miércoles, 9 de octubre de 2013

Memento mori - César Pérez Gellida



Título: Memento mori
Autor: César Pérez Gellida
Publicación: Suma de letras, febrero de 2013
Páginas: 568

Versos, canciones y trocitos de carne
Septiembre de 2010. Aquella mañana de domingo nada le hacía presagiar al inspector de homicidios de Valladolid Ramiro San­cho que acababa de dar comienzo una pesadilla que lo dejaría marcado para el resto de sus días.

La investigación del asesinato de una joven ecuatoria­na a la que le han mutilado los párpados y cuyo cuer­po han encontrado unos versos amenazantes, ocupa las primeras páginas de esta novela negra narrada con un dinámico y atrevido lenguaje cinematográfico. Sin embargo, el autor nos arrastra por un camino inespe­rado al describir los hechos desde la perspectiva del propio asesino: un sociópata narcisista influenciado por la música más actual y por las grandes obras de la literatura universal.

La evolución frenética de los acontecimientos desem­boca en la intervención de uno de los especialistas más reconocidos en el comportamiento de los ase­sinos en serie. Este complejo triángulo emocional, unido a la intriga que envuelve al siniestro cómplice del asesino, hace que Memento mori se convierta en un profundo thriller de acción con banda sonora que atrapará al lector de principio a fin.

Mi experiencia con la novela

César Pérez Gellida nos demuestra con su primera novela, Memento mori, que en nuestro país también se hace novela negra de calidad y que los amantes del género no tienen por recurrir constantemente a autores fuera de nuestras fronteras. Este es el primer título de una trilogía titulada Versos, canciones y trocitos de carne cuya segunda entrega, Dies Irae, sale hoy a la venta (sí ya sé lo que estáis pensando, otra saga más pero yo creo que merece la pena acercarse a ella).

Memento mori – una expresión latina que significa “Recuerda que morirás” y que hace referencia a lo efímero de la vida- es una novela que aparte de ser adictiva, presentar intriga de principio a fin, estar bien construida y dotada de personajes interesantes presenta un punto de originalidad que me ha convencido 
totalmente.

Valladolid, septiembre del año 2010. Aparece en un parque el cadáver de una joven ecuatoriana a la que han mutilado los párpados. El cuerpo no presenta indicios de haber sido agredido sexualmente y la policía se ve sorprendida al encontrar un extraño poema en el interior de su boca.
Ramiro Sancho, inspector de policía del Grupo de Homicidios de Valladolid, será el encargado de dirigir la investigación. Poco tiempo después la aparición de otro cadáver con evidentes similitudes al anterior dejará patente que su resolución no será fácil y que se encuentran desorientados y sin poseer ninguna pista sobre lo que parece ser un asesino en serie.      

Mientras, Augusto Ledesma  parapetado en sus diversas identidades siente que puede manejar a la policía a su antojo y salir impune de sus crímenes. Sólo tiene que demostrar que es superior a ellos, algo que en su opinión le resultará sumamente fácil.   

Desde su comienzo Memento Mori es capaz de captar completamente la atención del lector a través de un primer capítulo que aparte de dejarnos impactados por su crudeza también nos deja pegados a sus páginas. Uno de los puntos más positivos, en mi opinión que tiene esta novela es que no pierde un ápice de suspense en toda su extensión (y no es precisamente breve) a pesar de que casi al inicio pongamos nombre, apellidos y casi cara al asesino. Porque en su argumento lo importante no es desvelar su identidad sino ir descubriendo poco a poco su psicología y los motivos que lo llevan a actuar tal y como hace.

Aunque en la novela hay gran variedad de personajes diferentes la trama se apoya básicamente en tres, muy carismáticos y sólidos. Por un lado están Ramiro Sancho y Armando Lopetegui, alías el Carapocha, del lado de la justicia. Sancho es un personaje que llama la atención desde un principio, tanto como lo haría su físico (extremadamente alto, con la cabeza rapada y una descuidada barba roja). Rozando la cuarentena, separado, atormentado por el pasado y tozudo en su trabajo no destaca  por una inteligencia excepcional y su forma de comunicación se apoya básicamente en el refranero. Mi favorito, sin duda, ha sido Carapocha, un psicólogo criminalista de formas un tanto bruscas, un humor muy negro y un pasado suculento, es uno de los personajes que da más juego en la novela. Además las conversaciones entre ambos no tienen desperdicio.

