lunes, 29 de mayo de 2017

Hoy aún estamos vivos - Emmanuelle Pirotte



Título: Hoy aún estamos vivos
Autora: Emmanuelle Pirotte
Publicación: Grijalbo, mayo de 2017
Páginas:254

Bélgica, diciembre 1944. Los alemanes han iniciado una contraofensiva en las Ardenas. Renée, una niña judía de siete años que ha sido acogida en una granja cuando huía de la persecución nazi, es confiada a unos soldados americanos. Sin embargo, al quedarse a solas con ellos, la pequeña descubre horrorizada que, en realidad, se trata de unos oficiales de las SS infiltrados en las filas aliadas. Los hombres no parecen tener dudas: hay que acabar con la niña de un disparo. En el bosque. Sin misericordia.

Cuando llega el momento de la terrible ejecución, uno de los oficiales, conmovido por la impasible mirada de Renée, cambia de opinión y dirige la bala mortal contra su compañero. A partir de ese momento, los destinos de la niña judía y de Mathias, el soldado nazi, avanzarán juntos, convirtiéndose él en su escudo protector frente a un mundo en guerra, caótico y descarnado.

Con una prosa precisa e hipnótica y un ritmo cinematográfico, Emmanuelle Pirotte nos ofrece una historia de amistad y valor ambientada en la Bélgica ocupada, y refleja a la perfección unos años que sacaron lo peor, y también lo mejor, de los seres humanos que los vivieron.

Mis impresiones

Hoy aún estamos vivos es la primera incursión de Emmanuelle Pirotte (podéis leer una entrevista que me concedió aquí) en literatura. Hasta ahora ha trabajado como guionista y la novela llega a nuestro país precedida de un éxito rotundo que supera las fronteras francesas. Allí ha recibido deferentes premios y nominaciones y también se han vendido los derechos de traducción a varios idiomas. Además está proyectada una versión cinematográfica de la que ella misma se ocupará de adaptar el guion.

“La rebanada de pan untada se quedó suspendida junto a los labios del padre y todos permanecieron inmóviles frente a su café humeante. Un chillido de mujer en la calle. Llantos, gritos, el relincho de un caballo. El padre fue a abrir la ventana. La pequeña cocina se quedó helada de inmediato”

La historia comienza en Bélgica a finales del año 1944. Una familia se encuentra cenando cuando percibe que el ejército alemán se acerca a la granja en la que viven. Desde hace unos meses han acogido a una pequeña niña judía llamada Renée y el miedo les vence. Así deciden dejarla en manos de un sacerdote que su vez la entrega a dos soldados americanos.

Sin embargo, la pequeña no tardará en descubrir que esos hombres no son los que han de salvarla sino oficiales de las SS que se han infiltrado entre los aliados. Y estos hombres están dispuestos a ejecutarla. Cuando está a punto de sonar el disparo, uno de ellos cambia la trayectoria del tiro y en vez de dirigirse a la niña lo hace hacia su compañero que cae muerto a su lado. Algo le ha impulsado a hacerlo al encontrarse con los ojos a la niña.

Este es el impactante comienzo de Hoy aún estamos vivos. Una novela que si bien toca el tema de la II Guerra Mundial y la huida de los judíos no lo hace desde el prisma habitual de campos de concentración, bombardeos, torturas o ejecuciones. Tampoco la guerra en sí misma tiene demasiado protagonismo y la autora se centra más en evaluar la idiosincrasia de los personajes. Yo creo que es una novela en la que al final se nos habla del instinto de supervivencia. Y de como en situaciones límites, como aquellas en las que se encuentran sus personajes, puede salir lo mejor y a la vez lo peor de las personas.

Mathias es el nombre del solado alemán que salva a la niña en el último momento. Encuentra algo en su mirada que le hace ser incapaz de matarla. Unos ojos oscuros y vivos que son los de una niña que se ha ido endureciendo con la guerra y sus constantes huidas hacia uno y otro lado. Hace ya tanto tiempo que se separó de sus padres que apenas los recuerda. Ni siquiera sabe con certeza su edad pues en su corta existencia no ha hecho nada más que dar tumbos. No tiene nada ni nadie a quien arraigarse. De este personaje sorprende su dureza, su entereza y su capacidad para evaluar con frialdad lo que sucede a su alrededor. Me gusta que la autora haya construido un personaje así de sólido y quizás quitándole un poco ese infantilismo desmesurado que suelen tener estos personajes. Los niños nunca dejan de ser niños y sin embargo también tienen esa capacidad de conectarse a la realidad y adaptarse al medio.

Como también me ha parecido diferente las atribuciones que se le hacen en la historia a Mathias. Puede uno pensar que la moral, la ética, la compasión es lo que le lleva a salvar a la niña. Sin embargo hay algo diferente en esa decisión. Mathias nunca ha participado en el exterminio de los judíos, pero sabe lo que ocurre. Ha visto la guerra y la muerte que conlleva y sabe que él forma parte de ello. Por eso su relación con la niña resulta tan interesante porque no está basada en sentimientos tales como el remordimiento o la compasión. Es algo más primitivo. No serán los dos únicos personajes que aparezcan en la novela y tenemos unos secundarios que nos muestran diferentes formas de actuar y reaccionar frente al conflicto que viven y frente la tragedia.

El momento histórico en el que nos va a situar la historia es la Batalla de las Ardenas con la que Hitler lanzó una gran ofensiva en Bélgica a la que se enfrentó el ejército estadounidense. Aunque como os he dicho antes la contienda no tendrá gran protagonismo en la novela su autora nos ofrece los datos suficientes para que nos situemos y entendamos la situación. Mathias, uno de sus protagonistas, está dentro de la Operación Greif, a través de la cual los servicios de inteligencia alemanes intentaron introducirse en el ejército americano.

Una de las cosas por las que más he disfrutado esta novela es porque no he encontrado muchos de los tópicos que aparecen en los libros de esta temática. Ni siquiera creo que la autora se regodee en el antisemitismo. Creo que va más allá y nos ofrece un punto de vista mucho más global.

Y Emmanuelle Pirotte tiene una forma de narrar envolvente y tremendamente visual. La novela se lee con una gran agilidad y a pesar de ello mediante escenas y situaciones el lector va a vivir escenas muy duras. Aunque también hay algunos momentos para experimentar otros sentimientos. El miedo, el odio se enfrentan a la necesidad de ser querido y aceptado.

Conclusión

Hoy aún estamos vivos ha sido una buena lectura. Una novela en la que nos adentraremos en la psicología de unos personajes muy bien matizados a través de los cuales vamos a explorar la naturaleza humana cuando el entorno se proyecta de forma muy hostil. 

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