jueves, 30 de julio de 2020
Unorthodox: Mi verdadera historia - Deborah Feldman
lunes, 27 de julio de 2020
Encuentros con libros - Stefan Zweig
lunes, 20 de julio de 2020
El mentiroso - Mikel Santiago
A menudo, una mentira solo se puede tapar con otra mentira. Y luego esta con otra, y otra y otra hasta llegar a un punto en el que es imposible salir de ese espiral o incluso hasta llegar al momento en que uno no sabe distinguir su propia verdad de la que no lo es. Hay mentirosos que incluso se creen lo que inventan. Hay gente que miente por necesidad, otras por gusto, otras por comodidad. A veces es necesaria y otras vandálica. Normalmente son daniñas.
Sobre este concepto construye Mikel Santiago su última novela. Esta es la historia de un joven al que diversas circunstancias a usar la mentira como modo de supervivencia.
Álex es un joven que vive con su abuelo en un pequeño pueblo en la costa del País Vasco. Después de una temporada en Holanda ha decidido cambiar de aires. En Ilumbre tiene un modesto trabajo como jardinero y una novia con quien es muy feliz.
Sin embargo una noche se despierta desorientado en una fábrica abandonada. No sabe dónde está ni qué ha pasado. A su lado hay un hombre muerto al que no conoce de nada. Su primer impulso es huir y poco después tiene un accidente de tráfico. Álex no recuerda nada de lo que ha sucedido en las últimas veinticuatro horas.
El protagonista de esta historia será víctima (¿o verdugo?) de su propia mente. La ausencia de recuerdos le lleva a reaccionar de una forma muy particular, con miedo y estupefacción. Pero también a intentar por todos medios posibles averiguar por sí mismo qué ha pasado sin que nadie se entere de que tiene algo que ver con un hombre muerto. Y ante esto yo me planteo ¿Cómo reaccionaríamos cada uno de nosotros en una situación así? Si nos vemos implicados en algo que puede arruinar nuestra vida para siempre... ¿Mentiríamos?
Y eso que Álex ya tenía secretos que muy pocos conocían y que si vieran la luz podrían causarle muchos problemas.
Mikel Santiago consigue contagiarte y que experimentes, como hace el personaje, esa inquietud e intranquilidad que genera sentirse dentro de un bucle de acontecimientos que no puedes controlar ni arreglar. En este sentido me ha parecido un personaje muy humano. Y en muchas ocasiones un pobre diablo que no sabía por donde andaba ni por donde tirar. Debe ser complicado no tener un minuto de descanso cuando uno se ve inmerso en algo así. Cuando no es consciente de sus actos ni sabe lo que ha hecho. Su primer pálpito es ocultarlo todo. Pero ¿Que hacer con un cádaver? ¿Y si alguien lo descubre? Y una de las cosas más importante ¿Es él el asesino? Uno nunca es capaz de predecir sus límites hasta que no lo ponen a prueba.
Con los secundarios vemos como es el protagonista en el ámbito familiar, en el amoroso, etc. Personajes que no tienen mucho peso en la novela pero que aportan la parte que se necesita para completar la trama.
No tenía ninguna duda de que Alvira iba a lograr escribir otra novela que me atrapase en una vorágine de idas y venidas, de desconcierto, de verdades a medias y mentiras en las que perseguimos al protagonista en su odisea particular. Es el formato que suelen seguir sus novelas y que me encanta. Me encanta como lleva el suspense y la acción que hay en ellas. Son novelas que es imposible que te aburran porque no paran de suceder cosas. Y eso que tampoco podemos considerar que su ritmo sea frenético. No. La primera parte al menos tiene un ritmo sostenido. Va creando expectativas, intriga, ambiente...
La historia está situada en un pueblo costero ficticio del País Vasco al que ha llamado Ilumbe. Un entorno abierto físicamente pero cerrado socialmente. Un lugar en el que perderse en su oscuridad, en sus peligrosas carreteras o en sus peligrosos acantilados.
