Título: Secretos del arenal
Autor: Félix Modroño
Publicación: Algaida, octubre de 2014
Páginas: 380
El voluptuoso mundo del vino ha unido a Silvia y Mateo en una relación tan intermitente como apasionada, donde nunca hay preguntas ni tampoco respuestas. Pero ella sigue atormentada por el dolor de hace muchos años: en 1989 el cadáver de su hermana mayor apareció en el monte Artxanda, salvajemente mutilado, y desde entonces el asesino sigue libre, sin que las investigaciones —primero de la Policía Nacional, y luego de la Ertzaintza— hayan logrado sustanciales avances.
Un día, Mateo recibe el correo electrónico de una desconocida que le propone leer la novela Secretos del Arenal: una historia de intrigas, venganza y supervivencia situada en la Sevilla de posguerra, una ciudad acosada por el hambre, la miseria y la represión política. Mateo no sabe que es la propia Silvia quien le manda ese correo, y por supuesto desconoce qué claves se esconden tras las lectura de esa novela.
En la más reciente novela de Félix G. Modroño, galardonada con el XLVI Premio Ateneo de Sevilla, el destino parece entretejer las historias de dos mujeres, en dos ciudades diferentes separadas por más de mil kilómetros, y con casi medio siglo de diferencia.
Quizás el Arenal —el de Bilbao o el de Sevilla— aún oculte las claves de un misterio nunca resuelto, y quizás un libro contenga las repuestas a las preguntas que nunca se formularon.
Mis impresiones
Conocer a Félix Modroño con La ciudad de los ojos grises fue todo un acontecimiento para mí. Aún guardo ese regusto tan especial que me dejó esa lectura que supuso una de las mejores de 2012. Secretos del arenal, que ha obtenido el XLVI Premio de Novela Ateneo de Sevilla, es su nuevo trabajo y desde el momento en que conocí su existencia supe que tenía que leerlo.
Secretos del arenal a parte de su historia, su desarrollo, la construcción de sus personajes y un envoltorio muy atractivo tiene un aspecto en común con la novela anterior del autor que hizo ya por entonces que me cautivara. Es la delicadeza, el buen gusto y el cuidado que el autor pone en cada una de sus páginas de forma que seduce de forma instantánea.
"Una muerte violenta cambió mi vida. Y si bien el paso del tiempo ha conseguido atemperar los recuerdos del dolor, raro es el día en que su cadáver no se me viene a la cabeza, creando un sustrato de niebla que subyace en todos mis pensamientos y agudiza mi melancolía.
Es curioso cómo, a pesar de lo ocurrido, mi conciencia está tranquila. Más aún con el discurrir de los años. Todo aquello transformó el dibujo de mi sonrisa, haciéndola más triste, quizás también más sincera, aunque no destrozó mis ilusiones".
Cuando arranca la novela conocemos a Silvia, una joven periodista que guarda en lo más profundo de su interior el dolor por haber perdido a su hermana. En 1989 su cadáver apareció brutalmente asesinado y mutilado en un paraje de monte. Nunca llegaron a encontrar al asesino.
Su familia es propietaria de una prestigiosa bodega en Bilbao, gracias a lo cual consigue cubrir un reportaje para una revista de vinos y gastronomía. Durante el evento conoce a Mateo Uriarte, un conocido sumiller, con el que establecerá una intermitente y apasionada relación amorosa en la cual no hay compromisos ni exigencias. Algunos años después de este encuentro, Silvia, amparada en el anonimato, comenzará a escribir correos electrónicos a Mateos a través de los cuales le propondrá leer una novela que ha marcado su vida y se titula Secretos del arenal.
De esta forma nos sumergimos en la historia de Olalla Carmona, una joven sevillana a quien la Guerra Civil le ha arrebatado todo lo que tenía y que durante los terribles años de posguerra tendrá que enfrentarse a los resquicios que la contienda ha dejado en una sociedad que intenta sobrevivir al hambre, la desesperación y la miseria.
