Título: Sonetos
Autor: William Shakespeare
Publicación: Navona, junio de 2016
Páginas: 336
Estos sonetos, que según Giuseppe Tomasi di Lampedusa cabría situar “entre las tres o cuatro más insignes colecciones de lírica”, tienen, además, la cualidad de “hacer comprender mejor, la de acercarnos, en sus miserias y sus vergüenzas, a Shakespeare; la de hacernos entender mejor las obras maestras teatrales, puesto que si no conociéramos ‘le dessous des cartes’ (la trastienda) tendrían el aire un poco exagerado de haber sido dictadas por Dios”.
Mis
impresiones
William Shakespeare me trae recuerdos de
la adolescencia porque fue en esa época cuando leí casi todas sus obras. Desde
la tragedia de amor por excelencia que es Romeo y Julieta, la historia de
traición de El rey Lear, la vorágine de celos de Otelo, la obsesión de Hamlet
hasta el resto de sus obras. Sin duda es uno de los autores más importantes de
la literatura universal. De los más aclamados, traducidos, representados y
estudiados. A parte de esa faceta suya como dramaturgo también tuvo una
importante faceta como escritor.
Estos sonetos que hoy os traigo al blog
son una recopilación de 154 poemas que se cree que fueron escritos a lo largo
de varios años y vieron la luz ya en un solo volumen originalmente en el año
1609. Este pasado mes de julio Navona publicó una nueva edición bilingüe (con
todo el mimo y cuidado que ellos ponen) dentro de su colección Los Ineludibles, de la que ya sabéis que
soy una ferviente seguidora. En ella se recoge tanto la versión oficial en inglés
como la de William Ospina, traducida al español, para que el lector pueda
escoger, comparar o lo que prefiera.
Ospina en un interesante prologo previo
a los sonetos nos explica algunas de las claves para que entandamos mejor los
poemas y a la vez nos ofrece notas sobre cómo ha sido su trabajo intentando ser
lo más fidedigno posible a la esencia que el autor creó pero creando una
versión atractiva y cuidada. Y ha debido ser un trabajo muy complicado
encontrar ese equilibrio justo en mantener el lenguaje del dramaturgo de hace
ya tres siglos y encontrar la forma de que el lector de hoy se adapte y lo
disfrute con cierta frescura.
“La flor que se destila,
aún si el invierno crece,
Puede perder su aspecto; su
esencia permanece”
Estos poemas cumplen las normas del
soneto inglés (es decir tienen catorce versos de arte mayor aunque Ospina los
hace alejandrinos en vez de endecasílabos) que abarcan varios temas siendo el
principal y más representativo de todos ellos el amor y los condicionantes que
le rodean como el sufrimiento, el dolor, los celos, las traiciones la melancolía
o la pérdida del propio ser amado. Desde el inicio de una relación hasta su
ocaso. Este es un tema recurrente en todas sus obras de diferente manera y en
distintos contextos.
La persona amada se presenta como un ser
al que se debe devoción y admiración. A veces da incluso la sensación de ser un
ideal inalcanzable, etéreo. Puede corresponderse ese amor o perderse en la
infelicidad de no hacerse nunca real. Incluso se ha llegado a pensar que
algunos poetas hacen referencia a la homosexualidad, un tema que ya consideró
Shakespeare en su tiempo. La pasión y la lujuria también están presentes en
estos poemas puesto que no siempre el hombre se conforma con la contemplación.
“¿Por qué tu que eres
música, la escuchas con tristeza?”
Pero también está sembrado de
malentendidos, de sufrimiento, de dudas y rupturas que se viven de forma muy
intensa, casi trágica. Tampoco evita las traiciones o los celos que acaban por
enloquecer y ser un fuerte tormento.
“Y
ella miente, y yo miento, fingiéndonos perfectos,
Y
así, pues, las mentiras halagan los defectos. ”
A parte de este amor tan idealizado y
cargado de diferentes matices, Shakespeare nos habla de la belleza considerándola
como un préstamo de la naturaleza. La juventud es pasajera aunque no por ello
imborrable la belleza que se mantiene a través del recuerdo. Por ello insta a
tener descendencia, a continuar y perpetuar ese legado que no ha de perderse. Porque
al final la vida no es eterna, pasa sin que nos demos cuenta.
Aún a día de hoy estos sonetos guardan
cierto misterio porque no se conoce a ciencia cierta a quien están dirigidos
(si es que es así) o si son autobiográficos. Se dice que algunos están dedicados
a un hermoso joven sin nombre, aunque se le ha llamado Fair Youth, cuya
identidad nunca se ha podido concretar aunque existen algunas teorías. Otro de
sus destinatarios es el poeta rival (Poet Rival) y por último a Dark Lady o la
dama del pelo negro y piel oscura que tienen un matiz más sensual.
Conclusión
Yo creo que la poesía admite tantas
lecturas en interpretaciones como lectores existan. De Sonetos me llevó una lectura muy evocadora, elegante y refinada que
explora el amor en diferentes formas, estados y momentos. Siempre he pensado
que a Shakespeare hay que conocerlo por lo menos.