viernes, 24 de julio de 2015

Suave es la noche - Francis Scott Fitzgerald



Título: Suave es la noche
Autor: Francis Scott Fitzgerald
Publicación: Hermida Editores, 2015
Páginas: 416

Dick Diver es un brillante psiquiatra que se casa con su paciente, Nicole, una rica y atractiva joven. De pronto, Dick se ve atrapado en una complicada relación con su mujer, y conoce a Rosemary, una actriz más joven que él, de la que se enamora, convirtiéndola en su amante. Sin embargo, Dick no puede evitar el declive de ese primer encanto con el que tanto brillaba. A partir de entonces su vida se precipitará por una pendiente jalonada de pequeñas miserias que salpican tanto a sus relaciones personales como al amor.

Fitzgerald recreó en Suave es la noche las amargas experiencias que le depararon los ocho años que tardó en escribirla. El internamiento de su mujer Zelda en un psiquiátrico y el descenso a los infiernos de la que por entonces era la pareja de moda, que lo había tenido todo para ser feliz, aceleraron sus ansias de autodestrucción. A través de su personaje Dick Diver intenta comprender los claroscuros de la vida: la intromisión de una amante en un matrimonio de renombre, sus destructivas relaciones con el dinero y el alcohol y la búsqueda imposible de un equilibrio emocional. Para Fitzgerald, una vez que se traspasa la línea que separa la lucidez de la locura, puede suceder cualquier cosa, incluso que los papeles se intercambien y el equilibrio acabe en “la pura bancarrota emocional”.

Mis impresiones

La editorial Hermida acaba de publicar dentro de su colección El Jardín de Epicuro una nueva traducción de Suave es la noche de Francis Scott Fitzgerald. Fue su cuarta novela que vio la luz casi una decena de años después de que se publicará El gran Gatsby, su obra más emblemática. Le costó casi diez años de trabajo escribirla, le dio vueltas, la reescribió y replanteó sus ideas varias veces. La historia tiene un gran componente autobiográfico y refleja con claridad los problemas que el escritor vivía en aquella época. La fama alcanzada, el alcoholismo, la enfermedad mental de su esposa Zelda y la crisis en el matrimonio que derivó en infidelidades terminó con la imagen de la pareja de moda que ambos representaban.

La historia arranca en 1925 cuando Rosemary Hoyt, una joven actriz de reciente éxito, llega junto a su madre a un hotel en la costa de la Riviera Francesa en donde se reúne la gente más distinguida y elegante. Allí conoce a un grupo de personas entre los que destaca el matrimonio Diver, una pareja norteamericana que representa lo más granado y glamuroso de la sociedad. Son jóvenes, atractivos, ricos y los perfectos anfitriones. Enseguida Rosemary se enamora perdidamente de Dick y aunque él al principio se muestra reticente a corresponderla al final cae rendido ante los encantos de la joven actriz.

La novela se desarrolla en varios planos temporales. En primer lugar conocemos al matrimonio Diver y a Rosemary y el ambiente en que se mueven. Fiestas, alcohol, lujo y diversión. Una vida aparentemente perfecta y despreocupada.  Luego retrocedemos en el tiempo para conocer como se conocieron Nicole y Dick, cuando él estudiaba en Zurich y ella se encontraba internada en una clínica de salud mental para curar su dolencia esquizoide. Luego veremos que les depara el futuro a sus personajes hasta una edad avanzada.

No es solo una historia que trata de infidelidades sino que en mi opinión el autor quiere mostrar como un hombre es devorado psicológicamente por sus circunstancias. Fitzgerald parte de la situación aparente, la ideal que todo el mundo ve, para luego escarbar en la superficie y mostrarnos la verdadera vivencia de los personajes. La de un hombre que se casó con una mujer aquejada de esquizofrenia por la presión de la opulenta familia de ella y el atractivo del dinero y terminó abandonando su carrera para convertirse al final en marido y médico de una mujer. La enfermedad de ella le causa constantes sinsabores y una sensación continua de desencanto.

El personaje alrededor del cual gira la historia es Dick Diver y lo que más interesante me ha resultado en la novela es ver la construcción del mismo y como se debate constantemente en la elección. Y así se ha ido marcando su vida y llenando de amargura. La elección entre la que podría haber sido una brillante carrera o la de vivir del dinero fácil de su mujer (con la sensación de haber sido comprado y obligado). La elección entre Nicole y Rosemary, dos mujeres a las que ama de distintas maneras. Y sobre todo la elección entre él mismo y salvaguardar el bienestar de su esposa. Por todo ello vemos paso a paso como se viene abajo y atormentado pierde las riendas de su propia vida y su propia identidad. Los remordimientos, la falta de autonomía, el enfrentamiento del deber al querer, la influencia del dinero, la adicción al alcohol van a provocar la autodestrucción del personaje.

Con respecto a  Rosemary y Nicole aunque tienen un papel menos activo en la historia están muy bien definidos como Dick. La primera inocente y soñadora al comienzo de esta historia pero que dispone de toda la libertad del mundo y la segunda inestable e insegura, muy consciente de su propia enfermedad y de que en cualquier momento puede llegar una crisis. Y como comparsa algunos otros personajes con sus defectos y virtudes.

Se dice que Fitzgerald es uno de los mejores retratistas de la alta sociedad estadounidense de principios del XX y en Suave es la noche coge a sus personajes, de origen norteamericano, y los traslada hasta Suiza, Francia e Italia en los años veinte. Nos muestra en pequeñas dosis y como fondo del relato su modo de vida, aparentemente despreocupada pero también los conflictos y ciertas situaciones extravagantes en las que se ven inmiscuidos. Se ve un atisbo de crítica en sus comportamientos, su estilo de vida y sus inquietudes.

Se trata de una novela en que no prima la acción, no hay un argumento muy marcado y hay que leer con calma. El estilo del autor es muy agudo, sosegado, con juegos de palabras y con unos diálogos que no tienen desperdicio. Lo que comienza de forma liviana y desenfadada, casi divertida, se va tornando en una trama más oscura y deprimente conforme avanzan las páginas y vemos el fondo y el deterioro de la historia.

Como curiosidad os cuento que existen dos versiones de Suave es la noche. La novela fue publicada en el año 1934 y entre el público no tuvo tanto éxito como sus obras anteriores por lo que el editor una vez que Fitzgerald había desparecido le dio un aire nuevo cambiando la cronología en la que está contada la historia.

 Conclusión

Suave es la noche es una interesante novela que nos deja unas evidentes notas autobiográficas del autor. Una novela para tomar con calma que está muy bien narrada y en la el lector sigue paso a paso la autodestrucción de su personaje.