Título: Algo parecido al verdadero amor
Autora: Cristina Petit
Publicación: Roca Editorial, septiembre de 2016
Páginas. 320
Clémentine
vive en París, en un espléndido apartamento con vistas a la ciudad y a sus
tejados. Es una chica joven, alegre y afortunada, con un trabajo que adora:
leer libros a chicos con dificultades, ayudándoles a que superen sus miedos a
través de la terapia de las palabras.
Albert
Séraphin es un joven escritor quien, después de haberse cruzado con Clémentine
por la calle, y quedarse deslumbrado por ella, convierte a Clémentine en la
protagonista de su novela. Al publicar este libro, titulada Fábula en París,
esta se convierte rápidamente en un best seller; el público se enamora
locamente de una novela que está escrita desde el corazón. Clémentine también
lee la novela, y al pasar la última página tiene una extraña sensación; intuye
que esta historia tiene algo de premonitorio. Hay algo que transmite el libro
que parece pertenecerle solo a ella.
Clémentine
descubrirá que el mejor regalo que un libro puede ofrecer es su capacidad para
unir a las personas y que estos a veces son el salvoconducto para poder llegar
a algo parecido al verdadero amor.
Mis
impresiones
Me encantó la portada de Algo parecido al verdadero amor con esa
lectora en blanco y negro. Es la primera novela de Cristina Petit, profesora y
apasionada del mundo de la ilustración, el arte y la fotografía. No sabía muy
bien que esperar de esta novela ya que no he leído ninguna reseña pero me
transmitió buenas vibraciones y la verdad es que ha llegado justo en el momento
oportuno en que necesitaba algo así.
“Soplaba un viento fuerte,
propio de un cielo gris, que levantaba las faldas de las señoras paradas en la
acera mientras esperaban para cruzar. Ese tiempo que convida a presagiar el fin
del mundo o el principio de algo maravilloso.
Fue allí donde la vi por
primera vez, agarrada a un paraguas para no salir volando. Yo estaba en el
coche, contemplando el apocalipsis, y la vi resistiéndosele. Quería detenerme,
pero el semáforo se puso en verde, y no tuve el valor de para para conocer a la
mujer de mi vida.”
Clémentine acaba de heredar un estupendo
apartamento en París de una tía a la que no llegó a conocer en vida. Ella es
una chica sencilla, alegre y que profesa un gran amor por libros, gracias al
cual ha logrado desarrollar una terapia para ayudar a los niños que tengan
ciertos problemas. La llegada al nuevo edificio le acercará a sus peculiares
vecinos.
Al mismo tiempo un escritor se ha
enamorado de una joven a quien ha visto en la calle. La joven es Clémentine que
ha cruzado una mirada con un hombre desconocido en el metro. No sabe si volverá
a verla pero una manera de tenerla cerca es convertirla en la protagonista de
su próxima novela.
Puede que el título parezca tan obvio
como enmarcar esta novela dentro del género romántico sin más. Y es cierto que
en ella hay una bonita historia de amor. O más bien de la búsqueda del amor.
Sin embargo, también es una novela fresca, alegre, que te transmite buen rollo
y que te reconforta. Nos habla de la amistad, de la esperanza y del amor a los
demás. Una de esas lecturas que de vez en cuando vienen bien para
descongestionar y subir el ánimo. Su argumento es muy sencillo y por eso creo
que te transmite calma.
Además los escenarios de la historia nos
llevan hasta París, una ciudad que tiene un enorme encanto. Aunque en la novela
no cobra un gran protagonismo la ciudad lo hace en suficiente medida como para
que el lector imagine esas vistas que debe haber desde el ático de Clémentine.
Sus personajes son muy sencillos, no
tienen dobleces, ni traumas ni nada por el estilo pero tampoco es necesario
para que el lector los identifique. Están correctamente esbozados, cada uno
tiene su papel en la historia y nos enseñara algo. Todos representan figuras
amables por lo que nos devuelven la fe en la humanidad sin caer en la
cursilería. Son personas normales y corrientes, confiadas que están dispuestos
a abrirse a los demás. Una confianza entre vecinos a la que cada vez estamos
menos acostumbrados. Vivimos alrededor de puertas cerradas que salvaguardan la
intimidad y también las relaciones con los demás. Clémentine es la
protagonista. Ha estudiado psicología y ahora ha diseñado un proyecto para
ayudar a niños con problemas a paliarlos gracias a los libros. Es un personaje
optimista que tiene suerte en la vida y sabe aprovecharla. Albert es el
escritor que se ha quedado prendado de Clémentine y quizás debido a que su
participación en la novela es más escasa es quizá al que menos llegaremos a
conocer.
En cada página de esta novela se hace
evidente el amor por los libros que siente la autora. En la forma de hablar de
ellos, tan tierna, en la implicación que tienen en la vida de sus personajes y
como la autora nos transmite que un libro nos puede cambiar tanto la
perspectiva con que vemos las cosas como nuestra propia vida. Y en este sentido
me he sentido muy identificada con la protagonista en este aspecto.
El estilo de Cristina Petit es sencillo
y natural con muchos dialogo que agilizando la lectura. La novela está narrada
en su mayor parte a través de una voz narrativa en tercera persona omnisciente aunque
también intercalados hay algunos fragmentos en primera persona que hacen
referencia a la historia del escritor en los que narra su experiencia con el
libro protagonizado por la desconocida de la que se ha enamorado.
Conclusión
Algo
parecido al verdadero amor es una novela sencilla y
luminosa que te transmite bienestar y positividad.