Título: Morir no es lo que más duele
Autora: Inés Plana
Publicación: Espasa, enero
de 2018
Páginas: 439
Un hombre
aparece ahorcado en un pinar a las afueras de Madrid, con los ojos
arrancados de cuajo. En uno de sus bolsillos se halla un papel con el nombre
y la dirección de una mujer: Sara Azcárraga, que vive a pocos kilómetros
del escenario del crimen. Frágil, solitaria, bebedora de vodka
en soledad, Sara rehúye cualquier contacto con las personas y trabaja
desde casa. El teniente de la Guardia Civil Julián Tresser se hace cargo
del caso, asistido por el joven cabo Coira, que se enfrenta por vez
primera a una investigación criminal, una investigación difícil, sin
apenas pistas, con demasiados enigmas. A medida que el teniente Tresser
avance en sus indagaciones, descubrirá unos hechos que darán un trágico
vuelco a su existencia y le conducirán a un viaje a los infiernos que
marcará su vida para siempre.
Extraordinaria novela con una trama hipnótica encajada como un puzle y unos personajes con alma que se debaten entre el bien y el mal.
Extraordinaria novela con una trama hipnótica encajada como un puzle y unos personajes con alma que se debaten entre el bien y el mal.
Mis
impresiones
Morir no
es lo que más duele es la primera novela de la periodista Inés
Plana y una de las grandes apuestas del sello Espasa para principios de año. Su título hace referencia a un poema de
Emily Dickinson, que está muy presente en la novela.
“Se le escapaba la
vida. Notaba una mano áspera que se anclaba a su pescuezo para ahogarla sin
compasión. El agua comenzaba a inundar sus pulmones. Se acabó, temió. Entonces
un pensamiento fugaz atravesó su mente: ya había vivido aquella situación y
saldría de ella tan sólo abriendo los ojos. Los abrió, pero seguía bajo el
agua, inmovilizada por cinco dedos adheridos a su garganta. Ahí terminaron sus
esperanzas. Se estaba muriendo. De hecho, ya estaba muerta.”
Un cadáver ha aparecido ahorcado en
el bosque de Uvés. Al hombre le han arrancado los ojos dejando sus cuencas vacías
por lo que la policía científica está segura de que no ha sido un suicidio. No
hay muchas pistas por las que empezar a tirar del hilo salvo el nombre y la
dirección de una mujer llamada Sara Azcárraga que el hombre guardaba en el
bolsillo y que vive en Torrelodones, muy cerca de la escena del crimen.
Inmediatamente el teniente Julián
Tresser, de la Policía Judicial de la Guardia Civil, acude con su equipo, entre
los que se encuentra el cabo Guillermo Coira, al domicilio de la mujer que
declara no conocer al hombre ni los motivos por los que llevaba sus datos
encima.
Este es el inicio de una novela de la
que yo no llegaría a decir del todo que es un thriller aunque si una novela con
mucho suspense, con giros increíbles y sorprendentes que cambian la historia
pero cuyo ritmo no es demasiado dinámico. Con la aparición de un ahorcado
comienza una investigación complicada para la Guardia Civil. El verdugo no ha
dejado demasiadas pistas y el fallecido, que es un profesor de instituto que
parece tener una vida normal y corriente, no parecía tener demasiados enemigos
ni razones por las que alguien quisiera verlo muerto.
He disfrutado con esta novela y me ha
parecido muy entretenida. Uno de los motivos es que para llegar al fondo del
crimen tendrán que ir atrás en el tiempo y se irán descubriendo secretos
familiares y tendrán que remontarse a unos oscuros sucesos ocurridos en el
verano del año 1973 en el pueblo de Julián Tresser en donde también se
encontraba Sara Azcárraga en ese momento.
Uno de los protagonistas de esta
historia es el teniente Julián Tresser destinado en las dependencias de la
Guardia Civil en San Lorenzo del Escorial. Un hombre que tiene una mala
relación con su madre, que le crio sola y sin demasiados afectos. Desde siempre
ha sufrido horribles pesadillas y verá como su vida personal se ve implicada en
el caso, explicando una parte de su pasado que él, desde sus recuerdos
infantiles, tenía distorsiona. Es curioso como la mente anula aquellos
recuerdos traumáticos y los sustituye para compensar.
A su lado está Guillermo Moira, que
aunque más joven y con menos experiencia, pondrá mucho de sí en el caso o el
capitán Visedo, su superior. Sara Azcárraga será un personaje clave en la
novela aunque de forma indirecta. Ya desde que aparece su nombre está claro que
tiene una implicación en el caso a pesar de que no conoce al fallecido. Una
figura muy compleja y con muchas dobleces que me ha resultado inquietante en la
novela pero hay que conocer su pasado para comprenderla. Y otro ejemplo de que
la mente tiene un poder increíble de actuar sobre nuestras vidas y recuerdos. Es
mejor mantener ciertos demonios escondidos para evitar que nos acosen
constantemente. Sara es una mujer con una vida muy solitaria por todo lo que le
ocurrió en el pasado. No se relaciona con nadie. Su padre murió y su madre se
encuentra ingresada en una clínica debido a que sufre Alzheimer.
Como os he dicho es una novela de
ritmo algo lento e irregular aunque con los giros argumentales logra llamar de nuevo tu
atención y meterte en la historia. Pero para mí la autora lo contrarresta con
una excelente construcción de los personajes. Los vamos conociendo a ellos y
también iremos siendo participes de cómo son sus vidas. Y a mí es algo que me
gusta. Eso hace que tengan más relieve que en otras novelas del mismo género y
a la vez resulten más humanos. No un solo una novela de suspense hay mucho más
fondo en ella.
Además la resolución del caso se va
desarrollando de forma paulatina y ves perfectamente de donde sale cada pista
que sigue la investigación oficial. Mentiras, secretos, falsos culpables,
investigaciones que no llevaron a cabo en su momento con demasiada rigurosidad,
el miedo al escándalo y las habladurías son la base de esta novela.
Con el estilo narrativo de la autora
me he sentido cómoda. Me ha gustado que la historia esté narrada con detallismo
y que todo quede bien explicado. No es una de esas novelas en las que hay que
esperar hasta la última página para que todo se resuelva. Poco a poco va desenredando
la madeja y enseñándonos lo que hay escondido.
Aunque el caso queda cerrado intuyo
que puede haber una segunda parte. Supongo que continuaremos conociendo la vida
de los personajes.
Conclusión
Morir no es lo que más duele no es una novela que simplemente trate sobre la resolución
de un asesinato. Es una novela con personajes complejos y muy bien construidos
que tienen cada uno su propia historia detrás. Con giros sorprendentes que a mí
me ha resultado muy entretenida