Título: Que decidan
las cerillas
Autor: Carlos Salem
Adaptación gráfica:
Kike Narcea
Publicación:
Navona, enero de 2018
Páginas: 216
En una ciudad sin
mar de la que parece imposible escapar, desaparece la gente. De noche. Gente de
la noche que no le importa a nadie, porque a nadie le importa nada en la
ciudad. Un bar. El de Lola, donde a veces suena jazz y a veces disparos. Un
flautista que solo consigue tocar sus maravillas sentado en el váter. Un
policía que escribe poemas con la misma brutalidad con que apalea detenidos.
Una hermana pequeña perversa. Un borracho residente y sin convicción, al que
llaman el Poe. Y un erudito en el arte de caer, encadenado a esa barra y a ese
bar, tan cansado de equivocarse, que confía sus decisiones a las cerillas. Y
las cerillas también se equivocan, pero al menos tiene a quien echar la culpa.
Una noche en la que no va a ocurrir nada, y ocurrirá todo.
Mis impresiones
Sé que por aquí se ve poca novela gráfica pero de vez en
cuando si llega una a casa interesante me animo y disfruto con la experiencia. Que decidan las cerillas es la adaptación
gráfica de la novela El huevo izquierdo
del talento de Carlos Salem, novela que no he llegado a conocer hasta ahora
y que no he leído pero que me ha despertado curiosidad. El libro ha sido publicado por Navona,
adaptado por Kike Narcea y con un prólogo de Antonio Altarriba y un epílogo de
Carlos Zanón.
“¿Para qué sirve una ciudad sin mar?
Para ahogarse en sus propias miserias.
Aquí… solo la mierda flota.”
La historia está protagonizada por un hombre al que
llaman Poe (que según nos cuenta el prólogo viene de poeta no de Edgar Allan
Poe). Un poeta que hace mucho tiempo que dejó de escribir y que alguna gente
aún recuerda. Alcoholizado y destrozado, porque la realidad le oprime, pasa las
noches en un tugurio de mala muerte a donde acuden constantemente majaras. Poe
está harto de escucharlos pero aun así deja que sean las cerillas las que
decidan. Si sale par permitirá a su acompañante que se desahogue. Y así es como
esas cerillas arrojadas en la barra de un bar nos van permitiendo conocer
diferentes historias protagonizadas por diferentes personajes.
Mi sensación al ir leyendo y observando estas historias
es que todos sus personajes son gente frustrada cuya vida es decadente, triste
y fracasada. Poe comenzará a escuchar las historias de una mujer que fue una gran
actriz del cine porno que ha dejado atrás sus mejores años y a la que su marido
engaña de una forma un tanto extraña, la de una prostituta que paradójicamente sigue
siendo virgen y un policía que intenta resolver un caso relacionado con ella,
la de una artista que perdió sus dedos, la de un mendigo que ese expone cada
día a la muerte al tumbarse en la calle y esperar a que pasen los coches o la
de Lola y su hermana menor entre otras. Lola es la dueña de ese tugurio donde acuden
estos personajes. Para Poe Lola es alguien especial, alguien que puede darle un
poco de aliento.
Que decidan las
cerillas es una historia marcada por el sexo, la violencia, la ambición, la
traición, la pasión, el alcohol, los vicios y la corrupción sobre todo. Como dice
el propio protagonista una ciudad que ahoga a sus habitantes. Conocemos sus
bajos fondos y esa parte más deprimente que existe en cualquier ciudad del
mundo.
El libro está dividido en relatos que en un principio
parecen independientes. Pero a medida que vamos leyendo nos vamos dando cuenta
que no son historias aisladas las que nos vamos a encontrar sino que existe un
nexo de unión entre ellas. La vedad es que cada una de estas historias tiene su
punto y me ha resultado un trabajo interesante y original, que ha captado mi
atención y que además me ha resultado muy entretenido. Cada historia me
invitaba a leer la siguiente.
Las ilustraciones que acompañan al texto, que viene en
forma de cajas para expresar el pensamiento de Poe o en bocadillos cuando los
personajes dialogan, son tan sombrías como los protagonistas y sus historias. Nos
encontramos un lenguaje directo, descarnado y duro. Dibujados en blanco y negro
creo que lo más expresivo son sus personajes que con una mirada con claramente identificables,
aunque tienen un cierto aspecto que roza la caricatura. Son un poco grotescos y
exagerados. Unos ojos prominentes con rasgos muy marcados llaman la atención.
Los escenarios tienen menor importancia que los personajes siendo un elemento
poco visible porque el negro está muy presente en la obra, un poco en consonancia
con lo que se quiere transmitir.
Conclusión
En Que decidan las
cerillas nos vamos a situar en un bar de mala muerte donde una serie de
personajes representan un panorama desolador. Un libro que me ha gustado mucho
a pesar de que no soy una consumidora habitual de cómic pero al que le voy
cogiendo el gusto.