Título: La
flor del azafrán amarillo
Autora: Laia
Ibrahim
Publicación:
Amazoncrossing, diciembre de 2015
Páginas: 270
En el instante de nacer, Lisbeth se ve apartada de
su madre y queda a cargo de Mattie, una esclava a la que han separado de su
propio hijo para que ejerza de ama de leche. Comienza así una relación intensa
que conformará la vida de ambas durante décadas. Es Mattie, y no su familia,
quien le enseña a disfrutar de las pequeñas cosa, quien le abre los ojos ante
la injusticia de la esclavitud, quien le enseña a amar incondicionalmente.
Pero ¿es posible que dos mujeres de origen tan
dispar compartan semejante vínculo sin consecuencias? Este relato conmovedor de
amor improbable sigue el viaje emprendido por cada una de ellas en busca de su
propia libertad.
Mis impresiones
Me gustaron
desde el principio tanto la portada como el título esta novela. Pero al leer su
sinopsis me quedé prendada de ella. Aunque pueda parecer que el tema de la
esclavitud está ya un poco manido y usado en bastantes libros yo no me canso de
leer estas historias. Además hacía tiempo que no pasaba por mis manos una
novela de estas características.
“Mattie
nunca fue del todo mía en realidad, y la conciencia de este hecho que haberme
colmado con la misma prontitud y certeza que la leche de sus senos. Pese a ser «posesión»
de mi familia, pese a hallarse en el centro mismo de mi universo, sus afectos
más profundos habitaban en otra parte. Por eso, el consuelo de tenerla iba de
la mano del miedo a perderla un día. La que sigue es nuestra historia.”
La historia
comienza en Fair Oaks, una plantación de Virginia en el año 1837 cuando la
señora Ann Wainwright acaba de dar a la luz a una niña a quien llamarán
Elisabeth. Como es costumbre en la época la señora no pretende amamantar al
bebé por lo que buscan a una esclava negra para que la crie en su lugar. La
elegida ha sido Mattie que tendrá que abandonar a Samuel, su hijo de tres
meses, y mudarse a la mansión familiar.
Inmediatamente
la niña establecerá un gran vínculo con su ama de cría hasta el punto de que no
quiere separarse de ella. Con ella aprenderá las cosas esenciales de la vida
que son muy diferentes a las que su madre biológica quiere inculcarle. Pero
también comprenderá a través de Mattie la injusticia en el trato a la que los
esclavos son sometidos.
La flor del azafrán amarillo es una novela de amor en el sentido más
completo y profundo de la palabra. Pero no de amor romántico, aunque también
exista alguna subtrama que haga referencia a este, sino de amor fraternal o
filial. En este caso no dado por los vínculos de sangre sino por el cariño que
dos personas se ofrecen. Sin embargo estas son de mundos tan distintos que se les hará imposible
demostrarlo abiertamente e incluso permanecer juntas. La historia es
conmovedora y ha sido todo un gusto leer adentrarme en ella.
La novela
abarca más de veinte años en la vida de sus personajes y en consecuencia de
ello veremos como crecen y evolucionan sus personajes. Los que más destacan en ella
son Mattie y Lisbeth. La primera se ganará inmediatamente nuestro corazón por
su generosidad. Es una esclava muy joven que ha tenido que ir separándose de
toda su familia. Cuando solo era una niña vendieron a su madre a otra plantación. A su
marido tampoco lo ve mucho porque trabaja bajo el mandato de otro amo y para
colmo ha tenido que abandonar a su hijo recién nacido al cuidado de otros para
amamantar a otra pequeña. Aunque en algún momento podemos ver el resentimiento
lógico que habita en ella, pondrá todo su cuidado en hacer que a la Señorita
Elizabeth (como ella tiene que llamarla) no le falte de nada. De hecho será
Mattie quien le abrirá los ojos al mundo. Elisabeth es una niña criada entre
algodones. Vive entre las normas de los blancos y si bien al principio piensa
que Mattie es una posesión de la que disponer a su antojo con el paso de los
años y su madurez como mujer irá comprendiendo las dificultades por las que los
esclavos tienen que pasar.
En La flor del azafrán amarillo se
contraponen dos mundos muy diferentes. El de una familia blanca, rica y
propietaria de una gran plantación de tabaco con el del mundo de los esclavos
que permanecían encerrados en ellas. Aunque la autora no profundiza
excesivamente en ello sí que veremos los pocos derechos que tenían, el trato
que se les ofrecía, como se vendían a unos y otros rompiendo familias y
separando para siempre a sus miembros. En la época en que se desarrolla la
novela ya se había prohibido la esclavitud en algunos estados de Estados Unidos
aunque fue en el sur donde se prolongó más esta situación en el tiempo y donde
más se defendió.
Sin embargo yo
creo que la autora también pretende hacer una especie de paralelismo entre la
vida de un esclavo y la de una mujer en la sociedad de mitad del siglo XIX, que
tampoco tenía muchas opciones a elegir. Claro que no es lo mismo perder la
libertad viviendo en una gran casa, rodeada de sirvientes, sin tener que
trabajar y dedicándote simplemente a socializar con otras familias que vivir en
una choza, ser obligado a trabajar y no poseer nada. Así Lisbeth tampoco será
libre para elegir, a menos que desee romper con su familia y tener que
marcharse de su hogar. Sus padres han elegido un buen partido para ella y su obligación
y lo esperado es que ella acepte contraer matrimonio. Sin duda fue una época en
la que reinaba el machismo, un mundo dirigido por hombres donde la mujer poco
más podía hacer que obedecer.
Así mismo creo
que la novela muestra la hipocresía del hombre blanco. Apenas consideraban a los
esclavos personas, desconfiaban de ellos y aun así les introducían en su vida o
delegaban en ellos la crianza de sus hijos. Y muchos de estos niños eran hijos
de los blancos, que abusaban de las jóvenes esclavas, aunque no por ello
recibieran trato de favor.
La novela está
narrada de forma sencilla y muy fluida de forma que vas pasando páginas sin
apenas darte cuenta. Laia Ibrahim utiliza las descripciones en su justa medida
de forma que hace ver las cosas al lector pero sin excederse ni hacerse pesada.
Y esto justo al buen uso de los diálogos y la estructura en capítulos cortos
hace que su lectura se agilice. Como abarca muchos años en la vida de sus personajes
la historia va evolucionando constantemente y sus personajes creciendo
omitiendo grandes lapsos de tiempo. Aunque la verdad es que se me ha hecho
demasiado corta y no me hubiese importado que la novela fuera más extensa.
Conclusión
Laia Ibrahim
nos narra en La flor del azafrán amarillo
una historia tierna y conmovedora que nos habla del amor que se profesan dos
personas de mundos distintos. Una historia de sacrificio, de superación y de
ruptura con las normas.
Puedes descargar La flor del azafrán amarillo aquí:
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