Título: La llama de la sabiduría
Autor: Juan Francisco Ferrándiz
Publicación: Grijablo, abril de 2015
Páginas: 576
¿Tienen alma las mujeres? Así es como todo empezó, con esa pregunta.
Valencia, finales del siglo XV. En una época en que la mujer era considerada un ser sin alma, una joven decide sacar adelante el hospital fundado por sus padres, ahora asediado por las deudas y por una misteriosa conspiración. En la opulenta Valencia del siglo XV, una joven mujer emprende su propia lucha para preservar el legado de sus padres: En Sorell, un hospital célebre por atender a los más desposeídos. Acosada por leyes injustas y por los poderes fácticos de la ciudad, ella pronto comprenderá que se enfrenta a algo más peligroso que la incomprensión o la intolerancia. Porque una sombra letal se pasea impune por la ciudad dispuesta a propagar la muerte entre quienes se atrevan a desafiarla, entre todos aquellos que conocen los verdaderos secretos del hospital y de la extraordinaria mujer que lo fundó. Una novela ambiciosa y apasionante, llena de acción e intriga, que nos habla del valor de unas mujeres cuyo único pecado fue defender su dignidad en un mundo que las consideraba seres moralmente defectuosos... Seres sin alma.
Mis impresiones
Juan Francisco Ferrándiz es un abogado que hace un par de años publicó una novela que cosechó gran éxito y alcanzó un número considerable de ejemplares vendidos. Se trata de Las horas oscuras, una novela que llamó mi atención por entonces aunque mi primer acercamiento al autor ha sido con la que es su tercera novela.
La llama de la sabiduría es una novela con una interesante mezcla de géneros que reivindica el papel de la mujer en la historia, un tema que siempre me resulta interesante y al que saco partido. En ella nos vamos a encontrar con un destacado aspecto histórico, unos personajes con mucho atractivo y una trama plagada de intrigas y misterios.
La historia comienza en Valencia durante el mes de diciembre del año 1486. Irene es una joven de diecinueve años que ha regresado desde Barcelona, el lugar donde recibe la educación propia para convertirse en una dama burguesa, a su hogar por la repentina enfermedad de su padre. Poco después Andreu Bellvent, el fundador y mayordomo del hospital En Sorell, muere dejando a su hija huérfana y como legado unas deudas a las que la joven no puede hacer frente.
Pero a pesar de ello y de que su padre siempre intentó alejarla del ambiente de enfermedad, su hogar y su pasión siempre fue En Sorell, uno de los escasos hospitales de la ciudad en donde se atendía a todo el mundo sin distinción de clases ni religión. Irene pretende suceder a sus padres y tomar las riendas del hospital, pero este se rige por un consejo gestor que no aprueba que una mujer soltera ostente el cargo. Mientras la joven intenta hacer frente a todas los prejuicios e injusticias que se encuentra en el camino descubrirá que hay una amenaza mayor que se cierne sobre el hospital, la de una misteriosa mujer cuya presencia está acompañada de la muerte.
La llama de la sabiduría es una novela que tiene muchos ingredientes, y muy bien armados, para hacerla atractiva de cara al lector. Junto al desarrollo de una excelente ambientación y un contexto histórico muy interesante nos encontramos historias de amor, amistad y lealtad que se complementan a la perfección con una intriga que nos inquieta y atrapa durante toda la novela. Muertes repentinas y sospechosas, conspiraciones políticas, actos deleznables, una organización clandestina, una misteriosa dama vestida de negro que se mueve entre las sombras, personas cuya identidad no es la que declaran son solo algunos de los inconvenientes a los que tendrá que enfrentarse su protagonista.
Los personajes que protagonizan la novela me han parecido muy sólidos y humanos. Aunque en el centro del relato podemos situar a Irene, una mujer fuerte y luchadora en la que vemos una clara y lógica evolución producto de sus vivencias también existen una serie de interesantes secundarios muy bien conformados y cuyas subtramas llegan a captar nuestra atención. Destacar a la joven Caterina o Emerich, un criado, cuya actuación resulta clave en la novela y que se han ganado mi simpatía por completo. Antagonistas a estos, otros personajes que mueven en el lado oscuro pertrechando venganzas y urdiendo tramas para conseguir sus objetivos.
El contexto histórico dentro del cual se desarrolla la novela no puede ser más interesante. Valencia a finales del siglo XV era un ciudad de contrastes que vivía una época de gran esplendor comercial, que prosperaba gracias al enclave de su puerto marítimo, y cultural que se ha denominado como el Siglo de oro de las letras valencianas gracias a la vasta producción literaria. Además se construían lujosos palacios en donde la nobleza rural vivía de forma ociosa, prosperaban grandes burdeles y la burguesía amasaba fortunas gracias al comercio, la banca o la artesanía. Mientras, existía un grave problema de abastecimiento acuciado por la emigración y el impago de censos que sumía a la mayor parte de la población en la precariedad y la hambruna. Son muchas las imágenes que el autor nos va dejando de la cuidad tanto de sus calles o enclaves como del estilo de vida del momento y las normas que regían el comportamiento de la sociedad.
“¿Tienen alma las mujeres?
Así es como todo empezó, con esta pregunta.
Una cuestión que solo es producto de la degeneración de consideraciones formuladas en la Antigüedad, cuando Aristóteles afirmaba que las mujeres eran hombres defectuosos o Platón creía que el alma de estas alcanzaba la perfección si se encarnaba en varón. Calificada de putífera, portadora del hedor y la putrefacción, la mujer se hundía con el paso de los siglos en un légamo de desprecio y pecado.”
Así es la forma en que comienza esta novela. Y yo me pregunto que es aquello que tiene la mujer que tanto miedo ha dado al varón como para despreciarla y humillarla durante siglos. Todos sus esfuerzos han estado encaminados a emplear la fuerza para doblegarla y anular sus sentidos. Aún así siempre existieron mujeres extraordinarias que pretendieron cambiar su papel en la sociedad. Heroínas que lograron organizarse aunque fuera a escondidas, desarrollar sus propias ideas y transmitirlas a otras mujeres que pensaban de forma libre. Y este es otro punto a tener en cuenta de la novela. En ella un grupo de personajes crea una escuela de pensamiento para mujeres, conscientes de las circunstancias que las rodean que hacen del estudio, el conocimiento y la comprensión del mundo una forma de vida y de encontrarse a sí mismas.
La novela está narrada con un estilo cuidado y preciso pero sin prescindir de un intenso ritmo narrativo. El hecho de que en la novela sucedan muchas cosas junto a la agilidad con que está narrada hacen de ella una lectura muy completa en la que uno puede perderse por completo. El entretenimiento está asegurado. Su estructura formal es en capítulos que se van agrupando bajo siete partes o siete lecciones, cada una con un objetivo concreto.
Conclusión
He disfrutado mucho leyendo La llama de la sabiduría. Una novela muy bien construida que cuenta con muchos alicientes para interesar y entretener al lector. Muy recomendable.
