Título: El
club de los mejores
Autor: Arthur
Gunn
Publicación: Ediciones
B, septiembre de 2016
Páginas: 408
Todo
secreto tiene un precio. Y toda promesa rota, un castigo.
Es
medianoche cuando alguien llama a la puerta de Walter. Se trata de Cormac, un
viejo amigo que necesita desesperadamente su ayuda: han secuestrado a su mujer
y la matarán si no paga un rescate de un millón de dólares. Walter intenta
ayudar a Cormac, pero esa misma noche ocurre algo totalmente inesperado que
hace que toda su vida salte por los aires.
Walter
se verá envuelto en un juego de trampas, sorpresas y amenazas cuya clave podría
estar en algo que ocurrió mucho tiempo atrás, cuando los amigos tenían ocho
años. Algo que prometieron no contar jamás a nadie.
El
Club de los Mejores es un thriller lleno de tensión y ritmo sobre los niños que
fuimos y los adultos en quienes nos hemos convertido. Una novela absolutamente
adictiva que ha sido comparada con Mystic
River, de
Dennis Lehane, y El cuerpo, de Stephen King.
Mis impresiones
Arthur Gunn es el seudónimo de Claudio
Cerdán, un escritor que ya es muy conocido dentro del género negro. El porqué
de este cambio de nombre viene explicado en una nota al final del libro donde
él mismo nos los cuenta. Y es que ha realizado un cambio de registro acercándose
a la literatura negra anglosajona en la que no se encuentra muy identificado
pero su objetivo ha sido contar una historia que a él le hubiese gustado leer.
“Había alguien fuera y
golpeaba la puerta con desesperación. Que te despierten así a medianoche no
suele presagiar nada bueno”
Y así comienza esta historia. Cuando el
sueño de Walter, el protagonista de esta novela, es interrumpido a media noche.
En la puerta su amigo Cormac golpea desesperadamente para conseguir ayuda. Han
secuestrado a Natalie, su mujer, y los captores le han pedido un millón de dólares
como rescate. Este es el comienzo de una
trama que envolverá a Walter en una oscura historia donde las mentiras, el
chantaje y las sorpresas le harán volver a su infancia. A recordar El club de
los mejores, que un grupo de niños había fundado con solo ocho años y mediante
el cual los unos se protegían a los otros.
El
club de los mejores es una novela completamente
adictiva e hipnótica que atrapa desde su primera página y ya no puedes parar de
leer. Ya comentaba en las redes que hay novelas que no se pueden empezar por la
noche (a riesgo de perder horas de sueño) y esto es lo que me sucedió, que su
primera mitad la consumí del tirón. Si con esta novela Claudio Celdrán
pretendía emular el estilo anglosajón lo ha conseguido a la perfección. Todo
nos evoca a este tipo de novelas, tanto en la localización (transcurre en Minneapolis)
como en la trama, sus personajes y muchos otros detalles.
No había leído nada de Claudio Celdrán
hasta que cogí esta novela. No puedo comparar con sus anteriores obras pero me
ha gustado mucho el aspecto tan visual que presenta esta novela. Como lectora,
he podido imaginar cada escena a la perfección casi como si estuviera viendo
una película. En ella vamos a encontrar mucha intriga, suspense, un ritmo
rápido, giros sorprendentes, secretos del pasado y la búsqueda de esa infancia
ya perdida. Porque hay muchos actos que condicionan nuestro futuro aunque en
ese momento no seamos conscientes de su gravedad.
Y también es una historia que ahonda en
la amistad. Es curioso que es un concepto que puede variar de una persona a
otra. No todos exigimos o damos lo mismo. No todo el mundo tiene porque creer
que es eterna. Mientras algunos la olvidan con los años, otros la atesoran en
su interior.
“Los chicos del Club de los
Mejores nos comprometemos a apoyarnos en todo momento y a compartir todos
nuestros cómics. Si algún mayor quiere pegarnos, nos defenderemos todos
juntos. Y si alguno de nosotros es millonario, tendrá que darles dinero a
los demás. Quien no lo cumpla se las verá con Mackenzie y le quitará todo lo
que tiene, dejándolo sin nada»
Walter es un ingeniero de éxito que
trabaja en un proyecto muy importante para su empresa. Está casado pero su
matrimonio no pasa por un buen momento. Su mujer y él se soportan sin más. De
su pasado en un pequeño pueblo apenas tiene recuerdos hasta que Cormac regresa
un buen día tras años en los que se habían perdido la pista. Juntos recuerdan
los juegos y risas pero también un trágico suceso del que prometieron no hablar
nunca más. Y es que los dos eran parte de El club de los mejores, un grupo de
cinco niños que unieron sus fuerzas para sentirse mejor, para sentir el apoyo
de los otros. Cada uno desempeñaba un rol en el grupo definiendo ya las
personalidades del futuro que se verán acrecentadas por los acontecimientos que
han ido marcado sus vidas.
Y ahí aparece Walter, el adulto, un
personaje bastante realista. Un hombre normal y corriente que vive el presente
y se esfuerza en su trabajo más que en mantener su matrimonio. Ha conseguido
una buena vida gracias a su tesón. Alrededor de él iremos conociendo otros
personajes, por supuesto nos acercaremos a las personajes en quien se han ido
convirtiendo los miembros del club pero de ellos ya no os voy a hablar.
El
club de los mejores está narrado en primera persona
por su protagonista, lo que nos ofrece una visión limitada desde su perspectiva.
De su boca iremos conociendo lo que sucede así como lo que pasa por la cabeza
de Walter. Su estilo es directo, sencillo y muy ágil pero a la vez cuidando
mucho las formas y consiguiendo una prosa agradable que te hace sentir cómoda.
Todo esto junto a un ritmo bastante acusado y una intriga creciente hace que,
como ya he dicho, sea una novela de la que no puedes desprenderte. Intercalados
en algunos capítulos encontramos algunos flashback
que recrean escenas del pasado. Algo que me gustaría destacar son los diálogos
muy naturales que nos vamos a encontrar en ella. Leyéndolos parece que estamos
ante dos personajes reales que hablan entre sí. El final nos depara de nuevo
muchas sorpresas y no te deja indiferente.
Conclusión
El
club de los mejores es la perfecta novela de
entretenimiento. Nos presenta una historia intrigante, sorprendente y
completamente adictiva que no podrás parar de leer.