viernes, 27 de diciembre de 2019

Los vecinos subterréneos. Las aventuras de Txano y Óscar 6

A estas alturas ya estaréis más que acostumbrados a leer los diferentes episodios de esta serie protagonizada por dos hermanos mellizos con talentos especiales que viven aventuras, con fantasía y un punto histórico. Una mezcla que me parece muy acertada para los jóvenes lectores a los que va dirigida. En principio se ha calificado para niños de entre 7 y 12 años aunque ya se sabe que cada niño encuentra una madurez en un momento distinto o va adquiriendo gustos a su ritmo.

Después de vivir cinco aventuras anteriores nos encontramos con la sexta y que hace referencia a lo sucedido en La piedra verde, el primer volumen de la serie. En ella toda la familia se encontraba de acampada en el Lago de los Osos cuando un meteorito impacto en el lugar donde se encontraban Txano y Óscar y les convirtió en telépatas.

Los protagonistas de esta historia y sus amigos, también ya conocidos por los lectores, se encuentran en el Área 51, su centro especial de operaciones, probando unas alucinantes gafas con efecto de 3D pero Óscar ha organizado algo para hacer la experiencia mucho más emocionante. Será Sonia la primera en probar una caída virtual en cascada. Tras la visita de unos parientes reciben una visita un poco más especial.

Se trata del profesor Sergey Antonov, quien se estaba estudiando la misteriosa piedra que había caído cerca de los dos hermanos y quien les había enseñado todo lo que sabían sobre los meteoritos. Y llega con una propuesta, volver al Lago de los Osos e investigar más profundamente lo que había ocurrido allí. Este estudio del lugar dará sus frutos y descubrirán que bajo la tierra se esconde algo...

La verdad es que creo que en las ocasiones anteriores os he dicho todo lo que representa esta serie: diversión, aventura, creatividad, imaginación, amistad y aprendizaje. Me parece un proyecto muy limpio y muy bien ideado por parte de sus autores. Es un tipo de literatura que se aleja de lo que es tan común ahora como las redes sociales, las modas o la tecnología y se apoya en los valores clásicos.

De nuevo las ilustraciones son de Patricia Pérez y me gustan por su sencillez, porque hace que sus personajes sean niños normales y corrientes, con aspecto de niños y no de mini adultos. En serio creo que es una serie a la que hay que tener mucho en cuenta. Son libros para niños pero que de verdad son adecuados a su edad.