Título: Hembra
Autora: Maranta
Rubiera
Publicación:
Editorial XPLORA, noviembre de 2013
Páginas: 352
Nasha lleva una vida centrífuga y precaria. Quizás por
eso celebra sus cuarenta años en la cama de un hindú en Mumbai, bajo el efecto
de las piruetas circenses de sus hormonas, o de una hipermetropía emocional que
viene desarrollando desde la infancia. Pero poco importan las razones cuando
una hembra florece desde adentro mientras explora un lugar extraordinario y
casi imposible.
Atravesando castas, tabúes y rituales durante su periplo por un país inagotable, Nasha deja en la superficie el imaginario romántico de la India para sumergirse en las entrañas de un territorio esencial y primigenio poblado por pieles oscuras, deidades sinuosas y entrepiernas sin fronteras. La “India Ahora” de Nasha es aquel paisaje íntimo que se espacia entre lo alucinado y lo real, lo deseado y lo prohibido, su sexo y el de los demás.
Una aventura de sensualidad nómada y de intoxicaciones espirituales vivida con la libertad y la irreverencia de quien no tiene nada que perder, la historia que llevará a Nasha hacia un inesperado encuentro frontal con una de las formas más primordiales de ese sentimiento que algunos llaman amor.
Atravesando castas, tabúes y rituales durante su periplo por un país inagotable, Nasha deja en la superficie el imaginario romántico de la India para sumergirse en las entrañas de un territorio esencial y primigenio poblado por pieles oscuras, deidades sinuosas y entrepiernas sin fronteras. La “India Ahora” de Nasha es aquel paisaje íntimo que se espacia entre lo alucinado y lo real, lo deseado y lo prohibido, su sexo y el de los demás.
Una aventura de sensualidad nómada y de intoxicaciones espirituales vivida con la libertad y la irreverencia de quien no tiene nada que perder, la historia que llevará a Nasha hacia un inesperado encuentro frontal con una de las formas más primordiales de ese sentimiento que algunos llaman amor.
Mi experiencia con la novela
La novela que hoy presento,
ópera prima de Maranta Rubiera, es la ganadora del I Concurso literario
promocionado por la editorial XPLORA, un sello independiente cuyo objetivo es fomentar
la creación literaria centrándose en la temática de los viajes, la exploración
y la aventura.
Hembra es un
libro un poco diferente porque aparte de contarnos una historia su objetivo
también es que el lector realice un viaje por la India, un destino exótico con
una cultura muy diferente a la nuestra que a mí, personalmente, siempre me ha
resultado atractivo e interesante. Quizás por el título, que no me acaba de
gustar aunque comprendo su objetivo, nunca hubiese elegido esta novela entre
mis lecturas pero el simple hecho de conocer su ambientación ya captó mi
interés.
“Cumplir cuarenta años con un hindú entre las piernas
es reconquistar mi cuerpo en otra geografía y en otro color. Es encontrar
tersuras secretas justo a tiempo, antes del resto de la vida. Es saborear esta
sensación tibia de lujuria que siempre me hace sentir en casa aun estando en un
país totalmente desconocido como este”
Así comienza Nasha a
relatarnos su esperado viaje a la India. Nasha es una viajera incansable o como
ella misma se llama “una nómada del siglo XXI”. Ha recorrido cientos de lugares
y conocido muchas culturas. Llegó a su primer destino tras un vuelo que
transcurrió mientras ella cumplía su primer año de vida dentro del avión
después de que su madre abandonara a su padre y dejará atrás su matrimonio para
mudarse a Londres. A partir de ese momento nunca pudo parar de moverse. Entre
sus destinos de ensueño siempre se ha encontrado la India pero por distintas
cuestiones nunca llegó a ser.
Ahora ha encontrado el modo
y el momento de viajar y está dispuesta a dejarse llevar por todo lo que este
país le ofrezca, incluso a convertirse en una mujer nueva…
El lector que se acerque a Hembra no debe buscar un gran argumento
repleto de acción y giros inesperados sino una novela de corte más bien
intimista y centrada en las emociones que surgen en su protagonista mientras se
desarrolla el viaje, un viaje exterior conociendo la India y uno interior conociéndose
a sí misma.
