Título: Los amables extraños
Autora: Julia T. López
Publicación: Ediciones Carena, septiembre de 2013
Páginas: 585
Sara es una
bailarina sin trabajo cuyo padre acaba de fallecer.
Juan, un profesor
de instituto que intenta dirigir Un tranvía llamado Deseo en el pequeño pueblo
de Saucedal.
Ella busca
estabilidad y cerrar una herida.
Él lucha contra la
monotonía de su entorno.
El caluroso verano
cambiará el curso de sus vidas.
Mi experiencia con
la novela
La literatura no siempre nace de grandes historias de
amor, de paisajes lejanos o exóticos y personajes extremadamente complejos que
se pierden en una vorágine de sentimientos o acontecimientos. Los relatos
sencillos, realistas, equilibrados, con personajes cercanos y casi tangibles
como Los amables extraños también generan
literatura con encanto que con menos extravagancias agradan y entretienen al lector.
Los amables
extraños nos cuenta como Sara, una bailarina que se encuentra sin empleo,
llega al pueblo de Saucedal para poner en orden
los asuntos de su padre, un profesor de música que acaba de fallecer. La
primera persona que conoce allí es Juan, un profesor de lengua que trabajaba
con el padre de Sara y con quien a lo largo de los años este forjó una bonita
amistad.
Durante los días que Sara pasará en el pequeño pueblo en
que su padre vivió sus últimos años se verá, sin apenas darse cuenta, inmersa
tanto en la vida de aquel lugar, conociendo a sus vecinos y colaborando en el
proyecto de representación de la obra Un
tranvía llamado deseo, que Juan está organizando en el pueblo de al lado. Sin
darse cuenta todos sus personajes cambiarán el curso de sus vidas sin ser muy
conscientes de ello.
Prácticamente desde el comienzo de la novela sentí una
extraña familiaridad tanto con los personajes como en los ambientes en que se
desarrolla la novela. Sus personajes están trazados de forma cercana y muy
realista, correspondiéndose con figuras que comprenderemos fácilmente y que
incluso podremos identificar en nuestro entorno más cercano.
Sara es una mujer que se encuentra un poco desorientada.
No sólo acaba de perder a su padre con quien se había distanciado en los
últimos años de la vida de este sino que además de perder su empleo las
consecuencias de una ruptura amorosa dan sus últimos coletazos. La visita a
Saudecal será un punto de inflexión en su vida, para poner orden en ella,
pararse a pensar y decidir cuál es el camino que debe seguir. Juan, en cambio,
es un profesor de instituto que lucha contra la monotonía de su vida. Ha
abandonado todos sus proyectos y encerrado en el pueblo para cuidar de su padre
que sufre la enfermedad del Alzheimer desde hace tiempo. Además mantiene una
relación con una mujer casada que es consciente de que no le lleva a ningún
lado.
Otros personajes también cuidados en su dibujo aunque en
plano secundario son Roberto, Marisa, Emilia, Carmen o Magda que forman un gran
mosaico de distintas personalidades, concepciones y formas de vida. Todos ellos
unidos por un pequeño y limitado proyecto pero que todos desarrollan con gran
ilusión y que les depara la sensación de estar haciendo algo importante. Como
cada año en un pueblo de al lado, Navatalejo, se lleva a cabo la representación
de una pieza teatral para divertir al pueblo. En esta ocasión, sin embargo, han
decidido salir de la monotonía y arriesgarse con una novela compleja y de
fuerza arrolladora, la conocida obra de Tenessee Williams titulada Un tranvía llamado deseo.
Una peculiaridad de esta novela es que su autora maneja
el contexto espacial en diversos planos a través de los cuales pretende
establecer una especie de paralelismo con las vidas de sus protagonistas. Por
tanto tiene una importancia fundamental. Ya desde su primeras páginas que me
hice una idea muy clara de los escenarios que Sara iba recorriendo mientras
trataba de llegar al pueblo que no había pisado nunca pero en el cual su padre
había decidido vivir sus últimos años. Un lugar que quizás en ocasiones pueda
resultar aburrido a los que viven dentro pero que también otorga una paz
interior y exterior al recién llegado. Un lugar más claro y transparente donde
hay prisas y resulta mucho más fácil compartir las experiencias con los demás.
Si esta comarca representa un entorno ficticio con nombres de su propia
invención, rodea la misma de grandes ciudades nombradas por una sola inicial
seguida de puntos suspensivos que pueden reconocerse fácilmente por las
descripciones que realiza la autora pero que también ofrece al lector la
oportunidad de decidir cuáles son estas ciudades y situarlas donde crea
conveniente. Si ampliamos el circulo nos encontramos con grandes urbes como
Madrid, París o Nueva York de donde sus personajes han huido por la cantidad de
problemas que les generaba su vida diaria y que contrasta con la armonía, paz y
tranquilidad con la que se vive en Saucedal.
El título de esta novela se inspira en la frase más
famosa del personaje de Blanche en Un
tranvía llamado deseo que dice al final de la misma: “Siempre he dependido de la amabilidad de los extraños”. Y durante
toda la novela Julia T. López le otorga una gran importancia a esta obra que
analiza de forma precisa y concreta utilizando varias herramientas.
La novela se fundamenta en las relaciones que mantienen
sus personajes, una generación algo desorientada que busca su lugar en el
mundo, que ve cómo pasa el tiempo sin que ellos puedan decidir, que sufren las
perdidas y el abandono. El amor, los celos, las dudas, las relaciones
complicadas o el compromiso que en el fondo están marcados por su realismo y contrastan
con la vorágine de sentimientos y arrebatos que los personajes de Un tranvía llamado deseo sufren, la obra
que inspiró esta novela y sobre la cual su autora realiza un pequeño ensayo
durante la misma.
La novela se estructura en tan sólo seis largas partes
que funcionan a modo de capítulos con divisiones interiores marcadas por
espacios en el papel. A pesar de la larga extensión de esta novela (cerca de
las seiscientas páginas) resulta un relato ágil, ameno y fluido por la gran
cantidad de diálogos presentes en la misma que nos ayudan a conocer a sus
personajes y definir sus relaciones.
Julia T. López ha optado por un estilo muy cercano y sencillo que sin
apenas florituras ni grandes giros lingüísticos es capaz de conectar
inmediatamente con el lector. No hay que esperar demasiada acción en ella ya
que se trata de recrear emociones y sentimientos.
Conclusión
Los amables
extraños es un largo viaje que se fundamenta en los sentimientos comunes y
cotidianos a todos los seres humanos. Una historia amable, sencilla, narrada de
forma pausada que gustará a los lectores que busquen una lectura realista y equilibrada.