Título: El mal camino
Autor: Mikel Santiago
Publicación: Ediciones B, junio de 2015
Páginas: 432
En una carretera
rural del sur de Francia, un hombre surge de la oscuridad y desencadena una
serie de extraños acontecimientos, convirtiendo en una pesadilla las vidas del
escritor Bert Amandale y su amigo Chucks Basil, una estrella de rock en horas
bajas.
Santiago se sirve
de un escenario idílico e inquietante, en el corazón de la Provenza, para
atraparnos en una historia que se lee compulsivamente y en la que late, de
fondo, el destino de unos personajes marcados por sus errores.
Mis impresiones
Hoy, día 3 de junio, sale a la venta El mal camino, la nueva novela de Mikel Santiago, un autor vizcaíno
que conocí el año pasado con su opera
prima titulada La ultima noche en Tremore Beach. La
novela obtuvo un éxito considerable (que se entiende a la perfección si uno la
ha leído) y ahora regresa a los estantes de las librerías con mucha fuerza y
una historia nueva que me ha dejado buenísimas sensaciones. Si ya la novela
anterior nos deparaba acción, intriga y suspense con un velo de terror y una
trama adictiva que no daba respiro El mal
camino tiene de nuevo todos estos ingredientes que nos aseguran una
estupenda lectura.
Todo comienza con una confesión. Justo en el momento en
que Chucks Basil le cuenta a su amigo Bert Amandale lo ocurrido cuatro noches
atrás mientras viajaba en su coche a altas horas de la madrugada por una
carretera local del sur de Francia. Unas horas antes los dos amigos habían
compartido una agradable velada de diversión, copas y risas en un local y al
volver a casa un hombre había aparecido inesperadamente en medio de la
carretera desencadenando una extraña experiencia para Chucks que aún no ha
podido reponerse al recuerdo de lo vivido durante aquella noche. A pesar de que Bert no encuentra ningún
indicio de que lo acaecido es real ambos se ven implicados en un turbulenta
historia que convierte sus vidas en una pesadilla.
Creo que no tiene más sentido profundizar en su
argumento, al menos yo no os voy a contar nada más. Creo que es una de esas
novelas de las que mientras menos se sepa muchísimo mejor porque aquí el factor
sorpresa es importante. El mal camino
es un thriller psicológico que inevitablemente te atrapa desde la primera
página, con un ritmo frenético que no da respiro, con una historia construida
con mucho ingenio y que cuenta con
muchísima intriga. Con ella nos volveremos tan paranoicos como sus personajes y
nos será imposible discernir la línea que separa lo real de lo imaginado.
Todo sucede en un pequeño pueblo de la Provenza francesa.
Es el lugar que Bert Amandale, un conocido escritor de novela negra que está
inmerso en su próximo trabajo sin mucho éxito, ha elegido para darle otra
oportunidad a su matrimonio después de pasar por un momento delicado. También
parece el sitio perfecto para alejar a su hija adolescente de ciertos ambientes
Londinenses, una ciudad donde existen muchos peligros para una joven como
Britney. Hasta allí también se mudó Chucks, el mejor amigo de Bert, un viejo
rockero que está intentando resucitar su carrera con un nuevo disco. A parte de
la trama de suspense, la que surge tras lo sucedido durante aquella noche en la
carretera, en la historia cabe que nos acerquemos a la vida privada de los
protagonistas, a los problemas que existen en el matrimonio de Bert, al agitado
pasado de Chucks, a que conozcamos sus miedos, sus emociones y obsesiones de
forma que conseguimos implicarnos en la vida de sus personajes.
Mikel Santiago consigue una ambientación perfecta para la
novela. Y lo hace con descripciones muy justas y medidas, de forma que ni le
falta ni le sobra a la novela. Sitúa la acción en un pequeño pueblo llamado
Saint-Rémy de vida aparentemente tranquila, con paisajes rurales y evocadores, ideal
para que un matrimonio en crisis encuentre la paz y la forma de resucitar la
relación. Pero a la vez el lugar donde encontrarse con una comunidad cerrada
donde es imposible vivir ajeno a los demás, donde cada nuevo habitante es
escrutado al detalle, donde las apariencias importan, donde cada uno oculta sus
propios secretos y donde el dinero puede comprar complicidad y callar a los
demás.
Como ya sucedió en La
última noche en Tremore Beach, Mikel Santiago opta por contar la historia
en primera persona. Será el propio Bert quien nos haga participes de todo lo
ocurrido desde su punto de vista por lo que el lector solo tiene acceso a lo
que el propio personaje va viviendo. Y esta perspectiva es una de las grandes
bazas de la novela, tenemos la información limitada, al mismo tiempo que llega
al protagoniza y sin la certeza de saber si todo es real o una invención de sus
protagonistas. Y este juego de verdades y mentiras resulta muy interesante.
El mal camino
está narrada con un estilo ágil y fluido que te invita a devorar sus páginas.
Como ya señalé la vez anterior Mikel Santiago tiene una enorme capacidad de
conectar con el lector e introducirle de lleno en la historia. Sabe manejar la
tensión a la perfección, dosificar la información, introducir otras subtramas
que captan la atención y combinarlo todo a la perfección. El último tercio de
la novela es literalmente imposible de soltar, se acentúa la acción hasta
llegar a un desenlace en el que todo cerrado y bien explicado.
Conclusión
He disfrutado muchísimo con la lectura de El mal camino. Es una novela que cuenta con muchísima
intriga, con una ambientación muy visual, con un ritmo increíble, narrada con
agilidad y con giros argumentales muy interesantes.