he dicho están relatados por un
número considerable de narradores que se corresponden con diversas especies
animales. Cada capítulos lleva por título el nombre en latín de dicha especie.
Si uno tiene alguna noción al respecto puede descifrar fácilmente que tipo de
animal es mientras en otros casos será desvelado el nombre común a lo largo de
ese capítulo (hubiese resultado útil un índice). Tengo que confesar que los
primeros capítulos me sentí un poco fuera de lugar, no encajaba el narrador
pero una vez entré en la dinámica que el autor propone me pareció un juego genial,
que aporta originalidad y distintos matices.
Ánima está narrada con un
estilo directo y pulcro, cargado de reflexiones pero sin llegar a perder la
fluidez en ningún momento. Con
frecuencia y sobre todo en diálogos se introducen frases en inglés que aunque
con un nivel bajo son comprensibles, al lector que no tenga ninguna noción
pueden llegar a resultar molestas.
Conclusión
No estoy segura
de si esta es una novela recomendable para todo el mundo pero sin duda se trata
de una apuesta diferente. Con una puesta en escena muy original, Ánima es una novela dura, compleja que provoca tensión en el lector cuando no
momentos de angustia. Al final se trata de un viaje interior hacia las
profundidades del ser humano