martes, 19 de noviembre de 2013

Las muchachas de Sanfrediano - Vasco Pratolini



Título: Las muchachas de Sanfrediano
Autor: Vasco Pratolini
Publicación: Impedimenta, septiembre de 2013
Páginas: 148


Chispeante, descarada, briosa, Las muchachas de Sanfrediano es una fábula moderna con trazas de tragedia clásica que rezuma gracia y aires italianos por los cuatro costados.

Sanfrediano, un barrio popular y céntrico de Florencia, ve pasear por sus calles a unas chicas que no son como todas las demás. Guapas, orgullosas, trabajadoras, independientes y pasionales, cada una a su manera, las muchachas de Sanfrediano tienen un único punto débil: Aldo Sernesi, un donjuán al que todo el mundo conoce como «Bob» por su parecido con Robert Taylor. La principal dedicación de Bob consiste en correr detrás de todas ellas sin tener aparentemente la más mínima intención de elegir a ninguna para casarse. Silvana, Gina, Tosca, Mafalda, Loretta y Bice, las protagonistas de la novela, encarnan en sí mismas a todas las muchachas de Sanfrediano que han pasado en algún momento por las manos de Bob. Novias, amantes o simples conquistas que, al descubrirse víctimas del mismo perverso juego, unen fuerzas y entretejen un plan de venganza propio de unas auténticas Erinias enfurecidas.

Mi experiencia con la novela

En ocasiones he señalado que a veces también en literatura menos en mas. Hay pequeñas historias que nos conquistan por su sencillez y su buen hacer sin tener que recurrir constantemente a complicadas tramas que nos envuelven en un frenesí de personajes, acciones y giros imposibles. Porque lo cotidiano y lo real también interesa.

De ello es un claro ejemplo Las muchachas de Sanfrediano del italiano Vasco Pratolini que fue publicada originalmente en 1949 y que la editorial Impedimenta ha editado (como siempre de forma muy cuidada) este mismo año, en que se celebra el centenario del nacimiento del autor, con una traducción de Amelia Pérez de Villar de la que hay que destacar el buen trabajo realizado al acercar al lector de una forma tan gustosa a esta obra.

Pratolini fue uno de los más escritores más destacables del panorama literario italiano del siglo XX. Sus obras no sólo contribuyeron a fundar el neorrealismo  italiano de posguerra sino que llegó a ser nominado al Oscar por uno de sus trabajos como guionista.

La historia se desarrolla en torno a  la mitad de los años cuarenta en un barrio de Florencia llamado Sanfrediano que se encuentra en la orilla izquierda del río Arno. Un barrio obrero y malsano porque en él se encuentra el depósito central de basuras, el hospicio y los cuarteles. Sus casas antiguas de piedra son ocupadas por gente de todo tipo, chatarreros, oficinistas, artesanos o plateros que son gente terca, inquieta y piadosa a las que les cuesta llegar a fin de mes.


Aunque sin duda lo que más destaca en Sanfrediano son sus mujeres. Bellas y orgullosas, diestras para el trabajo son silleras, pantaloneras, planchadoras o cesteras.  Cada una tiene sus propios sueños, esperanzas e ilusiones pero todas ellas comparten el deseo de agarrar un hombre y no soltarlo hasta convertirlo en su esposo.

“A las muchachas de Sanfrediano, sean guapas, o feas, con verrugas en la cara o con ojos de Virgen María, por sus manos las reconoceréis: son su misterio, su orgullo más íntimo, su dote. Y son blancas como la leche, con los dedos largos y esbeltos como un huso” (Página 19)

Entre todas estas muchachas deseosas de casarse se encuentra Aldo Sernesi, a quien todo el mundo conoce como Bob por su parecido con Robert Taylor, un galán de extrarradio, elegante, dicharachero y engatusador que juega con todas pero no tiene la intención de dejarse cazar por ninguna.
Tosca, Gina, Malfalda, Bice, Loretta, Silvana, las protagonistas de esta historia, han caído en sus redes. 

Todas ellas se dejan querer por Bob y esperan ser las únicas que puedan llegar definitivamente a su corazón. Cada una ha escuchado las mismas palabras de amor creyéndose, las pobres, que son las primeras y las únicas. Pero cuando descubren su juego, celosas y ofendidas, deciden unirse y acometer un plan con el objetivo de verse vengadas.

Es esta una novela coral donde sus personajes quedan muy bien dibujados y con personalidades muy distintas ya que el autor nos los describe tras su presentación en escena con trazos sencillos pero muy acertados. Cada una de sus muchachas tiene un carácter muy definido, lo único que comparten entre ellas es la devoción por Bob. Así Tosca es joven, inexperta y espontánea pero con un carácter fuerte y dispuesta a no compartirlo con nadie. Gina, quizás la más enamorada de él desde que en la infancia se prometieran como un juego. Bice que modesta y cordial sospecha cuáles son sus intenciones. O Mafalda, mujer de armas tomar que sabe que se trae entre manos. Estas muchachas están dispuestas a darle a los hombres todo de ellas pero a cambio exigen un compromiso que les de seguridad y les quite de trabajar.

En cambio Bob es un tipo egocéntrico y chulesco, un perdonavidas que juega con ellas, las engaña, las enamora y las abandona cuando pierde el interés. Funcionario del ayuntamiento con excelente disposición, joven, elegante, con físico de atleta, partisano en la guerra no sería nadie fuera del barrio pero dentro es el objeto de deseo de todas las muchachas. Su colección de conquistas es muy generosa y la guarda con orgullo.

Las muchachas de Sanfrediano es una historia simpática, agradable cuyo objetivo no va mucho más allá de entretener pero bien construida y bien resuelta. A través de un estilo narrativo cuidado, con vitalidad y desparpajo que sigue resultado actual y con mucha personalidad, un toque irónico y mucha chispa construye una historia sencilla y lineal pero no por ello debe ser considerada una obra menor. Se estructura a través de catorce capítulos de extensión breve a través de los cuales vamos conociendo a algunos habitantes del barrio, sus relaciones y su estilo de vida.  Es cierto que no existe un gran suspense, si acaso el conocer cómo terminará Bob, ni un ritmo frenético pero si se puede considerar a esta una obra de ágil lectura que se disfruta por sus personajes y  por su excelente ambientación.

Pero Las muchachas de Sanfrediano también funciona a la perfección como una novela costumbrista. A pesar de su corta extensión, Pratolini consiguió una magnifica ambientación y es una de las cosas que más me han gustado. En ella se detalla perfectamente la vida en Italia en los años cuarenta que se encontraba en plena posguerra. A través de sus personajes rememora en varias ocasiones la acción de los partisanos contra la ocupación alemana. Sus gentes aún guardan el recuerdo de la guerra, de las bombas y los fusilamientos, la emoción por la caída del fascismo. Y después de ello, con las cartillas de racionamiento en las manos en el barrio de Sanfrediano sus gentes se buscaban la vida como podían pero con la mente un poco más libre también encontraban  sus propios momentos para pensar en el amor.

Para el que prefiera conocer esta historia a través de imágenes hay una adaptación cinematográfica de 1954. La primera obra dirigida por el italiano Valerio Zurlini y de título homónimo.

Conclusión

Las muchachas de Sanfrediano es una novela entretenida y agradable, con cierto regusto a antiguo pero no exenta de humor y gracia en su narración. La historia de unas muchachas y un escarmiento al Casanova del barrio. Si os apetece saber cómo terminará este pobre diablo os recomiendo su lectura que no tiene desperdicio.