Nasha es un mujer de cuarenta
años a la que hace tiempo abandonó su marido porque sus metas en las vida eran
distintas y ella no conseguía deshacerse de ese instinto y ansia de libertad. La
ruptura fue dolorosa pero no tardó en superarla y reconstruir de nuevo su vida
a su manera. Aunque no me he sentido en ningún momento identificada con su
protagonista, si que he llegado a comprenderla gracias a que la autora abre
completamente sus emociones y sentimientos al lector haciéndonos saber
exactamente el estado anímico y emocional de la protagonista en cada momento. Quizás
sea una novela que las mujeres podemos llegar a comprender mayor facilidad que se
le ocurre a su protagonista . Su viaje a la India, que va a vivir intensamente,
le lleva a impregnarse de toda la espiritualidad y contradicciones de ese país,
conocer otras formas de pensar y actuar, y sobre todo lo más importante,
conocerse a sí misma y descubrir su propia capacidad de amar.
La sensualidad y el
erotismo son un punto fundamental en la novela a través del cual la autora
quiere transmitirnos que más allá de la cultura, las creencias o la
localización todos los seres humanos compartimos un instinto común. Paradójicamente
en un país donde el sexo es muy poco visible, donde las muestras de afecto en
público no están bien vistas e incluso hay vagones especiales reservados a
mujeres, la protagonista va a conseguir descubrir algunos aspectos nuevos de su
sexualidad desarrollándola por completo. Al final Maranta Rubiera tiene la
intención de que comprendamos que el lenguaje sexual es universal. Nasha, exploradora y aventurera, compartirá
distintas experiencias con distintos hombres e incluso conocerá de forma más
profunda a las mujeres que le harán ahondar en su alma y comenzar un nuevo
camino en su vida.
Grutas de Ellora |
Sin lugar a duda en esta novela
uno de los puntos destacables es la excelente ambientación que su autora
consigue de la India. Estamos acostumbrados a que se nos ofrezca una imagen muy
concreta de este país (quizás más pobre e injusta) y a través de este relato Maranta Rubiera nos aporta una visión mucho
más actual y moderna, presentándonos como viven las nuevas generaciones sus
vidas, sin atender a ciertos tabúes ni restricciones que aunque siguen
existiendo algunos van dejando atrás.
En su viaje Nasha descubre
los saris, los templos, las deidades hindúes, las ofrendas, los hijras (que son
hombres castrados considerados un tercer sexo en la cultura hindú) pero también nos da a conocer algunas de las normas o costumbres que
rigen el país e incluso detallándonos algunos de los alimentos que se consumen.
Gracias a sus precisas descripciones somos nosotros mismos los que nos
encontramos junto a Nasha en las grutas de Ellora, la playa Juhu Beach, un
ashram (comunidad espiritual que se basa en la convivencia), celebrando las
fiestas de Mah Shivarathi todo ello bajo un ambiente de inmensa espiritualidad.
La novela está narrada en
primera persona por su protagonista que con un estilo envolvente, cuidado y
sensual nos narra su peculiar viaje. Tiene un alto componente onírico y sentimental
que se completa con el aspecto erótico de la novela. Pero este último ha sido
cuidado al máximo rozando más la sensualidad a través de los deseos y sensaciones
de su protagonista, muchas veces convertidas en metáforas, que materializado en
simples escenas de alto voltaje. Quizás la novela peca de tener un ritmo un
tanto lento y en ocasiones algunas escenas me han dejado la sensación de estar
demasiado detalladas y alargarse
excesivamente. Es un relato lineal
estructura en veintitrés capítulos que agrupan distintas partes de su desarrollo.
Conclusión
En esta ocasión recomiendo Hembra para un tipo de lector muy
concreto que disfrute con un libro de viajes, de narración lenta y detallista y
que además se interese por el universo femenino. Un buen libro para descubrir
la India si uno tiene claro lo que va a encontrar en él.