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viernes, 16 de septiembre de 2016

Sonetos - William Shakespeare



Título: Sonetos
Autor: William Shakespeare
Publicación: Navona, junio de 2016
Páginas: 336

Los Sonetos, publicados en 1609, cumplen con las exigencias formales del soneto inglés, derivado del petrarquismo, y aunque difieren de los escritos por predecesores y contemporáneos, el tema predominante es el amor. En estas composiciones en apariencia dedicadas a un joven y a una “dama oscura”, Shakespeare despoja al soneto del componente de artificio que lo había marcado durante siglos e incorpora la ironía, la ambivalencia emocional y los motivos universales del amor: el sufrimiento, los celos, los reproches, las traiciones, el hastío, la melancolía incurable, etc.

Estos sonetos, que según Giuseppe Tomasi di Lampedusa cabría situar “entre las tres o cuatro más insignes colecciones de lírica”, tienen, además, la cualidad de “hacer comprender mejor, la de acercarnos, en sus miserias y sus vergüenzas, a Shakespeare; la de hacernos entender mejor las obras maestras teatrales, puesto que si no conociéramos ‘le dessous des cartes’ (la trastienda) tendrían el aire un poco exagerado de haber sido dictadas por Dios”.

Mis impresiones

William Shakespeare me trae recuerdos de la adolescencia porque fue en esa época cuando leí casi todas sus obras. Desde la tragedia de amor por excelencia que es Romeo y Julieta, la historia de traición de El rey Lear, la vorágine de celos de Otelo, la obsesión de Hamlet hasta el resto de sus obras. Sin duda es uno de los autores más importantes de la literatura universal. De los más aclamados, traducidos, representados y estudiados. A parte de esa faceta suya como dramaturgo también tuvo una importante faceta como escritor.

Estos sonetos que hoy os traigo al blog son una recopilación de 154 poemas que se cree que fueron escritos a lo largo de varios años y vieron la luz ya en un solo volumen originalmente en el año 1609. Este pasado mes de julio Navona publicó una nueva edición bilingüe (con todo el mimo y cuidado que ellos ponen) dentro de su colección Los Ineludibles, de la que ya sabéis que soy una ferviente seguidora. En ella se recoge tanto la versión oficial en inglés como la de William Ospina, traducida al español, para que el lector pueda escoger, comparar o lo que prefiera.

Ospina en un interesante prologo previo a los sonetos nos explica algunas de las claves para que entandamos mejor los poemas y a la vez nos ofrece notas sobre cómo ha sido su trabajo intentando ser lo más fidedigno posible a la esencia que el autor creó pero creando una versión atractiva y cuidada. Y ha debido ser un trabajo muy complicado encontrar ese equilibrio justo en mantener el lenguaje del dramaturgo de hace ya tres siglos y encontrar la forma de que el lector de hoy se adapte y lo disfrute con cierta frescura.

“La flor que se destila, aún si el invierno crece,
Puede perder su aspecto; su esencia permanece”

Estos poemas cumplen las normas del soneto inglés (es decir tienen catorce versos de arte mayor aunque Ospina los hace alejandrinos en vez de endecasílabos) que abarcan varios temas siendo el principal y más representativo de todos ellos el amor y los condicionantes que le rodean como el sufrimiento, el dolor, los celos, las traiciones la melancolía o la pérdida del propio ser amado. Desde el inicio de una relación hasta su ocaso. Este es un tema recurrente en todas sus obras de diferente manera y en distintos contextos.

La persona amada se presenta como un ser al que se debe devoción y admiración. A veces da incluso la sensación de ser un ideal inalcanzable, etéreo. Puede corresponderse ese amor o perderse en la infelicidad de no hacerse nunca real. Incluso se ha llegado a pensar que algunos poetas hacen referencia a la homosexualidad, un tema que ya consideró Shakespeare en su tiempo. La pasión y la lujuria también están presentes en estos poemas puesto que no siempre el hombre se conforma con la contemplación.

“¿Por qué tu que eres música, la escuchas con tristeza?”

Pero también está sembrado de malentendidos, de sufrimiento, de dudas y rupturas que se viven de forma muy intensa, casi trágica. Tampoco evita las traiciones o los celos que acaban por enloquecer y ser un fuerte tormento.

“Y ella miente, y yo miento, fingiéndonos perfectos,
Y así, pues, las mentiras halagan los defectos. ”

A parte de este amor tan idealizado y cargado de diferentes matices, Shakespeare nos habla de la belleza considerándola como un préstamo de la naturaleza. La juventud es pasajera aunque no por ello imborrable la belleza que se mantiene a través del recuerdo. Por ello insta a tener descendencia, a continuar y perpetuar ese legado que no ha de perderse. Porque al final la vida no es eterna, pasa sin que nos demos cuenta.

Aún a día de hoy estos sonetos guardan cierto misterio porque no se conoce a ciencia cierta a quien están dirigidos (si es que es así) o si son autobiográficos. Se dice que algunos están dedicados a un hermoso joven sin nombre, aunque se le ha llamado Fair Youth, cuya identidad nunca se ha podido concretar aunque existen algunas teorías. Otro de sus destinatarios es el poeta rival (Poet Rival) y por último a Dark Lady o la dama del pelo negro y piel oscura que tienen un matiz más sensual.

Conclusión

Yo creo que la poesía admite tantas lecturas en interpretaciones como lectores existan. De Sonetos me llevó una lectura muy evocadora, elegante y refinada que explora el amor en diferentes formas, estados y momentos. Siempre he pensado que a Shakespeare hay que conocerlo por lo menos.