martes, 12 de enero de 2016

El hombre que mató a Messi - Emma Riverola



Título: El hombre que mató a Messi
Autor: Emma Riverola
Publicación: Edhasa, marzo de 2015
Páginas: 281 páginas

El culpable. La muerte de Messi acompaña a Jaro desde aquel lejano día en que chocó, durante un partido, contra el futbolista más adorado de la historia y éste cayera muerto al borde del área. Solo, confuso y huraño, su vida es una huida constante de su pasado.

La víctima. Gaia sueña con ser invisible desde que su madre murió en el atentado de ETA en Hipercor, en Barcelona. Amante de la literatura, configura su vida a partir de una ficción que ella misma recrea día a día. Sólo en los dominios de la imaginación encuentra un refugio para su dolor.

Cuando, años después Jaro y Gaia se encuentran, sus respectivos universo se tambalean. Gaia se adentra en el halo de oscuridad y misterio de Jaro, mientras que él va sumergiéndose en el bálsamo de ficción que le ofrece Gaia. Poco a poco, las fronteras se difuminan. También la realidad. ¿Será una utopía?

Mis impresiones

Cuando encontré un email de Emma Riverola, la autora de El hombre que mató a Messi, en el buzón mi intención fue rechazar esta novela de inmediato. Me hizo pensar en una historia de género negro relacionada con el fútbol. Como ya sabéis en este hago incursiones puntuales y en segundo lugar el fútbol no me interesada nada. Pero seguí leyendo su presentación en la que me aclaraba que no, esta novela no tiene nada que ver ni con una cosa ni con la otra como efectivamente ha resultado ser. Personalmente a mí este título no me acaba de gustar aunque entiendo por qué ha sido escogido pero también me da la sensación de que puede ahuyentar a lectores a los que con otro título hubiese llamado la atención o por otro lado atraer a lectores que no van a encontrar lo buscado en ella. Quizás como reclamo puede funcionar.

La novela comienza hablándonos de Jaro, es un futbolista de élite que juega en el Real Madrid al que la mala suerte acompaña en su vida. Pero esta culmina cuando en un gran partido se produce un brutal choque de cabeza con Messi, la estrella del Barcelona, y esté cae sin vida a sus pies. A pesar de que ha sido un accidente todo el mundo culpa a Jaro y le convierte en un asesino. No solo su carrera se viene abajo sino que comienza una etapa en su vida en la que tendrá que huir de su pasado.

Por otro lado conocemos a Gaia, que a los seis años pierde a su madre en un terrible atentado perpetrado por la organización de ETA en los grandes almacenes de Hipercor de Barcelona que se produjeron en 1987. Desde ese momento sus abuelos son los encargados de cuidar de ella hasta que ya mayor de edad toma posesión de su vida y comienza a buscar la forma de paliar su miedo y su dolor.

Son dos personajes que tendrán que dar muchas vueltas por diferentes lugares hasta encontrar su sitio en el mundo. Pero al encontrarse el uno con el otro sus vidas tomarán un nuevo rumbo.

El hombre que mató a Messi nos habla de los errores y sus consecuencias. De la mochila que llevamos todos a cuestas, de forma voluntaria o inconsciente, y en la que guardamos la culpa, los remordimientos y el rencor. Una mochila que a veces pesa tanto que nos impide recorrer nuestro camino mirando hacia arriba o hacia adelante porque el pasado pesa demasiado. Pero también nos habla de la redención, el perdón y de la expiación de los pecados. Además entre sus páginas encontraremos una historia de amor, que se desprende de lo idílico y lo romántico, porque al final todo el mundo necesita sentirse amado y apoyarse en alguien.

La idea de la que parte esta novela me ha parecido muy interesante porque a través de sus dos personajes la autora enfrenta dos puntos de vista opuestos: la victima que sufre las consecuencias de los actos de otros y el verdugo aunque en este caso sea un ejecutor accidental. ¿Son compatibles dos personas que han vivido situaciones opuestas? ¿Lograrán reconciliar sus puntos de vista?

Con Gaia y Jaro, sus dos protagonistas, no he acabado de congeniar quizás porque es difícil llevar hasta uno mismo los sentimientos tan oscuros que los personajes tienen. Se entienden bien sus actitudes y algunas de sus reacciones porque la autora las ha trabajo. Sin embargo con otras no ocurre lo mismo. Tanto Jaro como Gaia tienen muy marcados sus papeles de víctima y verdugo. Pero a mí por ejemplo, en Jaro me parece todo un poco exagerado desde el punto de vista exterior del personaje y quizás eso me ha alejado un poco de la historia. Es decir puedo entender que interiormente se culpe a sí mismo pero no el hecho de que los demás le condenen tan duramente. Ambos personajes me han causado sensaciones encontradas y quizás esto es lo que la autora pretendía transmitir. Hubiese sido más fácil provocar la compasión del lector pero en mí no se ha producido este sentimiento.

Gaia está muy imbuida en su papel de víctima y así es como ha vivido. Pero en realidad lo que busca son respuestas, esas que la perturban desde que perdió a su madre y para enfrentarse a ello se ha creado un mundo donde la imaginación sustituye a la realidad. Jaro ha optado por convertirse en otra persona para que nunca nadie más le relacione con el fatídico hecho que ha acabado con su vida y la prometedora carrera que tenía proyectada. Cuando se encuentran la relación entre ellos será compleja. Él quiere guardar silencio y ella quiere saber.

Emma Riverola tiene una forma muy personal de narrar, marcando mucho su estilo y construyendo el relato con cuidado sin perder la fluidez en ningún momento. Lo que quizás me ha costado asimilar son los diversos cambios de narrador que se producen de forma abrupta y no señalizada que se suceden a lo largo de la novela. En algún momento estos han entorpecido la lectura obligándome a volver atrás para volver a situarme.

La novela está narrada en tercera persona omnisciente que va relatándonos la vida de los dos personajes pero en algunos momentos estos personajes cobran la palabra y se torna en una narración en primera persona en la que ellos se expresan directamente. Salvo por este detalle la novela se lee de forma agradable puesto que dentro de ella hay muchos otros cuentos convirtiéndola en un juego metaliterario donde las metáforas y simbolismos abundan.

Conclusión

A pesar de los pequeños peros que he encontrado en El hombre que mató a Messi me parece una novela diferente que plantea un tema duro y a la que yo creo que merece la pena darle una oportunidad.


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