Hace poco os presenté la novela Amagi, una especie de fábula que recoge la sabiduría popular de varias religiones y culturas. Hoy os presento un pequeño cuestionario que su autor, Sagar Prakash Khatnani, ha tenido el detalle de contestarme.
¿Cómo te definirías a ti mismo?
Es difícil, soy común, uno más entre millones
de personas, pero a la vez tengo mis diferencias, mis cualidades y mis defectos
que me hacen único.
Como lector ¿Cuáles
son tus autores de referencia? Dickens, Camus,
Tolstoi, Kavafis, ¿En qué obras te has inspirado, si es que las hay,
para escribir Amagi?
En todas mis lecturas, siempre hay algo que me inspira,
que me sorprende y que me sirve de inspiración.
¿Qué significa la
literatura en tu vida? ¿Se trata de un hobbie o es algo más?
Creo que ha formado parte de mi vida desde que era
pequeño. Se trata de una pasión, de algo
natural, como respirar o pestañear
¿De dónde surge la necesidad de escribir?
Supongo que de la necesidad de conocer, de aprender, de desvelar algo de este
maravilloso misterio que es vivir.
Sin duda, la novela
está consiguiendo un éxito considerable y la opinión de los lectores es unánime
¿Qué te aportan a ti como persona y como escritor todos estos comentarios?
Me
alegra, me satisface, me entusiasma levantarme por las mañanas y descubrir los
maravillosos mensajes que me envían desde todas partes del mundo, felicitándome
y dándome las gracias por escribir una fábula como Amagi. Siento que mi
esfuerzo ha valido la pena, que he cumplido mi sueño y que es un logro superior
a mí, que tiene vida propia. Amagi ya no me pertenece, vuela por su cuenta y
anida en el corazón de los lectores.
Y las críticas ¿Cómo
las recibes?
De vez en cuando, por supuesto, hay alguna. Las analizo, las
escucho, pero hago caso de mi criterio. En todo camino por alcanzar nuestros
sueños habrá gente que te motive y te apoye y otra que no esté de acuerdo o
critique tu trabajo. Es ley de vida. Por eso uno debe hacer lo que le dicte su
mente, e ir donde el corazón le lleve, como en el libro de Susanna Tamaro.
Amagi fue primero
autopublicada en Amazon hasta que el sello Suma de letras se interesó por ella
¿Qué nos puedes contar de esta experiencia?
Yo diría que hoy en día,
los escritores noveles tenemos una oportunidad de oro. Las redes sociales son
muy democráticas y la gente comparte aquello que les gusta y disfrutan. Y si
algo gusta a la gente, a las grandes editoriales también les gusta.
En el prestigio,
en la distribución, en la presentación, en la atención que prestan los medios. Yo
siempre tuve claro que para mí la autopublicación de Amagi en Amazon solo era
un trampolín para llegar a las grandes editoriales. Una historia como esta únicamente
podía alcanzar su magia en papel, para subrayarla, para comprender el misterioso
final, para disfrutar de sus ilustraciones, el lector necesitaba poseer la
historia.
¿Qué le contarás a un
cualquier persona para animarle a leer Amagi?
La literatura
debe ser muy entretenida, pero también capaz de inspirar al lector, de hacerle
reflexionar y esclarecer, en la medida de lo posible, el misterio de la vida.
Amagi recoge todos los cuentos del Hinduísmo, del Sufismo, el Taoísmo, el
jasidismo e incluso el cristianismo, ensartados como las cuentas de un gran
collar en la historia de Yuspeh, el aprendizaje que se convierte en maestro, el
esclavo que quiso dominar el mundo. Y al final, Amagi no es más que la historia
de todos nosotros: la del paso que va de la adolescencia a la madurez.
¿En qué género
encuadrarías la novela?
Novela Iniciática
¿Está escrita con la aspiración de
ser un libro de autoayuda?
Amagi es una novela de aventuras,
con historias de amor, venganza, traiciones, reencuentros entre antiguos
personajes, con un trasfondo espiritual, de superación personal que inspiran al
lector. Sin embargo, en sí, es un libro de entretenimiento, una fábula
misteriosa. Si hubiese que resumirlo, diría que Amagi te muestra dónde buscar,
pero no te dice que ver.
En una nota al final
del libro aclaras que la novela nace de una necesidad personal de encontrar
respuestas ¿Qué crees que puede aportar Amagi al día a día de cualquier persona
que lo haya leído?
Amagi es solo una historia, la magia está en los ojos del
que lee.
Al principio de la
novela Yuseph es un muchacho tímido, que no sabe nada del mundo pero que está
deseando salir a conocerlo ¿Has
puesto algo de ti mismo al construir al personaje o es completamente ficticio?
Todo y nada. Todo lo que Yuseph siente, lo comparte conmigo, sin embargo cuanto
le sucede es ficción, ha sido trazado para entretener al lector.
A Yuseph a lo largo de
la misma le suceden un montón de aventuras y sobre todo muchas desgracias. De
cada una de estas va aprendiendo y obteniendo una forma diferente del mundo
¿Crees que aprendemos más de las cosas negativas que nos ocurren que de lo positivo?
Totalmente, lo
negativo nos hace cambiar, adaptarnos, transformarnos. Lo positivo, aunque es
maravilloso, nos acomoda, nos acostumbra, nos adormece.
Amagi está narrado a
modo de fábula ¿Fue tu intención desde el principio o es algo que surgió de
forma espontanea?
Yo quería narrar una historia envolvente, un cuento para
adultos, una metáfora sobre la vida.
Amagi recorre cientos
de historias de diversas culturas y religiones ¿Cómo ha sido el proceso de
búsqueda y recopilación de la información?
Me apasionan éstas
culturas, sus historias, sus enseñanzas y moralejas. Es por eso que
deseaba crear un puzle que recogiese toda aquella sabiduría en un sola
corriente. Por supuesto de lo que leí y descubrí antes de empezar, en el libro
solo aparece un cinco por ciento, el resto eran más bien datos históricos,
culturales que me servían como escritor para ubicarme.
¿Para qué tipo de
lector está destinada Amagi?
Para todos los públicos,
para aquellos que desean simplemente entretenerse y también para aquellos que
desean inspirarse.
¿Estás trabajando en
algo nuevo?
Sí, en una proposición que me ha hecho la editorial. En principio
no he firmado el contrato, prefiero tener la libertad de seguir a la inspiración.
Si lo hago, lo haré con el corazón.
Muchisísimas gracias por tu tiempo y te deseo mucha suerte.