Secretos del arenal se construye a través de dos historias, una dentro de la otra. Protagonizada por dos mujeres distintas y ambientada en dos momentos diferentes. En la novela podemos encontrar una equilibrada mezcla de géneros en la que se fusionan con maestría una historia de amor, una trama de intrigas y venganzas que se completan con la inclusión de la resolución de un asesinato sin descuidar además tanto los ambientes como el contexto histórico. Se trata, sin duda, de una novela que atrapa y cautiva desde sus comienzos. Con un marcado tono emocional pero también una trama que interesa e intriga al lector.
De nuevo –y al igual que sucedía en La ciudad de los ojos grises- nos encontramos con personajes dotados de alma y corazón. A Silvia, una de las protagonistas, no cuesta nada comprenderla. Es un personaje que está definido con máximo detalle, complejidad y multitud de matices. Una mujer marcada por la violenta muerte de su hermana y con un carácter fuerte e independiente. A Olalla no la conocemos tanto desde dentro pero vamos apreciando perfectamente la evolución que sigue la misma según se van desarrollando sus circunstancias. Al igual que Silvia está marcada por una pérdida, en este caso la de sus padres durante la guerra. A su alrededor figuran un interesante elenco de secundarios que aunque definidos en menor medida son fácilmente identificables por el lector.
Comenzaba resaltando las bondades de la prosa de Félix Modroño quien nos narra la historia con un estilo envolvente, cercano y que consigue empapar al lector en la historia. Y todo ello lo hace sin descuidar ni una palabra, ni una sola coma. La historia se conduce a través de dos voces narrativas. Será Silvia, en primera persona, quien nos cuente sus propias vivencias entremezclando el momento presente con sus propios recuerdos y saltando sobre diferentes momentos de la historia. Esto permite al autor por un lado que nos acerquemos mucho al personaje que nos va transmitiendo con exactitud tanto sus pensamientos, como sus estados de ánimo a la vez que justificar perfectamente los motivos por los que actúa de una u otra manera. La historia de Olalla, en cambio, se nos relata a través de una tercera persona omnisciente y aunque es menos emotiva contiene algo más de acción.
Formalmente la novela se estructura en nueve grandes capítulos (aunque numerados doblemente del uno al cinco) que se dividen a su vez en cuarenta y ocho partes de corta extensión que agilizan mucho su lectura. Las dos líneas argumentales, pasado y presente, se van alternando en cada uno de estos capítulos de forma que vamos conociendo su desarrollo de forma paulatina. A pesar de que pueda parecer una estructura sencilla su autor maneja varios planos temporales a la vez sin que el lector corra el riesgo de desorientarse en la historia. Como he dicho, Secretos del arenal cuenta con dos historias distintas cuya relación no comprenderemos hasta el final de la misma.
Son dos los enclaves en los que se desarrolla la novela. En la actualidad nos encontramos con las ciudades de Sevilla y Bilbao mientras que en la siguiente trama se sitúa en Sevilla durante los años cuarenta trasladándonos por completo al periodo de posguerra y las intrigas que durante esta época se desarrollaban. Tanto su ambientación como el contexto histórico se encuentran sumamente cuidados, ofreciéndonos el lector un exacto retrato de las ciudades en una y otra época con referencias a sus calles, sus edificios o su historia.
Me gustaría destacar además un tema que aparece de fondo en la novela y es relativo al mundo del vino, las catas y los sumilleres. Me ha encantado encontrarme este aspecto en la novela porque no os lo he dicho nunca pero estuve a punto de estudiar enología tras terminar la carrera.
Tampoco puedo cerrar esta reseña sin comentar un aspecto que me ha llamado la atención y es que Secretos del arenal no está exento de cierta crítica a la sociedad actual. A través de Silvia toca algunos temas como la hipocresía política, la incultura, las injusticias sociales o la indiferencia con el desfavorecido. También a través de este personaje iremos tocando ciertos temas relativos a las relaciones amorosas, el compromiso, los lazos del destino
Conclusión
Con una prosa preciosista, un argumento que atrapa, unos personajes construidos de forma impecable y un marcado tono emotivo he disfrutado muchísimo con la lectura de Secretos del arenal. Además la música y la literatura están muy presentes en ella.