Título: La marca del guerrero
Autora: Rowyn Oliver
Publicación: Vergara, enero de 2013
Páginas: 317
Cada vez que Ronald Kinnon levante su espada en el campo de batalla, se
adiestre con sus hombres o haga el amor con una mujer, no podrá ocultar la
marca de la vergüenza. La responsable es la joven señora del clan Mckenzie, que
ha grabado sus iniciales en el pecho del Highlander luego de derrotarlo en toda
regla.
Edora sabe que hizo mal al provocarlo, pero ese maldito Kinnon ya había
salido demasiadas veces impune de sus fechorías. Decidida a convertirse en
líder de su clan tras la muerte de su padre no tuvo más remedio que enfrentarse
a él. Quizá no debería haberlo humillado de aquel modo, marcándolo como si le
perteneciera, pero no puedo contenerse. Ahora, la venganza no se hará esperar,
y viniendo de uno de los hombres más poderosos y orgullosos de Escocia, Edora
sabe que será terrible. El rey también lo sabe, por lo que toma una decisión
que enfurecerá a ambos jóvenes pero salvará su planes de la destrucción…
¿será capaz Edora de sacrificarse por los que ama? En el pecho del
despiadado guerrero ¿palpitará un corazón capaz de amor y perdonar?
Mi experiencia con la novela
Llevaba tiempo con ganas de leer
alguna historia sobre highlanders, un tema que hasta ahora no había tocado y
tampoco sabía muy bien por dónde empezar o como seleccionar una novela entre el
amplio abanico que existe. Así que cuando la autora de La marca del guerrero, Rowyn Oliver, se puso en contacto conmigo
ofreciéndome un ejemplar, pensé que
sería una buena oportunidad.
La novela, que se ha proclamado
ganadora del Premio Vergara (un sello de la editorial Ediciones B), me ha resultado
una grata sorpresa, al menos en relación con lo que me había imaginado o
esperaba de ella. Me ha resultado muy entretenida y ágil. No puedo compararla
con otras novelas y supongo que cada autora tendrá un estilo propio y
diferenciado pero esperaba una novela mucho más simple y empalagosa de lo que
ha resultado ser.
La historia comienza cuando a la muerte
del laird del clan Mckenzie su hija Edora ocupando su puesto se convierte en el
nuevo líder natural. Algunos no están muy satisfechos ni cómodos ante la
regencia de una mujer sobre todo considerando que el puesto debería haber sido
heredado por su hermano Bernard, si no hubiese sido desterrado por el padre de
ambos cuando intento cometer un intento de asesinato. Ahora Bernard vive
proscrito en el bosque con su vida dedicada al vino pero no piérdela esperanza
de recuperar el trono.
Edora es joven e impulsiva y en una
escaramuza contra el clan de los Kinnon para proteger las reses emprende una
venganza personal contra su líder. Con
cierta habilidad consigue doblegar al fuerte Ronald Kinnon y dejarle grabado en
el pecho la marca de los McKenzie con la punta de su espada. Con ello pretende
humillarle y hacerle pagar todo el daño que él ha sembrado en sus tierras. Pero
lo que ella en principio considera todo un triunfo pronto quedará patente que
sólo es una chiquillada que puede traer unas consecuencias terribles para la
paz de ambos clanes. La reacción de su oponente no se hace esperar y poco
tiempo después es secuestrada, castigada duramente y retenida en el castillo de
los Kinnon.
Cuando el rey es llamado como
mediador del conflicto establece una solución definitiva y extrema. Ronald y
Edora se verán obligados a casarse, para poner paz entre los dos clanes y como
castigo a la osadía de ella será restituido el trono de los McKenzie a su
hermano Bernard.
Es en este punto cuando la vida de
Edora cambia radicalmente, no sólo tiene que permanecer al lado del hombre al
que odia sino que además ha perdido el liderazgo y se ha alejado de su gente. ¿Podrá
superar esta dura prueba? ¿Luchará por lo que considera suyo o se conformará
con lo que han otorgado?
Ya sabéis que me encantan los
personajes femeninos fuertes y con carácter como Edora. Su carácter indómito,
impetuoso, testarudo aunque también algo infantil es el motor que mueve la
novela. Se encuentra entre mis preferidos y quizás aunque en la novela quedan
bien definidos me hubiese gustado conocerla un poco más. Ronald, el protagonista
masculino, tiene una construcción que me ha gustado. No es un personaje muy
complejo pero si noble y tiene el punto justo entre el luchador fuerte y
orgulloso que se ve por fuera y el hombre romántico y respetuoso que guarda en
su interior. Alrededor de ellos otros personajes tienen cierto peso como el
malvado Bernard, el fiel Broderick (uno de mis favoritos) o Tami una anciana
juiciosa.
Si hay algo que me ha gustado en
esta novela es la agilidad y el ritmo con que la autora comienza la historia y
que es capaz de mantener de principio a fin. Van sucediendo tantas cosas que es
imposible desviar la atención un solo segundo y además aburrirse.
Sabemos que Edora y Ronald se odian
por quien son cada uno de ellos también vemos el deseo que se despiertan
mutuamente por lo que se dará entre ellos un tira y afloja, sentimientos
encontrados y situaciones muy dispares.
Aunque es una novela de corte
claramente romántico, existe en ella otra subtrama que interesa al lector. Mientras
nos preguntamos qué pasará entre Edora y Ronald también nos intriga que
ocurrirá en el clan McKenzie con un traidor en el trono y por supuesto Edora,
no se va a quedar de brazos cruzados. Sabe que su hermano no es una persona
leal que cuide los intereses de sus miembros sino una persona déspota y egoísta
que hará siempre lo mejor para sí mismo.
Respecto al estilo de la autora me
ha parecido muy fresco, ágil, muy ameno y entretenido. Accesible al lector y
con muchos diálogos no exentos de cierta gracia y un poco de acción. Me gusta
la concisión con la que narra no
obstante me hubiese gustado que la historia fuese un poco más sutil. El deseo
de ambos es demasiado evidente desde el principio. En mi opinión hubiese sido
un poco más creíble que su relación se desarrollara de forma paulatina. También
creo que no hubiese estado mal que los sentimientos de los protagonista
tuvieran mayor desarrollo en la segunda parte llegando a un desenlace algo
precipitado que si bien, era predecible, creo que requería una extensión mayor.
Desde mi punto de vista, en la total
ignorancia me ha gustado acercarme de forma excepcional a la figura de los
Highlanders, estos guerreros de las montañas escocesas que se agrupaban en
clanes y vivían del ganado y la agricultura. En la novela se van algunas de sus
conductas y el papel que desempeñaba cada uno. Las luchas entre los clanes,
traiciones, secretos son algunos de los puntos. Aunque de esta experiencia he
salido bien parada creo que es mérito exclusivo de su autora que ha hecho una
novela amena que podría haber tenido otra ambientación cualquiera con el mismo
resultado. Y yo no se si volveré a acudir a esta temática.
Conclusión
Con una trama y estilo sencillos, La marca del guerrero, es una lectura
entretenida, ágil y fresca que ha tenido
puntos positivos que no esperaba encontrar. Una buena lectura para distraer la
mente y que seguro que disfrutarán mucho los amantes del género.