Título: El puerto del perfume
Autora: Elizabeth Ming
Publicación: Ediciones B, noviembre de 2013
Páginas: 493
Hong Kong, 1851.
Con sólo diecisiete años, Sally embarca junto a su padre, el artista Theodore
Evans, en un viaje que los llevará desde Bristol hasta Hong Kong, reciente
colonia británica. Theodore es un pintor a quien se encomiendan los retratos de los miembros de la Compañía
Británica de las Indias Orientales destacados allí. Mientras que él es una excéntrico
amante de la aventura, Sally desea ser presentada por fin en sociedad y
encontrar así un esposo que le proporcione la existencia estable que nunca ha
tenido. Sin embargo, a las puertas de una cultura milenaria y misteriosa, Sally
iniciará la mayor aventura de su vida…
Mi experiencia con
la novela
El puerto del
perfume, la primera publicación de Elisabeth Ming, es una novela que llamó
mi atención de forma inmediata. Una bonita y evocadora portada y un contexto
exótico e interesante como es Hong Kong en el siglo XIX me llevaron directamente
a hacerle un hueco entre mis lecturas. Este último elemento se repite de forma
constante en las novelas de paisajes (o landscape
novels) pero aunque parezca que está todo dicho en este género aún aparecen
novelas que pueden sorprender al lector.
La historia comienza en Bristol (Inglaterra) en el año
1851 cuando Sally recibe la noticia por parte de su padre de que viajarán hasta
Hong Kong, una colonia británica, para establecerse formalmente allí y por fin,
tal y como ella desea, ser presentada en sociedad y obtener la oportunidad de
encontrar un marido con el que estabilizar su vida. Sally y su padre, Theodore
Evans, un pintor muy conocido con un carácter ciertamente bohemio, han vivido
siempre viajando de un lugar a otro, conociendo otras culturas y experimentando
diversas aventuras pero ha llegado el momento de encontrar un verdadero hogar y
la sociedad de Hong Kong ofrece diversos atractivos para la pareja.
Cuando embarcan hacia su destino Sally no puede prever de
ninguna manera que los motivos que han incitado el viaje son algo más oscuros
de lo que su padre le ha contado y en la isla vivirá unas experiencias extraordinarias….
Otra de las características habituales del género es que
sus protagonistas, entre otras aventuras, suelen vivir complicadas historias de
amor bien sea a través de amores imposibles o porque se ven obligadas a unirse
hombres con los que comparten pocas características. En esta ocasión, El puerto del perfume, crea una trama algo
más centrada en resolver la intriga que se plantea alrededor del viaje que en
resolver los problemas amorosos de su protagonista. No quiero decir con ello
que no exista una trama romántica pero no es eje central alrededor del cual
gira la historia. Inicialmente los Evans se trasladan porque Theodore, un retratista
que se ha movido entre la aristocracia y la burguesía adinerada en Europa, ha
sido contratado para pintar los retratos de los miembros de la Compañía
Británica de las Indias Orientales pero ya en el barco Sally comienza a
descubrir una serie de pistas que le llevan a pensar que algo más se esconde
tras este viaje. Esto dará lugar a una trama de suspense en la que su
protagonista se verá envuelta en un intricada trama llena de misterios,
complots y secretos a los que ella misma deberá hacer frente.
Con respecto a los personajes hay una figura protagonista
que destaca sobre las demás con quien podemos conectar desde el principio. A
sus diecisiete años Sally es una noven elegante y refinada pero su educación ha
resultado ser un poco desequilibrada. Ha pasado su infancia sin una figura
materna, ya que su madre murió cuando ella tenía cuatro años, y viajando por
diversos lugares del mundo. El carácter bohemio y soñador de su padre le ha
procurado pocas amistades y una vida poco alejada y apegada a la sociedad por
lo que Sally se siente algo aislada. Ya desde el comienzo del viaje, cuando
embarcan hacia la isla, su vida comienza a cambiar. En el barco que les llevará
hacia Hong Kong la protagonista trabará nuevas amistades que irán formando una
nueva personalidad. Si en los comienzos de la novela es una joven que sabe muy
poco de las relaciones sociales, con un carácter sosegado y algo inocente poco
a poco irá fortaleciéndose y forjando un carácter más fuerte y atrevido diferenciándose
claramente la evolución del personaje con el paso del tiempo.
Alrededor de este personaje hay distintas figuras que en
un plano secundario y en menor medida quedan muy bien dibujadas y el lector es
capaz de identificar cada una de ellas en la historia de forma bastante exacta.
Además cada una de estas figuras tiene una importancia decisiva en la historia
de forma que apenas aparecen personajes de relleno que están de forma
arbitraria.
Tanto en literatura como en otros aspectos el siglo XIX
es uno de los periodos históricos que me parecen más interesantes y El puerto del perfume se desarrolla
durante el mismo. La novela comienza en 1851 y abarca hasta 1856 con una
estupenda ambientación que nos lleva a conocer un poco más la sociedad de Hong
Kong en estos años en que constituía una de las colonias más importantes del
Imperio Británico gracias al comercio que se estableció con el país. En Europa
se demandaban altas cantidades de té y porcelana que llevaron a Gran Bretaña a
contraer una gran deuda e introducirse en el mercado negro de la importación
del opio que generó tensiones comerciales, territoriales y culturales entre
ambos países dando lugar a que se estableciera el tratado de Nankin (1842) por
el cual China se vio obligada a ceder
Hong Kong. En ella se estableció la ciudad de Victoria, uno de los lugares
principales en que se desarrolla la novela construido al estilo europeo.
A la vez iremos conociendo tanto la forma en que los
europeos vivían allí en este momento exacto de la historia como algunas de las
costumbres de los nativos orientales de la isla señalando algunas de sus
tradiciones más características como el hábito del vendaje de pies en las
mujeres o trasladándonos a conocer los fumaderos de opio ilegales de la ciudad,
un tema que tiene cierta importancia en el relato.
La novela se estructura en tres grandes partes, divididas
en ocho capítulos cada una, que finalizan con un epílogo. La historia está
narrada de forma lineal pero con algunas evocaciones al pasado de la niñez de Sally
que nos proporcionan diversas escenas que nos llevarán a conocer más el pasado
de sus personajes principales. Será a través de una voz narrativa en tercera
persona omnisciente la forma en que vayamos ahondando tanto en estos como el
resto del elenco así como la historia que se desarrolla. El estilo de Elisabeth
Ming me ha parecido sencillo y accesible al lector pero también evocador y de
trazo muy limpio de forma que junto a la equilibrada presencia de los diálogos
hacen de esta una lectura muy amena, ágil y fluida.
El título de la novela obedece al significado de Hong
Kong en cantones que se traduce como “puerto fragante”.
Conclusión
Finalmente y por si aún queda alguna duda sólo me
gustaría resaltar lo mucho que me ha gustado esta novela. El puerto del perfume cuenta con unos personajes entrañables, una
ambientación maravillosa capaz de trasladarte a las exóticas tierras en que se
desarrolla y una historia en que la intriga y el suspense hacen de esta lectura
una buena opción.