En el otro lado de la balanza esta Augusto Ledesma, el asesino y afortunado heredero de una herencia millonaria. Sibarita en sus costumbres, ególatra, con un excelente nivel cultural, un altísimo coeficiente intelectual y amante de los gin-tonics, los bonsáis y la música (siempre que no sea de los ochenta). Un hombre con una psicología complejísima y una infancia muy dura que le ha convertido en el psicópata que es hoy.

La historia está narrada a través de una voz en tercera persona omnisciente (salvo el primer y claustrofóbico capitulo que es primera persona) que conoce todos los personajes y circunstancias y va enfocando y centrando el relato hacia los tres personajes principales. El estilo sencillo, natural, sin florituras ni complicaciones junto a la amplia presencia de diálogos agilizan mucho su lectura sin llegar a un ritmo vertiginoso. Más bien nos encontramos ante un ritmo medio en el que aparte de la investigación se nos relatan otras cosas como aspectos privados de sus protagonistas por ejemplo. En la narración se incorporan numerosas expresiones en latín, traducidas a pie de página, que no llegan a entorpecer su lectura. Las referencias literarias sobre clásicos también son una constante. Ledesma es un lector voraz de Kafka, Nietzsche, Goethe o James Joyce quienes incluso llegan a inspirarle para acometer sus delitos y escribir los diversos poemas que aparecen en la novela en relación con los crímenes.

Otro aspecto que me ha parecido interesante es que su autor introduce en la novela el relato de otros asesinos especialmente crueles o cuyos casos resultaron de gran complejidad para explicarnos algunos aspectos psicólogos de las mentes más perturbadas que se han localizado.

No puedo obviar tampoco la banda sonora de la novela, que impregna toda la obra. Junto a Ledesma escuchamos canciones de Héroes del silencio, Love of Lesbian, Depeche Mode o Nacho Vegas entre muchísimos otros y cuyo listado encontraremos al final de la novela. Si bien este aspecto me ha gustado creo que incluir las letras de tantas canciones en ocasiones puede resultar excesivo e incluso llega a interrumpir el ritmo. Tanta implicación tiene la música en sus páginas que incluso encontramos los treinta capítulos que estructuran la novela no numerados pero encabezados por una frase extraída cada una de ellas por frases escogidas de las letras de las canciones de Enrique Bunbury.

La trama de Memento Mori resulta en todo momento coherente y realista, sin grandes alardes, sin escenas increíbles pero capaces de generar una gran tensión en el lector que desemboca en un final con diversos giros que sorprenderán e inquietaran al lector. El final resulta inesperado y abierto hacia la segunda parte de la trilogía.

Valladolid
Tampoco me han pasado desapercibidos los escenarios en que se desarrolla la novela. una ciudad pequeña y tranquila como Valladolid, un escenario poco desarrollado en este tipo de historias.  Me gustan estos escenarios cercanos y fácilmente reconocibles que dan un toque de realismo extra a la novela. Además está muy bien desarrollada su ambientación, situando a sus personajes en sus calles como el barrio de Arturo Eyreis, el barrio de Parquesol, el barrio de las Delicias (donde se encuentra la comisaria) o el barrio de la Covaresa así como los locales que frecuentan sus personajes, el café Zero o el restaurante La parrilla de San Lorenzo que después de haber leído la novela parece como si conociera esta ciudad. La acción transcurre entre el mes de septiembre de 2010 cerrando el capítulo final en marzo de 2011.

Conclusión

Si disfrutáis con la novela negra no tengo ninguna duda que Memento mori hará vuestras delicias. Una novela adictiva de principio a fin, con unos personajes acertados, una trama actual e interesante y un final que consigue sorprender.  Una novela diferente con un punto de originalidad que aporta la música y la poesía muy presente en sus páginas.