Título: El juego
del ahorcado
Autora: Inma Turbau
Publicación:
Navona, septiembre de 2018
Páginas: 261
A Inma Turbau la
conocí con El
rostro del tiempo, una novela de carácter intimista que disfruté y que me
pareció muy profunda. Hoy os traigo El
juego del ahorcado al blog, que acaba de reeditar Navona. La novela fue
publicada ya hace tiempo, unos quince años, e incluso tiene una versión
cinematográfica. Eso sí, recomiendo no leer el prólogo hasta no haber terminado
la novela como la propia autora avisa.
La novela comienza
cuando Sandra se entera del suicidio de David. Tan solo una semana atrás lo
habían encontrado ahorcado. Nadie sospecha
los motivos que lo han llevado a hacerlo pero sin embargo Sandra tiene la
certeza de tener la clave.
A partir de ese
punto regresaremos de la voz de la protagonista al pasado. Aunque ya llevaban
muchos años sin tener contacto alguno, la historia de Sandra y David comenzó
siendo niños. Una relación de idas y venidas de encuentros y desencuentros a la
que Sandra nunca cerró del todo la puerta. Pero ahora con David muerto tiene la
certeza de que jamás volverá a encontrárselo en ningún lado ni ninguna
situación.
Ahora Sandra, a sus
veintisiete años, vive muy lejos de la pequeña ciudad donde vivió su infancia y
adolescencia. El lugar donde con siete años conoció a David y se hicieron
amigos a pesar de que su familia se creía de otra clase. Eran los años ochenta
y se divertían juntos, entre otras cosas el juego del ahorcado fue su favorito.
Y juntos fueron creciendo, vivieron su primer amor y conocieron el sexo hasta
que algo ocurrió que los deshizo. Algo de lo que nunca ninguno de los dos se atrevería
a contar a nadie jamás.
Tengo que decir que
la novela me ha gustado muchísimo. Me ha parecido una historia que capta tu
interés desde el principio hasta el final y que no decae en ningún momento. Es una
historia que tiene misterio y suspense, que tiene una parte emocional muy
marcada y que no deja indiferente. Una historia donde el amor se vive de forma
muy intensa pero que encierra dolor y sufrimiento. Una novela que nos habla de
la crueldad y la maldad.
En palabras de la
autora y copio literalmente del prólogo porque me ha encantado:
“Esto
al final es un thriller, o una iniciación sentimental salvaje, o no sé. Un texto
que, como aprendí en Memorial del convento, de Saramago, no usa las palabras
del amor para mencionarlo, por si se daña, y que a golpe de experiencias avanza
hasta la liberación de la protagonista. Ojalá no importará que fuer hombre o
mujer.”
Y es verdad que es
un libro difícil de calificar o encuadrar en un género concreto. La autora
profundiza muchísimo en Sandra, su protagonista. Al final no es más que una
superviviente, una mujer de carácter fuerte marcada por su pasado y que intenta
redimirse de alguna manera. Un acontecimiento trágico que ha callado y que solo
David conocía. Claro que él tampoco lo había contado todo. Y de su voz, en
primera persona, conoceremos todo eso y la razón por la que David, su
compañero, su amigo, el que fue su pareja ha decidido quitarse la vida.
Y me ha gustado
también mucho la forma de narrar de la autora. Con formas muy cuidadas te
envuelve y te atrapa. Además combina a la perfección momentos vivos y alegres
con otros más oscuros en los caen su personajes. Momentos que nos llevan a los
ochenta y que incluso nos hacen sentir cierta nostalgia por ese pasado para de
pronto enfrentarnos al presente. Y es interesante como representa a esa
generación un tanto perdida. En un país que estaba en pleno desarrollo en muchos
sentidos, que acababa de salir de una dictadura y que aún estaba acomodándose a
las nuevas libertades. Una novela de la
que no se puede hablar mucho y que es mejor leer.
Conclusión