Título:
Escarlatina, la cocinera cadáver
Autor:
Ledicia Costas
Ilustraciones:
Víctor Rivas
Publicación:
Anaya, noviembre de 2015
Páginas:
176
Edad:
+11 años
Si
tu cumpleaños coincide con el Día de los Difuntos, prepárate para una sorpresa
mortal.
Eso es lo que le ocurre a Román Casas, que sueña con ser un prestigioso chef y pide un curso de cocina por su décimo aniversario. En su lugar recibe un ataúd negro con las instrucciones para activar a Escarlatina, una cocinera del siglo XIX y su inseparable lady Horreur, una escalofriante araña con acento francés.
Eso es lo que le ocurre a Román Casas, que sueña con ser un prestigioso chef y pide un curso de cocina por su décimo aniversario. En su lugar recibe un ataúd negro con las instrucciones para activar a Escarlatina, una cocinera del siglo XIX y su inseparable lady Horreur, una escalofriante araña con acento francés.
Los tres nuevos amigos y el gato Dodoto viajan a bordo del mortibús hasta el Inframundo, donde los muertos viven (bueno, es un decir) bajo el imperio de Amanito, un siniestro tirano. Así arranca una odisea de muerte donde no faltan ingredientes de aventura, misterio y mucho humor.
Mis impresiones
Os
prometo que en cuanto conocí la existencia de este libro me quedé prendada de
él. Tanto su título como su sinopsis me encantaron y me parecieron muy
divertidas. Escarlatina, la cocinera cadáver
es una mezcla de libro de misterio, con un toque terrífico, algo de humor y con
una parte de cocina incluido. Pero ¿Cómo puede caber todo esto en una obra
infantil? Pues no solo lo hace sino que el resultado es meritorio. De hecho la
autora, Ledicia Costas ha obtenido el pasado mes de
octubre el Premio Nacional de Literatura Infantil 2015. Y yo veo razones de
sobra para merecer este premio.
“Ser cocinero, cuando
tienes diez años y mucha hambre el 85% del tiempo no es nada fácil. Yo trato de
seguir las instrucciones del libro de cocina con todas mis fuerzas, pero las
cosas no son tan sencillas cuando te pones manos a la obra”
Así comienza el pequeño Román a
contarnos su historia. Es solo un niño de diez años que sueña con convertirse
en un gran cocinero. Pero a veces, al seguir las recetas de los libros de
cocina, el resultado es un pequeño desastre y él termina bastante sucio. Así
que ha decidido que para su inminente cumpleaños, que se celebra el 2 de
noviembre día de los Difuntos, pedir a sus padres como regalo un curso de
cocina.
Pero desde hace tiempo las cosas en casa
no van demasiado bien. Sus padres están en el paro desde hace meses y han
optado por comprarle a través de internet el curso más barato que han
encontrado. Así el día más esperado por Román, el de su cumpleaños, recibe un
misterioso paquete con un ataúd en el que viene Escarlatina, una cocinera que
murió en el siglo XIX de la enfermedad que tiene su mismo nombre. Escarlatina no es más que un saco de huesos y
carne podrida que Román tiene que montar enroscando sus piezas y luego activar
para que vuelva a la vida. Además viene acompañada de una repugnante araña que
tiene tiene un extraño acento francés llamada Horreur.
Este es el principio de un viaje que
llevará a Román hasta el Inframundo en el mortibús
junto a su gato Dodoto, Escarlatina y la araña Horreur. Los cuatro tienen un
objetivo muy claro: el de resucitar a Escarlatina y llevarla hasta el mundo de
los vivos. Pero allí se encontrarán con el malvado Amanito que planea una
terrible venganza contra la niña.
Escarlatina,
la cocinera cadáver es una historia de misterio con
tintes de terror gótico (muy al estilo de Tim Burton) y con aventuras resulta
tremendamente entretenida y en la que además encontraremos muchísimo humor. Me
parece que los niños a los que va dirigida disfrutarán y se engancharán por
completo a esta historia porque incluso me ha pasado a mí. Además entre
capítulo y capítulo encontraremos recetas muy facilitas que podremos realizar
junto a nuestros hijos, porque a ellos meterse en la cocina también les gusta.
Algunas de las recetas son magdalenas, brownies de chocolate, pizza, coockies,
piruletas o ratatouille pero hay muchas más.
En la sinopsis he citado cuatro o cinco
personajes que salvo Román y su gato Dodoto son muertos vivientes pero en el
Inframundo irá conociendo otra serie de figuras como la mortibusera, la singular conductora del mortibús, incluso se reencontrará con su abuelo al que no ve desde
que este murió. Eso sí, le encontrará algo cambiado. Muchos de estos personajes
nos resultarán peculiares y simpáticos sin embargo, también hay otros que
encarnan la maldad y que sirven como contrapunto a los anteriores.
La historia está narrada con sencillez,
frescura y naturalidad. Con un argumento que tiene varias sorpresas y sobre
todo un final inesperado. Las ilustraciones son realmente divertidas. Tienen
ese aspecto gótico que dan los ataúdes, las catacumbas, los monstruos y por
supuesto los muertos. Muy desaliñados y apestando a putrefacción. A pesar de todo
son dibujos sencillos que con las expresiones de los personajes se dulcifica y
alegra el hecho de que los personajes estén descomponiéndose.
En conclusión, no os puedo decir otra
cosa de Escarlatina, la cocinera cadáver
que es una historia encantadora a pesar de su temática relacionada con la
muerte que en ningún momento causa sentimientos de tristeza. Al contrario es
una historia superdivertida, con ilustraciones muy chulas que estoy segura que
entusiasmará a los niños a los que va dirigida. Además transmite un valioso
mensaje y es que a pesar de que las cosas parezcan inalcanzables siempre hay
una forma de solucionarlas, solo hay que perseverar y no rendirse.