Título: Los sueños de la memoria
Autor: Juan P. Vidal
Publicación: Pámies, mayo de 2014
Páginas: 300
Martín descubre, tras al repentina y trágica muerte de
su mujer y de su socio, la infidelidad de ambos. Tras varios días de dudas,
decide hacerle una prueba de paternidad a su hija. Después de muchas
vacilaciones, la abandona y huye a Nueva York siguiendo la pista de un padre al
que siempre creyó muerto. Allí comienza una nueva etapa. En un constante ir y
venir del pasado al presente, vamos descubriendo cierto paralelismo entre la
vida de su progenitor y la suya. En poco tiempo se ve enredado en una peligrosa
disputa por la herencia del que posiblemente sea su padre y que se encuentra
gravemente enfermo. Un trágico incidente, en el que se involucrada la única
persona que había conseguido despertar de nuevo en él la ilusión por vivir,
acelerará unos acontecimientos que le permitirán comprender la sombra de su
pasado y el de su familia.
Mi experiencia con la novela
Los sueños de la memoria es una de esas novelas que llaman la atención de
forma instantánea. Su título (muy onírico), su evocadora portada y su intrigante
sinopsis me resultaron muy apetecibles desde un primer momento. Del autor no
tenía ninguna referencia ya que este es su primer trabajo en literatura pero
eso no evitó el querer lanzarme a su lectura.
“Necesitaba dejarlo todo atrás. En el
fondo me sentía como un hombre sin raíces, sin memoria y, lo que es peor, sin
pasado; como un recién nacido, o al menos como alguien que desea volver a nacer
y al que el destino le ha dado una nueva oportunidad. Me daba cuenta de que ya
nada me ataba a mi pasado, ni siquiera a mi presente” (Página 17)
Un instante. En
un solo instante nuestra vida, tal y como la conocemos, puede cambiar de forma
radical. Perderlo todo o casi todo no es algo imposible y a veces una simple
llamada cambia el transcurso de nuestra existencia.
Eso es lo que
le ocurre a Martín, a quien una extraña llamada en medio de la noche le alerta
de que algo terrible ha ocurrido. Pocos minutos después conoce la noticia de
que su mujer ha sufrido un accidente de tráfico en el cual ha fallecido. Pero
su sorpresa es mayor cuando descubre que viajaba durante la noche por una
carretera comarcal acompañada de otro hombre con el mantenía una relación
sentimental. Indagando un poco más Martín descubre que ese hombre era su socio y amigo y la relación
con su mujer venía desde varios años atrás.
Muy afectado
Martín comienza a cuestionarse toda su vida incluso la paternidad de su hija
que pretende esclarecer mediante una prueba de ADN. Casi a la vez que se
producen estos acontecimientos, Martín recibe una carta de su madre, escrita
poco antes de su reciente muerte, en la que le revela que su padre está vivo y
que la última dirección conocida del mismo se encuentra en Nueva York.
Finalmente desesperado,
agobiado y abrumado por la situación decide abandonarlo todo, incluso a su hija,
y huir. Se marcha a Nueva York en busca de la verdad. Pero allí se verá
involucrado en una turbia espiral de verdades y mentiras que amenaza con destruirlo…
En esta ocasión
mi intuición me falló y si esperaba que inicialmente en Los sueños de la memoria primara la acción al introducirme en su
lectura no tardé mucho en darme cuenta de que en una novela en que pasan muchas
cosas pero su parte más atractiva, al menos a mí me lo ha resultado, reside en
las jugosas reflexiones en las que el lector acompaña al protagonista. Todo lo
que el mismo va viviendo le hará cuestionarse ciertos pilares que creía
inamovibles en su vida y que comienzan desde su niñez cuando con diez años presenció
una escena con la perdió la inocencia para siempre. Intriga, secretos familiares,
verdades a medias, mentiras dolorosas se funden con una peligrosa trama cuyos
personajes tienen como fin hacerse con una jugosa herencia.
Uno de los temas que planea durante toda la novela es la importancia de la identidad personal y la fuerza de las raíces familiares. El protagonista se encuentra traumatizado porque no sabe qué lugar ocupa en el mundo. Encontrar sus raíces significará encontrarse a sí mismo. Juan P. Vidal también nos habla de cómo influyen los demás en nuestra vida y de que nunca es tarde para comenzar de nuevo.
Son pocos
instantes los que convierten a Martín, un hombre completamente normal y con una
vida normal en una sombra sin pasado, presente ni futuro. Un hombre al que llegaremos
a conocer en profundidad con sus complejos razonamientos, sus muchas
equivocaciones, sus contradicciones y los altibajos que va sufriendo en sus
estados de ánimo tras pasar por diferentes experiencias, algunas muy dolorosas.
Pero lo que sobre todo necesita Martín es llegar a conocer la identidad de su
padre y por fin aclarar sus raíces. Su
evolución a lo largo de la novela es muy evidente, lógica y visible para el
lector ya que no le cuesta nada comprender de donde nacen cada uno de esos
cambios que se producen en el protagonista.
Alrededor de
este hay importantes secundarios. Casi todos ellos velados por un halo inicial
de misterio que consigue perturbar de alguna manera al lector. Entre ellos se
encuentra Marta, personaje revulsivo para nuestro protagonista, la misteriosa
Silvia, un antiguo amigo de la familia David Zweig o Luis Blanco.
La novela está
narrada en primera persona por su protagonista con un estilo narrativo cuidado,
muy descriptivo y detallista en el que además destaca su carácter reflexivo. Es
por ello, y aunque la novela no pierde la fluidez, que Los
sueños de la memoria avanza a un ritmo tranquilo. La narración se ve
salpicada de saltos hacia atrás y adelante en el tiempo que van alternado el
presente del protagonista con el pasado e ir mostrando al lector su infancia. También
me gustaría destacar de ella que es una novela en que su autor insinúa ciertas
cosas más que cuenta, que parece querer alentar nuestra intuición antes que
poner todas las cartas sobre la mesa como si pretendiera que nosotros mismos
las descubriéramos.
En cuanto a su
estructura formal la novela se divide en cuatro partes bien diferencias por su
contenido y tituladas como el presente, el viaje, el pasado y el futuro, en
cada una de las cuales ya podemos hacernos a la idea de su contenido. Cada una
de estas se divide a su vez en capítulos internos. En el último tercio de la
novela, Juan P. Vidal nos va desvelando todos los misterios que entraña la
novela. Aunque alguno de ellos no llegó a sorprenderme (ya lo imaginé desde el
principio) la novela se resuelve de
forma inteligente, logrando el autor atar todos los cabos con coherencia y ofreciendo
un buen cierre al lector.
Conclusión
Me ha gustado
leer Los sueños de la memoria. Aunque
quizás peca de ser demasiado lenta en algunos momentos, las interesantes reflexiones
que nos presenta su protagonista me han hecho disfrutar de esta novela en la
que la intriga también en uno de sus pilares fundamentales.