miércoles, 18 de enero de 2017

La flor del azafrán amarillo - Laia Ibrahim



Título: La flor del azafrán amarillo
Autora: Laia Ibrahim
Publicación: Amazoncrossing, diciembre de 2015
Páginas: 270

En el instante de nacer, Lisbeth se ve apartada de su madre y queda a cargo de Mattie, una esclava a la que han separado de su propio hijo para que ejerza de ama de leche. Comienza así una relación intensa que conformará la vida de ambas durante décadas. Es Mattie, y no su familia, quien le enseña a disfrutar de las pequeñas cosa, quien le abre los ojos ante la injusticia de la esclavitud, quien le enseña a amar incondicionalmente.

Pero ¿es posible que dos mujeres de origen tan dispar compartan semejante vínculo sin consecuencias? Este relato conmovedor de amor improbable sigue el viaje emprendido por cada una de ellas en busca de su propia libertad.

Mis impresiones

Me gustaron desde el principio tanto la portada como el título esta novela. Pero al leer su sinopsis me quedé prendada de ella. Aunque pueda parecer que el tema de la esclavitud está ya un poco manido y usado en bastantes libros yo no me canso de leer estas historias. Además hacía tiempo que no pasaba por mis manos una novela de estas características.

“Mattie nunca fue del todo mía en realidad, y la conciencia de este hecho que haberme colmado con la misma prontitud y certeza que la leche de sus senos. Pese a ser «posesión» de mi familia, pese a hallarse en el centro mismo de mi universo, sus afectos más profundos habitaban en otra parte. Por eso, el consuelo de tenerla iba de la mano del miedo a perderla un día. La que sigue es nuestra historia.”

La historia comienza en Fair Oaks, una plantación de Virginia en el año 1837 cuando la señora Ann Wainwright acaba de dar a la luz a una niña a quien llamarán Elisabeth. Como es costumbre en la época la señora no pretende amamantar al bebé por lo que buscan a una esclava negra para que la crie en su lugar. La elegida ha sido Mattie que tendrá que abandonar a Samuel, su hijo de tres meses, y mudarse a la mansión familiar.

Inmediatamente la niña establecerá un gran vínculo con su ama de cría hasta el punto de que no quiere separarse de ella. Con ella aprenderá las cosas esenciales de la vida que son muy diferentes a las que su madre biológica quiere inculcarle. Pero también comprenderá a través de Mattie la injusticia en el trato a la que los esclavos son sometidos.

La flor del azafrán amarillo es una novela de amor en el sentido más completo y profundo de la palabra. Pero no de amor romántico, aunque también exista alguna subtrama que haga referencia a este, sino de amor fraternal o filial. En este caso no dado por los vínculos de sangre sino por el cariño que dos personas se ofrecen. Sin embargo estas son de mundos tan  distintos que se les hará imposible demostrarlo abiertamente e incluso permanecer juntas. La historia es conmovedora y ha sido todo un gusto leer adentrarme en ella.

La novela abarca más de veinte años en la vida de sus personajes y en consecuencia de ello veremos como crecen y evolucionan sus personajes. Los que más destacan en ella son Mattie y Lisbeth. La primera se ganará inmediatamente nuestro corazón por su generosidad. Es una esclava muy joven que ha tenido que ir separándose de toda su familia. Cuando solo era una niña  vendieron a su madre a otra plantación. A su marido tampoco lo ve mucho porque trabaja bajo el mandato de otro amo y para colmo ha tenido que abandonar a su hijo recién nacido al cuidado de otros para amamantar a otra pequeña. Aunque en algún momento podemos ver el resentimiento lógico que habita en ella, pondrá todo su cuidado en hacer que a la Señorita Elizabeth (como ella tiene que llamarla) no le falte de nada. De hecho será Mattie quien le abrirá los ojos al mundo. Elisabeth es una niña criada entre algodones. Vive entre las normas de los blancos y si bien al principio piensa que Mattie es una posesión de la que disponer a su antojo con el paso de los años y su madurez como mujer irá comprendiendo las dificultades por las que los esclavos tienen que pasar.

En La flor del azafrán amarillo se contraponen dos mundos muy diferentes. El de una familia blanca, rica y propietaria de una gran plantación de tabaco con el del mundo de los esclavos que permanecían encerrados en ellas. Aunque la autora no profundiza excesivamente en ello sí que veremos los pocos derechos que tenían, el trato que se les ofrecía, como se vendían a unos y otros rompiendo familias y separando para siempre a sus miembros. En la época en que se desarrolla la novela ya se había prohibido la esclavitud en algunos estados de Estados Unidos aunque fue en el sur donde se prolongó más esta situación en el tiempo y donde más se defendió.

Sin embargo yo creo que la autora también pretende hacer una especie de paralelismo entre la vida de un esclavo y la de una mujer en la sociedad de mitad del siglo XIX, que tampoco tenía muchas opciones a elegir. Claro que no es lo mismo perder la libertad viviendo en una gran casa, rodeada de sirvientes, sin tener que trabajar y dedicándote simplemente a socializar con otras familias que vivir en una choza, ser obligado a trabajar y no poseer nada. Así Lisbeth tampoco será libre para elegir, a menos que desee romper con su familia y tener que marcharse de su hogar. Sus padres han elegido un buen partido para ella y su obligación y lo esperado es que ella acepte contraer matrimonio. Sin duda fue una época en la que reinaba el machismo, un mundo dirigido por hombres donde la mujer poco más podía hacer que obedecer.

Así mismo creo que la novela muestra la hipocresía del hombre blanco. Apenas consideraban a los esclavos personas, desconfiaban de ellos y aun así les introducían en su vida o delegaban en ellos la crianza de sus hijos. Y muchos de estos niños eran hijos de los blancos, que abusaban de las jóvenes esclavas, aunque no por ello recibieran trato de favor.

La novela está narrada de forma sencilla y muy fluida de forma que vas pasando páginas sin apenas darte cuenta. Laia Ibrahim utiliza las descripciones en su justa medida de forma que hace ver las cosas al lector pero sin excederse ni hacerse pesada. Y esto justo al buen uso de los diálogos y la estructura en capítulos cortos hace que su lectura se agilice. Como abarca muchos años en la vida de sus personajes la historia va evolucionando constantemente y sus personajes creciendo omitiendo grandes lapsos de tiempo. Aunque la verdad es que se me ha hecho demasiado corta y no me hubiese importado que la novela fuera más extensa.

Conclusión

Laia Ibrahim nos narra en La flor del azafrán amarillo una historia tierna y conmovedora que nos habla del amor que se profesan dos personas de mundos distintos. Una historia de sacrificio, de superación y de ruptura con las normas. 
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