Título: Indiana o las pasiones de Madame Delmare
Autora: George Sand
Publicación: dÉpoca, octubre de 2018
Páginas: 336
George Sand no existe. Únicamente es el seudónimo que tuvo que escoger Amantine Aurore Lucile Dupin, baronesa de Dudevant, para publicar. Fue escritora y periodista con un criterio propio, feminista, con gran sensibilidad, luchadora y con una mente que no encajaba en la época en la que vivió. Pero nunca se calló e intentó que se oyesen sus ideas sin renunciar a lo que en aquella época se consideraba como extravagancias, aunque aquello provocará el escándalo y un aluvión de críticas. Su vida no fue fácil. Se convirtió en uno de los nombres más importantes de la literatura romántica francesa y hasta hoy nos llegan sus libros. En este caso de la mano de dÉpoca y su “Colección Delicatessen”. Indiana fue su primera novela, publicada en 1832.
La historia nos habla de una joven, frágil e inocente, llamada Indiana. Se ha visto obligada a contraer matrimonio con un un hombre mucho mayor que ella, un coronel retirado de pocas palabras, pocos sentimientos y cierta frialdad. En la mansión también vive el joven sir Ralph, insulso y callado, que parece vigilarla a todas horas. Indiana es muy infeliz en su vida.
También nos vamos a encontrar con un noble llamado Raymon de Ramiére, un don juan frívolo y descentrado, cuya máxima aspiración en la vida es conquistar mujeres para al poco tiempo cansarse de ellas y abandonarlas.
La primera vez que se encuentran Raymon e Indiana es en una extraña situación en la que se reúnen los cuatro protagonistas que he nombrado y por culpa de una de las aventuras amorosas de Raymon, que le hacen caer de un muro. Sin embargo en un segundo encuentro meses más tarde es la joven quien caerá, pero rendida a sus pies. Por primera vez en su vida se ha enamorado aunque no sea de la persona adecuada.
Podríamos decir que Indiana trata sobre una historia de amor con un estilo que nos denota una historia muy romántica, con unas emociones muy realzadas e incluso en ciertas ocasiones demasiado intensas y con una gran dosis de drama. Ella es una mujer débil, lánguida, atrapada en un matrimonio impuesto con un hombre de mal carácter que se enamora de un hombre con quien no puede estar y que nada tiene que ofrecerle. Indiana sufrirá mucho debido a esta pasión que siente y que no puede expresar libremente llegando incluso hasta el punto de no importarle arruinar su vida. Es la primera vez que conoce el amor y es tan solo una chiquilla que se deja llevar y arrastrar y que no ve la realidad.
A parte de todo eso yo creo que, dado el carácter de la autora, también es una reivindicación a la figura de la mujer atrapada en una vida que no le hace feliz, un matrimonio con un hombre al que no quiere y una sociedad dominada por el hombre. Pero también una crítica a su propia debilidad.
Y en la novela se verá claramente cómo el sexo masculino quien determina la acción. Raymond es un tarambana, un niño de mamá que no hace nada de provecho y que solo piensa en sí mismo, en divertirse. Y uno de sus principales divertimentos son las mujeres a quienes no cuesta conquistar por sus habilidades sociales y su atractivo, pero de las que muy pronto se cansa. Y esto es algo que afectará mucho a Indiana que se sentirá muy sola e incomprendida. Su amor es puro pero no correspondido de igual manera. Y a parte del señor Delmare, el esposo de Indiana, también está Ralph, un personaje que al principio no sabemos dónde colocar. Parece un ser vacío que no siente ni padece pero es un personaje que sorprenderá.
Todos los personajes están fuertemente caracterizados en la novela con algo que les define y básicamente son los que he citado hasta ahora. Las relaciones que se establecen entre ellos y como estas les hacen reaccionar a cada uno de una manera.
Esta es una novela para leer con tranquilidad, para dejarse llevar por la pulcra y detallista narración de George Sand y observar como sus personajes van sufriendo diversas adversidades y como luchan contra ellas a pesar de que no siempre consiguen superarlas. Quizás en algunos momentos me ha parecido que es excesivamente lenta y que la autora se explaya demasiado en ciertos detalles. Pero a pesar de ello es una novela de interesante lectura. Quizás no para cualquier lector porque como ya os digo es para leer con tranquilidad y no todo el mundo de siente atraído por su temática.
Yo he disfrutado con su lectura, me ha gustado ese torrente de emociones y sentimientos exaltados que arrastran a sus personajes y que me parece que tienen sentido colocados en la época en que se desarrolla la novela. Y me gusta esa parte que percibo de crítica a lo que le sucede a su protagonista algo que la propia autora no dejó que le ocurriera a sí misma.
