viernes, 15 de julio de 2016

Poeta en Nueva York - Federico García Lorca



Título: Poeta en Nueva York
Autor: Federico García Lorca
Publicación: Navona, abril de 2016
Páginas: 136

Poeta en Nueva York es el resultado de la primera visita al extranjero de Lorca: una estancia que el poeta describió como “una de las experiencias más útiles de mi vida”. Tras la publicación de Canciones (1927) y Primer romancero gitano (1928), Federico confesó en sus cartas estar atravesando una crisis vital, por lo que necesitaba desvincularse durante cierto tiempo del ambiente andaluz y de su círculo madrileño de amigos. En 1929, Fernando de los Ríos, antiguo maestro de Federico y amigo de la familia, propuso que el joven le acompañara en su viaje a Norteamérica. Los nueve meses que pasó en Nueva York y Vermont y luego en Cuba cambiaron su visión de sí mismo y de su arte. No en vano ese fue el primer encuentro de García Lorca con la diversidad religiosa y racial; su primer contacto con los rascacielos, con las grandes masas urbanas y con un mundo mecanizado. Casi podría decirse que el viaje a Nueva York representó su descubrimiento de la modernidad. Allí exploró el teatro en lengua inglesa, paseó por el barrio de Harlem con la novelista Nella Larsen, escuchó jazz y blues, conoció el cine sonoro, leyó a Whitman y a T. S. Eliot y se dedicó a escribir uno de los libros más importantes de su trayectoria, que se publicaría cuatro años después de su muerte.

Mis impresiones

La verdad es que no soy muy diestra en entender esto de la poesía. Conozco y me gustan algunos autores como Salinas o Neruda, que me parece que se entienden fácilmente y que tienen un mensaje claro. Tampoco sé muy bien como reseñar un libro de poemas porque su interpretación es tan personal que cada uno puede hacerlo de una manera. Eso sí me animé por el hecho de que formara parte de Los Ineludibles de Navona y lo he leído despacito. No sabía si lo iba a entender bien o no. Aunque más que entender creo que aquí la cuestión es lo que transmiten estos poemas. A Lorca lo conocí hace muchos años a través de sus teatros y algunos de sus otros poemas.

Lorca llegó a Nueva York con algo más de treinta años para impartir una serie de conferencias pero sobre todo porque pasaba por un bache anímico y necesitaba tomar aire fresco, ver otras cosas y alejarse de su propio círculo de amigos durante un tiempo. Era el año 1929 y sus vivencias allí dieron lugar a esta obra que hoy os traigo. Al año siguiente seguiría dando sus conferencias en Cuba y las incluiría en este poemario que no vio la luz hasta 1940 con Lorca ya desaparecido. Este viaje supuso para él encontrarse otro mundo diferente al que había visto en nuestro país. En Nueva York cambio su forma de ver la vida y concebir su escritura. Por ello esta obra se puede encuadrar dentro del surrealismo. No me he preocupado de saber si cumple estas características o no, tan solo de apreciar lo que me transmitían. Y han sido tristeza, preocupación y nostalgia principalmente los sentimientos que me ha infundido.

Yo no podré quejarme
si no encontré lo que buscaba.
Cerca de las piedras sin jugo y los insectos vacíos
no veré el duelo del sol con las criaturas en carne viva.”
Cielo vivo

Poeta en Nueva York se divide en diez partes que se han agrupado según su temática. En ellas recuerda, por ejemplo, sus años de infancia feliz y los compara con la soledad que vive en la Universidad de Columbia y su propia insatisfacción. También de las decepciones amorosas en el contexto en que Lorca vivía su homosexualidad. Sin embargo y además de lo que pasaba por él nos muestra el mundo que en ese momento le rodea. La ciudad inmensa, industrializada, sus calles, la economía fueron cosas que le impresionaron en contraposición con las clases menos favorecidas, los pobres (mientras Lorca estuvo allí se produjo el Crack del 29) y la injusticia. Pero sobre todo al compararlo con Andalucía, su tierra natal, rural e inculta vio que el lugar donde estaba perdía. Nos enseña también cómo ve la nueva sociedad que está conociendo a través de los negros en Nueva York criticando su papel en la sociedad y el racismo entre el que vivía.

“Nueva York de cieno,
Nueva York de alambre y de muerte.
¿Qué ángel llevas oculto en la mejilla?
¿Qué voz perfecta dirá las verdades del trigo?
¿Quién el sueño terrible de tus anemonas manchadas?”
Oda a Walt Whitman

En este poemario también tuvo lugar un espacio para la naturaleza en la que se sentía más acorde con su estado de ánimo gris y mientras que en la gran ciudad había sido aniquilada en su viaje a Cuba en 1940 se pudo reconciliar con ella y en donde encontró canciones, color y sosiego.

El poder del dinero, la soledad, sus propias angustias, la añoranza de la inocencia perdida, su preocupación por el menos afortunado, la muerte…son los temas que iremos descubriendo a través de palabras cuidadosamente seleccionadas, de metáforas, de elementos oníricos en verso libre que nos narran algunas escenas que yo he interpretado como duras.

Conclusión

Los versos de Lorca en Poeta en Nueva York, a veces no son fáciles de leer e interpretar pero lo cierto es que tienen mucha garra y te crean emociones. No soy lectora habitual de poesía pero me ha gustado la experiencia.