viernes, 26 de enero de 2018

84, Charing Cross Road - Helene Hanff



Título: 84, Charing Cross Road
Autor: Helene Hanff
Publicación: Anagrama, 2006
Páginas: 126

En octubre de 1949, Helene Hanff, una joven escritora desconocida, envía una carta desde Nueva York a Marks & Co., la librería situada en el 84 de Charing Cross Road, en Londres. Apasionada, maniática, extravagante y muchas veces sin un duro, la señorita Hanff le reclama al librero Frank Doel volúmenes poco menos que inencontrables que apaciguarán su insaciable sed de descubrimientos. Veinte años más tarde, continúan escribiéndose, y la familiaridad se ha convertido en una intimidad casi amorosa. Esta correspondencia excéntrica y llena de encanto es una pequeña joya que evoca, con infinita delicadeza, el lugar que ocupan en nuestra vida los libros... y las librerías. 84, Charing Cross Road pasó casi inadvertido en el momento de su publicación, pero desde la década de los setenta se ha convertido en un verdadero libro de culto a ambos lados del Atlántico.

Mis impresiones

Durante años he estado escuchando hablar maravillas de esta pequeña novela que refleja una historia real protagonizada por su propia autora. Se publicó por primera vez en 1970 y parece ser que al principio no tuvo demasiado éxito aunque ha sido poco a poco que se convertido en todo un clásico que incluso se ha llevado al teatro y al cine (en una película homónima que Mel Brooks regalo a su mujer para celebrar uno de sus aniversarios).

“Señores:
Su anuncio publicado en la Saturday Review of Literature dice que están ustedes especializados en libros agotados. La expresión «libreros anticuarios» me asusta un poco. Porque asocio «antiguo» a «caro». Digamos que soy una escritora pobre amante de los libros antiguos y que los que deseo son imposibles de encontrar aquí salvo en ediciones raras y carísimas, o bien en ejemplares de segunda mano en Barnes & Noble que, además de mugrientos, suelen estar llenos de anotaciones escolares.
Les adjunto una lista de mis necesidades más apremiantes. Si disponen ustedes de ejemplares limpios de segunda mano de algunos de los libros de esa lista, y a un precio que no rebase los 5 dólares por unidad, ¿tendrán la amabilidad de considerar la presente como un pedido en firme y enviármelos?”

La novela no es más que un recopilatorio de cartas que comienza en octubre de 1949 cuando Helene Hanff, una joven escritora neoyorkina solicita, después de ver un anuncio en el periódico, a Marks & Co., una librería de Londres especializada en libros agotados y situada en el 84 de la calle Charing Cross Road, una serie de libros que le interesan de forma especial. Las ediciones que ha encontrado en Nueva York son demasiado caras para su ajustada economía.

Así comienzan un intercambio de ideas y de sugerencias que giran en torno a la literatura en primer lugar y después las cartas pasan a cobrar un matiz mucho más íntimo con el personal de la librería hasta convertirse en una relación de amistad.

No sé si eran tan altas las expectativas que llevaba sobre este libro o que quizás no le he cogido en el momento adecuado pero lo cierto es que a mí su lectura no ha llegado a entusiasmarme tanto como en principio creí que lo haría.  Si es verdad que es una novela que por su formato y su breve extensión se lee del tirón y no aburre ni un segundo pero no será una de esas lecturas inolvidables que perduren en el tiempo.

Como ya os he dicho es un intercambio de cartas entre una mujer joven y una librería en el que la primera intenta conseguir ciertos títulos que en Nueva York, el lugar donde ella vive, no encuentra o al menos no como ella los quiere. A los que nos gustan los libros a veces necesitamos que tengan una forma determinada.

Con el transcurso del tiempo y carta a carta, son unos veinte años los que abarca esta larga correspondencia, va aflorando una parte más emotiva de la novela. Cuando los personajes van abriéndose y narrando sus propias vidas. Helene comenzará a establecer relaciones con todos los trabajadores de la librería en especial con Frank Doel, quien al principio se le nota sumamente correcto y siempre muy complaciente intentando cumplir siempre los deseos, a veces muy complicados, de su exigente cliente, que tiene muy claro que es lo que le gusta y que no.

Porque Helene que tiene una economía discreta producto de los guiones que escribe para series de televisión, esta sedienta de conocimientos. Iremos conociendo su carácter descarado y muy histriónico. Es a la vez el personaje literario y la protagonista real al que poco a poco vamos conociendo y queriendo al igual que ocurre con otros personajes que van apareciendo.

Pero sí que ha habido cosas que me han gustado en especial y es su aspecto metaliterario. 84, Charing Cross Road es una novela que gira entorno a los libros y las referencias a títulos y autores son obviamente una constante en las cartas. Y nos podemos imaginar esa librería, Marks & Co. con sus estanterías repletas de joyas, libros antiguos que no es fácil conseguir. Y esto ya es algo que nos gusta y nos atrae a todos los amantes de los libros.  Una librería que me ha resultado inevitable buscar en internet para conocerla y que he podido comprobar que ya no existe ocupando su lugar ahora un restaurante de comida rápida.

Otro aspecto que me ha gustado de la novela es que está muy bien contextualiza a pesar de que en ella no hay muchas descripciones del contexto. Pero se ve perfectamente como Europa acaba de salir de la II Guerra Mundial, un conflicto que empobreció a la mayoría de los países. En Londres había escasez de todo, la posguerra había dejado el racionamiento como la única posibilidad de salir a flote. Y será Helene quien ponga algo de alegría en sus vidas a través de esos paquetes que van cargados de objetos y alimentos.

En correspondencia a su formato se nota que no es una novela escrita de forma rígida sino que su forma es más coloquial y más directa propia de las cartas. Al principio tienen un tono más serio o formal pero luego los interlocutores se van relajando y dando paso a la familiaridad conforme aparece la confianza. Así mismo el desarrollo de personajes se limita a lo que en las cartas se cuenta y conocemos de sus vidas lo que ellos quieren contar. También es una novela en que destaca la ironía y el sentido del humor. Sin embargo yo, que en este aspecto son muy mía y no soy capaz de encajarlo siempre, no he logrado conectar con este aspecto. Creo que esto es lo que me ha restado en la novela y no he sido capaz de disfrutar plenamente de ella.

Conclusión

No considero que 84, Charing Cross Road sea una mala lectura. Sin embargo no hay sido un libro especial para mí. De todas formas os animo a leerla y experimentar vosotros mismos.