Título: 84, Charing Cross Road
Autor: Helene Hanff
Publicación: Anagrama, 2006
Páginas: 126
En octubre de 1949, Helene Hanff, una joven escritora desconocida,
envía una carta desde Nueva York a Marks & Co., la librería situada en el
84 de Charing Cross Road, en Londres. Apasionada, maniática, extravagante y
muchas veces sin un duro, la señorita Hanff le reclama al librero Frank Doel
volúmenes poco menos que inencontrables que apaciguarán su insaciable sed de
descubrimientos. Veinte años más tarde, continúan escribiéndose, y la
familiaridad se ha convertido en una intimidad casi amorosa. Esta
correspondencia excéntrica y llena de encanto es una pequeña joya que evoca,
con infinita delicadeza, el lugar que ocupan en nuestra vida los libros... y
las librerías. 84, Charing Cross Road pasó casi inadvertido en el momento de su
publicación, pero desde la década de los setenta se ha convertido en un
verdadero libro de culto a ambos lados del Atlántico.
Mis impresiones
Durante años he estado escuchando
hablar maravillas de esta pequeña novela que refleja una historia real
protagonizada por su propia autora. Se publicó por primera vez en 1970 y parece
ser que al principio no tuvo demasiado éxito aunque ha sido poco a poco que se
convertido en todo un clásico que incluso se ha llevado al teatro y al cine (en
una película homónima que Mel Brooks regalo a su mujer para celebrar uno de sus
aniversarios).
“Señores:
Su
anuncio publicado en la Saturday
Review of Literature dice que están ustedes especializados en
libros agotados. La expresión «libreros anticuarios» me asusta un poco. Porque
asocio «antiguo» a «caro». Digamos que soy una escritora pobre amante de los
libros antiguos y que los que deseo son imposibles de encontrar aquí salvo en
ediciones raras y carísimas, o bien en ejemplares de segunda mano en Barnes
& Noble que, además de mugrientos, suelen estar llenos de anotaciones
escolares.
Les
adjunto una lista de mis necesidades más apremiantes. Si disponen ustedes de
ejemplares limpios de segunda mano de algunos de los libros de esa lista, y a
un precio que no rebase los 5 dólares por unidad, ¿tendrán la amabilidad de
considerar la presente como un pedido en firme y enviármelos?”
La novela no es más
que un recopilatorio de cartas que comienza en octubre de 1949 cuando Helene
Hanff, una joven escritora neoyorkina solicita, después de ver un anuncio en el
periódico, a Marks & Co., una librería de Londres especializada en libros
agotados y situada en el 84 de la calle Charing Cross Road, una serie de libros
que le interesan de forma especial. Las ediciones que ha encontrado en Nueva
York son demasiado caras para su ajustada economía.
Así comienzan un
intercambio de ideas y de sugerencias que giran en torno a la literatura en
primer lugar y después las cartas pasan a cobrar un matiz mucho más íntimo con
el personal de la librería hasta convertirse en una relación de amistad.
No sé si eran tan
altas las expectativas que llevaba sobre este libro o que quizás no le he
cogido en el momento adecuado pero lo cierto es que a mí su lectura no ha
llegado a entusiasmarme tanto como en principio creí que lo haría. Si es verdad que es una novela que por su
formato y su breve extensión se lee del tirón y no aburre ni un segundo pero no
será una de esas lecturas inolvidables que perduren en el tiempo.
Como ya os he dicho
es un intercambio de cartas entre una mujer joven y una librería en el que la
primera intenta conseguir ciertos títulos que en Nueva York, el lugar donde
ella vive, no encuentra o al menos no como ella los quiere. A los que nos
gustan los libros a veces necesitamos que tengan una forma determinada.
Con el transcurso
del tiempo y carta a carta, son unos veinte años los que abarca esta larga correspondencia,
va aflorando una parte más emotiva de la novela. Cuando los personajes van
abriéndose y narrando sus propias vidas. Helene comenzará a establecer
relaciones con todos los trabajadores de la librería en especial con Frank Doel,
quien al principio se le nota sumamente correcto y siempre muy complaciente
intentando cumplir siempre los deseos, a veces muy complicados, de su exigente
cliente, que tiene muy claro que es lo que le gusta y que no.
Porque Helene que
tiene una economía discreta producto de los guiones que escribe para series de
televisión, esta sedienta de conocimientos. Iremos conociendo su carácter
descarado y muy histriónico. Es a la vez el personaje literario y la
protagonista real al que poco a poco vamos conociendo y queriendo al igual que
ocurre con otros personajes que van apareciendo.
Pero sí que ha habido
cosas que me han gustado en especial y es su aspecto metaliterario. 84, Charing Cross Road es una novela que
gira entorno a los libros y las referencias a títulos y autores son obviamente
una constante en las cartas. Y nos podemos imaginar esa librería, Marks &
Co. con sus estanterías repletas de joyas, libros antiguos que no es fácil
conseguir. Y esto ya es algo que nos gusta y nos atrae a todos los amantes de
los libros. Una librería que me ha
resultado inevitable buscar en internet para conocerla y que he podido
comprobar que ya no existe ocupando su lugar ahora un restaurante de comida
rápida.
Otro aspecto que me
ha gustado de la novela es que está muy bien contextualiza a pesar de que en
ella no hay muchas descripciones del contexto. Pero se ve perfectamente como
Europa acaba de salir de la II Guerra Mundial, un conflicto que empobreció a la
mayoría de los países. En Londres había escasez de todo, la posguerra había
dejado el racionamiento como la única posibilidad de salir a flote. Y será
Helene quien ponga algo de alegría en sus vidas a través de esos paquetes que
van cargados de objetos y alimentos.
En correspondencia
a su formato se nota que no es una novela escrita de forma rígida sino que su
forma es más coloquial y más directa propia de las cartas. Al principio tienen
un tono más serio o formal pero luego los interlocutores se van relajando y
dando paso a la familiaridad conforme aparece la confianza. Así mismo el
desarrollo de personajes se limita a lo que en las cartas se cuenta y conocemos
de sus vidas lo que ellos quieren contar. También es una novela en que destaca
la ironía y el sentido del humor. Sin embargo yo, que en este aspecto son muy
mía y no soy capaz de encajarlo siempre, no he logrado conectar con este aspecto.
Creo que esto es lo que me ha restado en la novela y no he sido capaz de
disfrutar plenamente de ella.
Conclusión
No considero que 84, Charing Cross Road sea una mala
lectura. Sin embargo no hay sido un libro especial para mí. De todas formas os
animo a leerla y experimentar vosotros mismos.