Título: Elvira
Autor: Rubén Angulo Alba
Publicación: Lord Jim
Páginas: 107
Fiel
a su estilo Rubén trata de atrapar al lector alejándole de los cómodos cauces
que horada el best-seller. Rubén prefiere sugerir antes que explicar, prefiere
confundir al lector y obligarle a rellenar los espacios vacíos que va dejando
como trampas en el camino.
Elvira
comparte protagonismo con un hombre del que no sabemos ni siquiera el nombre,
¿o sí? Desconcertante mezcla de realidad y ficción, de erudición y sarcasmo,
donde la ordinariez más aberrante queda retratada con una prosa refinada y
concisa.
Son
solamente cien páginas, dos horas en tiempo real. Un hombre sepultado bajo un
montón de palés en el sótano de un psiquiátrico se debate furiosamente entre la
vida y la muerte. Dolor, arrepentimiento, culpa, ¿locura o cordura?
Mis
impresiones
Con La
escritura necesaria, la primera obra que leí de Rubén Angulo, ya me quedó
muy claro que es un escritor diferente que apuesta por crear obras personalísimas
y con un carácter muy fuerte. Ahora ha publicado Elvira y ha sido una novela que me ha sorprendido muchísimo y que
me ha atrapado en su lectura. Con poco más de cien páginas el autor ha logrado
crear una historia compleja y con muchos matices.
“Abrí los ojos
desmesuradamente.
Desorientación, la que
sucede a una pesadilla retorcida.
Dolor.
Trate de girar la cabeza,
involuntariamente, y al mismo tiempo me dolieron cuello y cráneo. Estaba aprisionado
por un montón de palés, tumbado boca abajo como sobre un balancín, la cabeza a
ras de suelo y los pies sobre elevados.”
Cuando comienza la historia descubrimos
a un hombre atrapado bajo una pila de palés en el sótano del complejo psiquiátrico
en el que trabaja. La forma en que ha llegado hasta allí por ahora será
desconocida tanto para el protagonista como para el lector porque no lo
recuerda para contárnoslo. Sabemos que no puede moverse y que sospecha que la
culpable es Elvira, su jefa, que intenta acabar con él. Mientras espera a que
ocurra algo (tal vez a que alguien le saque de allí) iremos conociendo su vida
a través de historias grandes y otras más pequeñas.
Creo que en poco más de cien páginas
Rubén Angulo ha creado una historia intensa y con muchos matices y recovecos.
Una historia marcada por la sutilidad y la información reducida. Va al grano y
nos deja algunos huecos que nosotros los lectores podemos rellenar. Incluso
creo que admite diferentes lecturas e interpretaciones según la forma de
mirarla del que se acerque a ella. Cuando terminé la novela le comenté a su
autor que me había sorprendido para bien, que me había gustado mucho y que me
había quedado con ganas de más. Pero también en ese momento comprendí que la
historia tiene la extensión justa para que provoque este efecto, más quizás
hubiera sobrado.
Del protagonista de esta historia no
llegaremos a conocer su nombre aunque si algunos retazos de su vida. Es un funcionario
con una vida solitaria y gris que trabaja en los archivos situados en uno de
los pabellones que forman parte de un Hospital psiquiátrico. Allí, al lugar al
que ha llegado porque nadie quería pero que a él no le importa ocupar, se
desarrolla la novela pero él no tiene contacto con los enfermos. Su mundo se ve
reducido a las estancias del archivo y no comparte más compañía que la de su
jefa Elvira, y otras dos trabajadoras, “las sílfides” como él las llama. Esto
le sirve al autor para crear un entorno mínimo al autor con respecto al
personaje. En cierta forma lo sentimos aislado y no solo físicamente sino por
los desaires de sus compañeras generando a su alrededor una atmosfera opresiva
y muy tensa.
Los otros personajes que transitan por
la historia se reducen a Elvira, la jefa del archivo, y Montse y Minera, las
dos sílfides de las que antes os hablaba. Estas quedan un poco a la sombra pero
de Elvira nos llevaremos una imagen bastante definida. Es una mujer con
carácter complicado y voluble que tiene arrebatos de ira. Una mujer un tanto
desequilibrada con la que el narrador establece una relación complicada y
malsana marcada por los altibajos, por predominar a veces el amor y la
necesidad y otras dejarse llevar por el odio y los desencuentros.
De nuevo nos encontramos con una prosa
muy depurada y trabajada que nos indica el amplio manejo de vocabulario que
tiene el autor. En su web he leído que “son 100 páginas endiabladamente densas”
y en esta ocasión no puedo estar de acuerdo con el autor. Cierto es que no cae
en la prosa sencilla y rápida pero también lo es que Elvira, a pesar de que no destaca por la acción que sucede en ella,
se lee con agilidad y que te atrapa entre sus páginas creando al lector la
necesidad de saber más sobre la situación del personaje o sus historias. Pero
hay que tener cuidado porque el autor no está dispuesto a revelar todo lo que
sabe.
La novela está narrada en primera
persona lo que nos da la versión subjetiva del personaje de todos los hechos y
da pie a que vayamos conociendo, en esas horas que está atrapado, pedazos de su
vida así como sus propias reflexiones y pensamientos. Según el propio autor nos
confiesa es una novela que tiene algo de autobiográfica aunque en realidad no
nos aclara hasta qué punto lo narrado es ficción o realidad. Y mientras el
personaje (o el autor) reflexiona o divaga sobre su propia vida y todo lo que
rodea inevitablemente el lector camina por los mismos senderos. ¿Cuáles son los
pensamientos que le pasan a uno por la cabeza cuando se enfrenta a la muerte? ¿Sus
logros? ¿Aquello de lo que se arrepiente? ¿Pensará en lo que nunca llegó a
hacer? ¿Reparará en sus errores? ¿Le abordará el miedo?
Conclusión
Elvira
es una novela profundamente original y diferente
que te atrapa entre sus páginas. Una novela sutil y a la vez intensa que quizás
no sea para todo el mundo pero que a mí me ha resultado sorprendente.