El libro está narrado de un forma ligera lo cual no hace que se prescinda de detalles, de descripciones que a mi parecer enriquecen la historia y son muy necesarios para crear clímax pero en su justa medida.
Para concluir diré que he disfrutado con El mentiroso. Una novela muy entretenida que gracias a su intriga me ha tenido expectante durante toda su extensión. Aunque esta vez en el desenlace, le he pillado... Será que, después de leer todas sus novelas, estoy cogiéndole el truco...
lunes, 13 de julio de 2020
Tres pequeñas mentiras - Laura Marshall
Tres pequeñas mentiras es una de esas novelas que podemos encuadrar en el thriller psicológico casero en la que unos personajes nos tienen tras el descubrimiento de un secreto durante toda su extensión.
Todo comienza en el año 2017 cuando Ellen comienza a preocuparse por su mejor amiga Sasha que no ha regresado al piso que comparten en Londres. No es la primera vez que su compañera de piso ha desparecido pero Ellen tiene una poderosa razón para pensar que esta vez puede no ser algo voluntario y encontrarse en una situación peligrosa. Lo primero que se le ha ocurrido tiene que ver con el pasado de las dos jóvenes y es a las personas que los compartieron con ella a quien primero acude.
De esta forma viajamos diez años atrás en el tiempo que nos llevarán a una tragedia sucedida durante una noche en una fiesta que cambiaría la vida de muchas personaes.
El hilo argumental de la novela se centra en dos pilares básicos que deberían ser el punto fuerte de la novela ¿Donde esta Sasha? ¿Ha desaparecido por voluntad propia o le ha asado algo? y la otra pregunta gira entorno a lo sucedido durante una noche diez años atrás como he dicho.
Tres pequeñas mentiras es una novela de esas que intenta mantener el suspense y la tensión narrativa cambiando de narrador, punto de vista y contexto temporal. La autora ha intentado crear un puzzle con todo ello para que el lector intente probar suerte y adivinarlo. Sin embargo, creo que es una fórmula que no acaba de funcionar en esta ocasión. Y creo que la razón es porque introduce demasiados elementos que no solo no sujetan la trama principal sino que la lastran. Hay momentos en que esta lentidud en la narración más que crear más suspense o intriga hace que se diluya pesando demasiado.
Y quizás en el desenlace también me ha llegado a decepcionar un poco. Por un lado había algunas cosas que tenía bien claras y otras han sido inesperadas porque la autora iba haciendo que focalizásemos nuestra atención en otro punto aunque con ello haya tenido que trampear un poco al lector. Además me quedo con la sensación de todo resulta un poco artificial en conjunto.
Aunque a pesar de ello tengo que reconocer que es una novela muy entretenida que una quiere acabar para descubrir los secretos que guardan sus personajes. Como suele suceder en este tipo de novelas una vez se comienza a tirar del hilo acaba saliendo a la luz muchas más cosas de las esperadas.
A su favor tengo que decir que es una novela narrada de forma directa, sencilla y funcional que se apoya mucho en los personajes que la protagonizan. Os he nombrado solo dos pero hay muchos más a los que conoceremos en el pasado y en el presente. Algunos de ellos tienen voz propia en la novela y podemos ver como ha sido su evolución de acuerdo a lo que han vivido. Este aspecto creo que está muy bien trabajado en la novela.
Es una novela que nos habla de amistad de lealtad, de miedos, de violencia, de mentiras y silencios. De las consecuencias que tienen nuestras acciones y de las personas que tienen capacidad de influirnos. Plantea una pregunta interesante ¿Es posible recuperar el tiempo perdido con las personas? Y de las cárceles que nos construimos nosotros mismos. Un tema que me ha parecido interesante para reflexionar.
En definitiva, Tres pequeñas mentiras, como podéis ver, no me ha parecido una novela redonda. Es una lectura entretenida, que se lee con facilidad y que entretiene.